Hacienda obliga al rey emérito a pagar por los regalos para ir a cacerías

Hacienda obliga al rey emérito a pagar por los regalos para ir a cacerías

Según 'El Mundo', Juan Carlos I ha llegado a un acuerdo con la Agencia Tributaria y acepta una sanción por los regalos recibidos cuando ya no era jefe del Estado.

Juan Carlos I, el pasado 23 de mayo, llegando a La Zarzuela.OSCAR DEL POZO via Getty Images

El rey emérito, Juan Carlos I, acaba de cortar el último fleco que le quedaba pendiente con Hacienda en España. Según ha publicado el diario El Mundo, ha llegado a un acuerdo con la Agencia Tributaria para poner fin a la inspección que se le estaba haciendo por una serie de regalos por parte de empresarios, sobre todo desplazamientos y vuelos hasta lugares donde se celebraban cacerías, una de las mayores aficiones del que fuera jefe del Estado.

En concreto, el diario sostiene que Juan Carlos I ha aceptado una propuesta de sanción administrativa, porque Hacienda cree que debió aclarar esos obsequios. De la cuantía no se dan detalles. El proceso fue desvelado por el mismo periódico el pasado verano, cuando el Departamento de Inspección Financiera y Tributaria abrió un procedimiento inspector por la vía administrativa, por el que se reclamó al padre de Felipe VI que explicara a cuántas cacerías había asistido entre 2014 y 2018, un tiempo en el que ya no reinaba formalmente.

Los investigadores tenían especial interés en que detallase qué pasaba con los vuelos, ya que suponían el monto más elevado -aunque también se ha hablado de jamones y de zapatos-, y en saber si hubo un “incremento patrimonial no justificado”.

Al parecer, los abogados del emérito admitieron en su nombre que “no había abonado ninguna cantidad por los referidos desplazamientos en un periodo de tiempo en el que ya no era inviolable y Hacienda ha confeccionado recientemente unas actas que reflejan la consiguiente sanción”, indica la información en exclusiva. Es por eso que Hacienda ha propuesto la sanción, finalmente.

El Mundo sostiene que los importes reclamados ahora por la Agencia Tributaria “no alcanzan en ninguno de los ejercicios fiscales el umbral de los 120.000 euros”, según le indican fuentes conocedoras del expediente, y es por eso que no ha pasado a ser delito contra la Hacienda Pública; así está el límite.

Este asunto de las cacerías era el último expediente que tenía don Juan Carlos con Hacienda. El emérito, acorralado por las investigaciones judiciales, ya había llevado a cabo dos regularizaciones fiscales previas: una por valor de 678.393 euros y otra por 4,4 millones de euros. Esto supuso admitir que defraudó ante Hacienda y que no declaró en su día esos montos de dinero.

Existía el temor de que, con este nuevo expediente, se revisaran esas regularizaciones pasadas, se pusieran en tela de juicio, pese a que originalmente se habían dado por completas. No ha sido el caso, porque nada de eso se cita en el nuevo caso.