Ayuso defiende su gestión pero la realidad del coronavirus la pone contra las cuerdas

Ayuso defiende su gestión pero la realidad del coronavirus la pone contra las cuerdas

La Comunidad de Madrid es el epicentro de la crisis sanitaria, que está acentuando las grandes desigualdades de la región.

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, junto al vicepresidente, Ignacio Aguado, este lunes 14 de septiembre en la Asamblea de Madrid.EFE

Para Isabel Díaz Ayuso, Madrid es un oasis de libertad que la ha convertido en la autonomía con mayor PIB y renta per cápita. El problema es que la pandemia del coronavirus está azotando con fuerza al “principal pilar económico del país”, como reitera la presidenta autonómica, y ha puesto en evidencia el discurso de la dirigente popular en los dos días que ha durado el debate del estado de la región y en los que ha intentado defender su gestión.

Díaz Ayuso, quien ha evitado la confrontación directa con los  portavoces de la oposición al contestarles en una sola intervención, otea nubes de tormenta que amenazan con una moción de censura que ponga fin a su etapa en la Puerta del Sol. “Para ustedes no ha habido debate del estado de la región, sino de la moción, porque solo intentan partir a este Gobierno. Para ustedes solo existe la pandemia, pero para lo malo”, ha reprochado la dirigente popular a los grupos de izquierda (PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos).

La clave es si el socio del PP en el Ejecutivo, Cs, cede a los cantos de sirena que han vuelto a lanzar este martes los socialistas. La presión a los naranjas sube con el goteo de informaciones sobre las corruptelas del PP: operación Kitchen y sentencia de la Gürtel. ”¿Qué es lo que piensa hacer Ciudadanos? ¿O es que no tiene nada que ver con lo que sucede?”, ha espetado el portavoz del PSOE en la Asamblea, Ángel Gabilondo, al vicepresidente, Ignacio Aguado.

Los socialistas solo presentarán una moción de censura cuando se haya superado la pandemia

Gabilondo ha reclamado a Cs y a Vox que retiren su apoyo al PP. Los socialistas solo presentarán una moción de censura cuando se haya superado la pandemia y únicamente cuando pueda salir adelante. Algo que solo puede suceder si logran el improbable apoyo de tres diputados de Cs o Vox. “Son quienes conforman el propio Gobierno, o lo apoyan, quienes han de considerar si esta situación es sostenible”, ha espetado Gabilondo

El tándem que conforma Díaz Ayuso con el líder de Cs en Madrid ha dado para la dirigente popular “un año exitoso, a pesar de todas las complicaciones”. La presidenta dijo este lunes que llegaba al debate “con la convicción del deber cumplido”. “Valoro muy positivamente los resultados que presentamos, de todos y cada uno de nuestros consejeros”, dijo, a quienes ha garantizado sus cargos. “Poner o quitar algún consejero es muy fácil, pero sería injusto”.

La realidad es que la Comunidad de Madrid es el epicentro español de la crisis sanitaria que está acentuando la inequidad de la región. Es una de las autonomías con niveles de desigualdad más lacerantes —la diferencia entre los recursos del 20% más rico y del 20% más pobre fue en 2019 la más grande de España, según el informe Foessa de exclusión social—. Y esa estadística se revela con fuerza en cómo y dónde se está propagando el coronavirus.

La Comunidad es la segunda con menor gasto sanitario por habitante y el gasto en Atención Primaria es un 21% inferior a la media del país

Según el análisis epidemiológico semanal del pasado 9 de septiembre, en Fuenlabrada y Parla, dos de las ciudades con menor renta, la incidencia acumulada de casos de covid-19 por 100.000 habitantes era superior a 700. Y en tres distritos de Madrid capital, de nuevo los de menor renta —Villaverde, Usera y Puente de Vallecas— había tasas superiores a 900.

“Una vez más, las desigualdades en salud reflejan la pobreza y las desigualdades sociales”, ha lamentado Gabilondo. Para Díaz Ayuso esa realidad es, no obstante, fruto de un logro: la capacidad diagnóstica. “Hacemos 150.000 PCR semanales; eso es lo que está ocurriendo”, ha justificado. Y ha añadido: “Lo cierto es que el virus se ceba especialmente en las casas más pequeñas donde viven más personas hacinadas”.

La presión hospitalaria sigue subiendo en la Comunidad. El viernes 11 de septiembre, el 18% de las camas hospitalarias estaban ocupadas por pacientes con covid-19, cuando la media de España era del 7,5%. Y hay hospitales, como el de Vallecas, donde los afectados por el coronavirus llenan casi la mitad de las camas (47%).

“La pandemia ha desnudado, como en el cuento del rey desnudo, a una corte de lacayos que proclama ‘aquí no pasa nada’, mientras nuestras UCI vuelven a desbordarse y nuestros centros de salud colapsan. Por eso, su discurso triunfalista de ayer [por este lunes] es una burla a mis compañeros sanitarios que han sufrido su abandono”, ha recriminado la portavoz de Más Madrid, Mónica García, médica del hospital 12 de Octubre.

