Hace 20 años la Iglesia rehabilitó a Galileo

Hace 20 años la Iglesia rehabilitó a Galileo

Hace 20 años el papa Juan Pablo II rehabilitó definitivamente a Galileo Galilei, 359 años, 4 meses y 9 días después de que fuera condenado en 1633 a retractarse por defender la teoría de Copérnico en la que se propugnaba que la Tierra gira en torno al Sol.

Hace 20 años, el 31 de octubre de 1992, el papa Juan Pablo II rehabilitó definitivamente a Galileo Galilei, 359 años, 4 meses y 9 días después de que fuera condenado en 1633 por el Santo Oficio a retractarse por defender la teoría heliocéntrica de Copérnico en la que se propugnaba que la Tierra gira en torno al Sol y no viceversa (como sostenían los teólogos de la época en una interpretación literal de la Biblia). Galileo defendió que las hipótesis de Copérnico eran ciertas gracias a las observaciones y razonamientos científicos que realizó a partir de 1610 cuando levantó hacia el firmamento un rudimentario telescopio que había construido él mismo.

El conflicto había comenzado en 1616 cuando la Iglesia católica incluyó en el índice de libros prohibidos el De revolutionibus orbium coelestium de Copérnico (publicado en 1543). Este hecho motivó un primer proceso contra Galileo por el que se le conminó a considerar la teoría heliocéntrica como sólo una hipótesis y se le instó a no atacar a los defensores de la teoría geocéntrica. Galileo se comprometió a obedecer y evitó un juicio condenatorio. Formalmente, años después, el 22 de junio de 1633, en el juicio de su abjuración, Galileo fue en realidad sentenciado por no haber acatado este compromiso.

Aquel día fue condenado a algo incluso mucho más grave para el gran sabio padre de la ciencia moderna: la obligación a permanecer el resto de su vida en silencio. El gran pecado de Galileo había sido la divulgación del raciocinio científico contrario a las tesis oficiales de la Iglesia y de sus astrónomos, que culminó con la publicación en 1632 del Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo escrito en lengua "vulgar" italiana, que podía entender todo el mundo, y no en latín, la lengua "culta" de la época. Queda claro que la teoría copernicana no planteó problemas a la dogmática Iglesia católica mientras permaneció en el ámbito restringido de la filosofía; se convirtió en un pensamiento peligroso cuando se transformó en ciencia y fue divulgada en el ámbito público por Galileo.

El 10 de noviembre de 1979, con motivo del centenario del nacimiento de Albert Einstein, Juan Pablo II pronunció un discurso ante la Academia Pontificia de las Ciencias en el que mostró su deseo de que "teólogos, sabios e historiadores, animados por un espíritu de sincera colaboración, profundicen en el examen del caso Galileo". La comisión creada a tal fin culminó su trabajo de revisión el 31 de octubre de 1992 y de nuevo ante la Academia Pontificia de las Ciencias, el Papa pronunció su histórico discurso de rehabilitación de Galileo Galilei en el que consideró que la sentencia de 1633 fue "desafortunada", la valoró como "un error de los teólogos de la época" y consideró que "no hay que excluir que un día nos podamos encontrar ante una situación análoga".