¿Un «hípster», con tilde, sigue siendo «hípster»?

¿Un «hípster», con tilde, sigue siendo «hípster»?

Seguro que habéis escuchado o leído la palabra 'hípster', una denominación tan de moda como aquello a lo que hace referencia y que da nombre a una subcultura urbana muy popular. Se aplica generalmente a cualquiera que intenta apartarse de lo cultural y estéticamente establecido.

5c8b35482300003000e7d592

Seguro que muchos de vosotros habéis escuchado o leído la palabra hípster, una denominación tan de moda como aquello a lo que hace referencia y que da nombre a una subcultura urbana muy popular en la actualidad.

Este término apareció en los años 40 referido a ciertos músicos y seguidores de jazz que se caracterizaban por la búsqueda de estilos de vida alternativos, una estética que retrataron algunos escritores de la generación beat, como Kerouac y Ginsberg.

En los 90 resurgió aplicado a una cultura -o subcultura- urbana que mezclaba tintes bohemios, alternativos y retro, con una posición que se podría denominar antimoda.

0Ilustración: @MoxParadox.

De ahí llegamos a la actualidad, donde la palabra se aplica casi generalmente a cualquiera que intenta apartarse de lo cultural y estéticamente establecido. Curiosamente, esto termina formando una imagen muy propia y reconocible que populariza el término hasta cargarse, en muchos casos, de connotaciones peyorativas. Como una vez escuché a alguien: «Esto está lleno de víctimas de la posmodernidad».

Y lo que sucede es que cuando algo se populariza salta de los medios especializados a los generalistas, y así podemos encontrarnos con frases como las siguientes: «Los hipsters: la última tribu urbana del siglo XXI», «La cultura hipster ha desembarcado con fuerza en las grandes capitales del mundo y se ha convertido en una moda».

Es en este punto en el que en la Fundación del Español Urgente nos preguntamos cuál sería la forma más adecuada de escribir esta palabra en nuestro idioma: ¿Tiene traducción? ¿Se adapta fonéticamente? ¿Cuál es su plural?

Tras plantear esta cuestión a nuestro Consejo asesor, propusimos en la recomendación que publicamos el pasado jueves 23 la adaptación hípster (plural hípsteres), escrita con tilde sobre la i y pronunciada con la h aspirada.

Podría resultar llamativa esta pronunciación aspirada, pero lo cierto es que, además de ser la tendencia académica actual para este tipo de voces, el Diccionario panhispánico de dudas recuerda que la hache, «en algunos extranjerismos usados corrientemente en español (tomados, por lo general, del inglés o del alemán, pero también de otras lenguas como el árabe), así como en algunos nombres propios extranjeros y sus derivados, se pronuncia también aspirada o con sonido cercano al de /j/: hámster, hachís, Hawái (hawaiano), Hegel (hegeliano), etc.».

En cuanto al plural, esta misma obra indica que los extranjerismos terminados en -l, -r, -n, -d, -z, -j, si no van precedidas de otra consonante, forman el plural con -es: píxel, píxeles; máster, másteres; pin, pines; interfaz, interfaces. Como excepción señala las palabras esdrújulas, que permanecen invariables en plural: polisíndeton, (los) polisíndeton; trávelin, (los) trávelin; cáterin, (los) cáterin.

Otras recomendaciones lingüísticas de la semana, en breve:

Localizar es un verbo que significa 'averiguar el lugar en que se halla algo o alguien' o 'establecer el lugar de algo', por lo que no es apropiado su uso como mero sinónimo de encontrar, en especial si se trata de un hallazgo fortuito.

Uno de los usos de la letra cursiva es el de marcar aquellas palabras y expresiones con valor figurado, es decir, con un sentido expresivo o metafórico que no es el propio de la palabra.

De este modo, la denominación hombres de negro, con la que popularmente se hace referencia a los inspectores de la troika, se escribe en cursiva (o entrecomillada, si no se dispone de este tipo de letra) puesto que su sentido no es el propio que indican las palabras que la conforman.

Statu quo, y no status quo, es la grafía correcta de la expresión latina empleada para referirse al 'estado de un asunto o cuestión en un momento determinado'. Como el resto de las locuciones latinas, y de acuerdo con la última Ortografía académica publicada (2010), lo adecuado es escribirla en cursiva o, si no se puede usar este tipo de letra, entre comillas.

En vías de, con ese, tal como indica el Diccionario panhispánico de dudas, es la forma correcta para expresar que algo está 'en proceso' o 'en camino de' algo, no en vía de.

Ochomil (plural ochomiles) es la forma adecuada de escribir este término empleado en las informaciones sobre alpinistas especializados en escalar montañas de ocho mil metros de altura, tal y como indica el Diccionario de la lengua española, en el avance de su vigésima tercera edición.

El término clasificación, no calificación, es el apropiado para referirse al logro de un puesto determinado para participar en una competición.

La confusión entre el significado de ambos términos quizá provenga del inglés qualifying -utilizado para referirse en pruebas de motor a las partes en las que se divide la fase de clasificación-, que se está traduciendo al español con el calco calificación, en lugar del apropiado clasificación.

En este sentido, es pertinente aquí recordar que el diccionario Merriam-Webster indica que el verbo inglés to qualify significa 'cualificar' y 'calificar', pero, como intransitivo y en deportes, solo 'clasificarse'.

Por su parte, el Diccionario panhispánico de dudas explica que, en español, clasificarse es tanto obtener los resultados necesarios para participar o continuar en una competición como conseguir un puesto determinado en ella, que son los sentidos para los que se están utilizando inapropiadamente calificación y calificar, que no es sino 'valorar el grado de suficiencia o insuficiencia de alguien en un examen o prueba'.