Sanidad deficiente

La presidenta regional se ha agarrado a la aspiradora demográfica que es el ‘Gran Madrid’ para restar importancia a la desigualdad: “La Comunidad de Madrid sigue siendo donde más personas vienen a trabajar y a emprender. Por supuesto que hay desigualdades y hay que atajarlas, pero los ciudadanos salen de Extremadura, salen de las comunidades donde gobiernan ustedes”, ha dirigido a la bancada socialista.

La región de la capital de España enfrenta más problemas que la propia Díaz Ayuso reconoce e intenta enmendar, aunque la oposición ha criticado que la presidenta madrileña llega muy tarde. La Comunidad es la segunda con menor gasto sanitario por habitante y el desembolso en Atención Primaria es un 21% inferior a la media del país.

Por eso, la dirigente popular prometió este lunes que regará con 80 millones en tres años a la medicina de familia y comunitaria, para mejorar sus recursos humanos. La presidenta centró su discurso del lunes en la sanidad, talón de aquiles de la región en estos momentos. “El problema de la Atención Primaria no es solo de Madrid, es de toda España, porque hay un déficit de médicos”, se ha excusado Díaz Ayuso.

  El portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, este martes 15 de septiembre en la Asamblea de Madrid.EFE

La Comunidad, que aglutina el 14,2% de la población del país, tiene más de un tercio de los casos de coronavirus, de los hospitalizados y de los fallecidos. Pero Díaz Ayuso ha escurrido el bulto. ”¿El virus lo traje yo? ¿No les da vergüenza no haber hecho ninguna propuesta en positivo?”. La presidenta madrileña, no obstante, ha concedido que no está orgullosa “de nada” solo por el hecho de haya habido un solo muerto en esta crisis.

Díaz Ayuso ha terminado reconociendo que la idiosincrasia madrileña (movilidad, densidad de población y estilo de vida) está detrás de la segunda ola de casos en la Comunidad. Ese es el motivo por el que ha clamado que Madrid necesita ayuda estatal, a la vez que ha señalado al Gobierno de Pedro Sánchez por desentenderse de la crisis sanitaria a la hora de culminar la desescalada una vez decayó el estado de alarma.

“Quienes se ensañan de verdad con usted y su gestión son los datos. La primera obligación de su Gobierno era evitar un rebrote y los medios para lograrlo son bien conocidos. Para ello su Gobierno básicamente lo que tenía que hacer de modo decisivo era contratar personal adicional para la Salud Pública, unos 2.000 rastreadores, y reforzar los centros de salud. Y usted no lo ha hecho”, ha incidido Gabilondo.

El objetivo de Díaz Ayuso es que la Comunidad cuente con 1.500 rastreadores a mediados de octubre (650 más de los que hay hasta este lunes). “No alcanzo a entender por qué demonios no ha contratado a los 1.300 rastreadores que necesitaba Madrid. Cuestan 10 veces menos que su hospital de pandemias y con ellos el hospital deja de hacer falta. Es imposible darle credibilidad a sus promesas, pero es que, además, contratar ahora a los rastreadores siendo la región que encabeza los contagios de toda Europa es como echarse crema solar después de 10 horas en la playa”, ha reprochado Mónica García.

El plan de Díaz Ayuso es que la Comunidad cuente con 1.500 rastreadores a mediados de octubre (650 más de los que hay hasta este lunes)

″¿Cuántos rastreadores han contratado las Comunidades que gobierna la izquierda?”, ha replicado Díaz Ayuso. “Nosotros contamos con casi 1.100 gracias a la ayuda de la Ministra de Defensa y queremos llegar a los 1.500”, ha explicado la presidenta regional. Además, ha sacado pecho por poner en marcha el hospital de Ifema que García, de Más Madrid, ha criticado con dureza.

“Ni siquiera en plena pandemia han sido capaces de creer y sentirse orgullosos de sus propias instituciones. Ayer [por este lunes] no fue capaz de mencionar ni una sola vez a la sanidad pública. Para eso crearon Ifema, ¿no? Para no tener que hacerse ninguna foto en ninguno de los hospitales públicos ni en ningún centro de salud donde se libró la verdadera batalla. 3.000 pacientes en Ifema, 45.000 en el resto de hospitales y 350.000 en atención primaria”, ha recriminado la portavoz de Más Madrid. “Le fastidia Ifema porque ha salvado vidas”, ha respondido Díaz Ayuso apretando los dientes.

Vuelta al cole

La vuelta al cole ha sido foco de discusión. ”¿Dónde están los 11.000 profesores? La dotación de profesorado y espacios que reiteradamente le hemos solicitado o el convenio con los ayuntamientos para la financiación de la limpieza están sin resolver. Es imprescindible un presupuesto que modifique el lamentable lugar que ocupa nuestra Comunidad en gasto por alumno”, ha lanzado Gabilondo.

