A la caza del interés fijo, quién y por qué se compra un piso hoy

A la caza del interés fijo, quién y por qué se compra un piso hoy

El número mensual de hipotecas baja un 3,2% en junio con respecto a mayo, pero mantiene una tasa de crecimiento interanual del 12%. El interés fijo sigue siendo el preferido.

Un edificio residencial en Barcelona, en agosto.Europa Press News via Europa Press via Getty Images

Las hipotecas pisan el freno o quitan el pie del acelerador, según se mire. Las firmas en España en el mes de junio de este año ascendieron a 56.021, son 1.442 menos que en el mes de mayo, una bajada del 3,2%. Sin embargo, siguen siendo alrededor de 12.000 más que en abril, y en términos anuales supone una subida del 12%, según los datos que publica este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El importe medio de las mismas sí que sube con claridad. En el primer semestre del año se registraron montos de compra un 7,2% más altos con respecto al mismo periodo del año anterior, según EFE. En términos mensuales, las hipotecas del mes de junio tuvieron un precio de 147.549 euros, según el INE.

La decisión de subir los tipos de interés al 0,5% por parte del BCE ya se barruntaba en aquel momento, y aunque no entró en vigor hasta principios del mes de julio, algunos compradores ya lo contemplaban desde hacía más tiempo como un incentivo para acelerar sus compras.

Es el caso de Aitor Beleña, aparejador de profesión que firmó la compra de su vivienda en Madrid en enero de este año. “Los intereses estaban bajísimos y era un buen momento, me entraron las prisas porque veía que iban a subir”, cuenta en conversación telefónica con El HuffPost.

Finalmente consiguió un interés que ya quisieran muchos a día de hoy, un 1,05 fijo por una vivienda en Alto de Extremadura, en el distrito de Latina. El tipo de interés medio en las firmas del mes de junio ha rondado el 2,47%, según los datos del INE.

Confiesa que estuvo mirando en el centro de la capital, pero entre un dinero que le dejó su familia y sus ahorros no le daba ni para empezar, también valoró irse a la sierra, pero imposible: “Yo solo no llegaba a poder comprarme un chalé”.

Con los precios de los alquileres por las nubes, aquellos que consiguen pagar la entrada de una vivienda, al final, ahorran. Beleña no es una excepción. “Pago 35 euros menos de lo que pagaba de alquiler. Antes pagaba 500 euros por una habitación en un piso que compartía con otras tres personas”, sostiene.

Tipos de interés e inflación, motivos para acelerar

Unas calles más abajo de Alto de Extremadura, donde Aitor adquirió su vivienda, Juan C. encontró el piso que buscaba, también en Madrid. “Llevaba dos años pensando en comprarme la casa entre que buscaba y no buscaba e iba ahorrando”, cuenta Juan.

Este coordinador de posproducción audiovisual de 33 años firmará la compra el 15 de septiembre, lo mejor que ha conseguido a estas alturas fue un interés del 1,40%, y pagará 165.000 euros. Ha invertido sus ahorros y recibido una ayuda familiar. El interés es fijo: “Lo hice así porque las previsiones para el variable es que suba”.

El interés mayoritario firmado durante el mes de junio continuó siendo el fijo, con una diferencia muy pronunciada que se mantiene desde que en febrero de 2021 desplazara al interés variable como la opción favorita de los compradores.

Juan pensó que el interés variable subiría, y aunque no se define como un gurú, acertó de pleno. El Euribor, el índice que determina la evolución del interés variable, subió en la primera mitad de agosto al 1,06%, lo que anualmente puede suponer una subida de 1.303 euros más al año para una hipoteca de 150.000 euros.

Junto con los tipos, Juan C. miraba de reojo los precios. “El precio me cuadró y al tiempo veía que los ahorros que tenía en el banco, con la inflación, iban a perder valor”, apunta Juan C.

Después del hundimiento de las ventas durante la pandemia, que también motivó el ahorro de las familias, las ventas eclosionaron con fuerza y marcaron una tendencia que no se veía desde la burbuja inmobiliaria.

Ahora, con la inflación y la consiguiente subida de tipos para controlarla, la lógica es que la economía se enfríe y las ventas se relajen. Aunque la lógica de los últimos años cambie casi a diario.