El lunes, Díaz Ayuso defendió el modus operandi del regreso a las aulas en la Comunidad donde ya ha llevado 9.000 profesores con un contrato. “Miramos hacia adelante, y este gobierno, de espíritu reformista, se ha resistido a dejarse arrastrar por el miedo pues no podíamos permitir que una generación entera de estudiantes perdiera sus oportunidades. Todo ello significa lanzar un plan que sienta las bases para la educación del futuro en la Comunidad de Madrid, pues les anuncio que con todo lo aprendido durante la crisis plantearemos la reforma educativa de la región”.

La realidad, de nuevo, deja en evidencia al Gobierno regional, porque es el responsable del funcionamiento del cole: profesores, alumnos, normal funcionamiento de las clases, protocolos en caso de positivos... Es decir, de todo lo que pasa en los centros en horario escolar. Y, por eso, otro de los portavoces de Más Madrid, Pablo Gómez Perpinyà, ha mostrado el colmillo: “Tuvieron 69 días para preparar la vuelta a las aulas, pero han suspendido porque han puesto a profesores de religión a dar clases de Conocimiento del Medio y Lengua. Han suspendido porque hay AMPAS teniendo que comprar de sus bolsillos mascarillas y geles porque lo que han dado desde la Consejería se acaba la primera semana. Han suspendido porque los grupos burbuja de convivencia ni son burbuja ni son de convivencia: están mezclándose en los comedores y en las actividades extraescolares”.

  La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sentada mientras pasa por su lado la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, este martes en la Asamblea de Madrid.EFE

Críticas de la ultraderecha

La portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid ha atizado con fuerza a Díaz Ayuso. La ultraderecha no forma parte del Gobierno, pero le ha asistido en la Asamblea, donde es clave para que el gabienete de coalición de PP y Cs sobreviva. Por eso, ha sorprendido la virulencia de la crítica de Rocío Monasterio: “Los madrileños necesitan un gobierno que haga frente a la emergencia sanitaria, económica y social. La realidad es que no tienen nada bajo control: los colegios, a los que han dejado solos, le están suplicando ayuda para resolver lo básico. Han tenido seis meses para preparar la vuelta a las aulas y han sido incapaces. Los centros de atención primaria están desbordados. Los 80 millones no pueden ser en tres años, estos 6 meses ya tenían que estar funcionando. Los contagios no paran de crecer, ¿dónde están los rastreadores? ¿Cómo vamos a reactivar la economía si no tenemos acceso a PCR suficientes y suficientemente rápidas?”.

La ultraderecha, no obstante, ha salido en tromba a sacar tajada de la crisis confrontando su recetario ultra: “Si hubiera acabado con las subvenciones a los chiringuitos ideológicos, hoy la Atención Primaria contaría con los recursos suficientes para hacer frente a la segunda oleada del virus chino. El Gobierno que usted preside ha abandonado a los madrileños”. “Reduzca la Administración. Reduzca la burocracia. Cuente con nuestro apoyo siempre y cuando hagan una bajada de impuestos sin precedentes para 2021”, ha seguido.

Rocío Monasterio ha pronunciado un discurso explosivo contra el Gobierno de coalición. De los diputados de la ultraderecha dependen los presupuestos de 2021 y Monasterio ha acusado al Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso de “mentir” por no respetar sus acuerdos y a Ignacio Aguado de ser un “infiltrado” al servicio de Pedro Sánchez que extorsiona a la presidenta. A Díaz Ayuso la ha señalado por escudarse en sus choques con el Gobierno central para no asumir su responsabilidad en la gestión de una pandemia.

Frente a una economía maltrecha, una ley de mercado

La crisis del coronavirus abrirá un boquete de 30.000 millones de euros en las arcas de la Comunidad que la presidenta pretende solucionar con una bajada de medio punto en todos los tramos del IRPF. Díaz Ayuso previó una caída 12,7% del PIB autonómico. “Nuestro gran objetivo es la recuperación económica y la creación de empleo bajo el principio de una fiscalidad justa. Pagar impuestos sirve y tiene sus beneficios. Pero estos impuestos deben promover el incentivo, nunca asfixiar hasta paralizar la iniciativa ciudadana”, dijo la presidenta.

La realidad, de nuevo, es tozuda. La situación es muy difícil. Durante lo peor de la crisis, en Madrid llegó a haber 539.664 trabajadores sujetos a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Y hasta este lunes aún quedan 175.900 en esta situación: un 22% del total del país. La cifra de paro en la región alcanza las 429.798 personas.

Díaz Ayuso pretende paliar los efectos en el empleo y en la economía de la crisis del coronavirus con una ley de mercado abierto para que, con carácter general, todo producto, empresa o autónomo establecido en España pueda operar “libremente” en la región, sin necesidad de solicitar ningún otro permiso o licencia de actividad adicional.