Juana Ruiz, tras su liberación en Israel: "Ha sido una experiencia muy dolorosa"

Juana Ruiz, tras su liberación en Israel: "Ha sido una experiencia muy dolorosa"

La cooperante española pide ahora tiempo para reponerse con su familia, tras ser arrestada sin cargos el pasado abril por hasta 25 soldados que entraron en su casa.

La trabajadora humanitaria española Juana Ruiz fue dejada ayer por Israel en libertad condicional en un control militar de Cisjordania ocupada y ahora quiere dejar atrás los diez “dolorosos” meses que ha pasado en una prisión israelí.

La cooperante española, de 63 años y detenida el pasado mes de abril, confesó a los medios españoles, tras salir de la cárcel, que “ha tenido momentos muy malos, muy tristes, muy deprimentes”, sobre todo al principio de su detención cuando estuvo a “punto de rendirse”, pero ahora se siente feliz, “sin ningún rencor, ningún sentimiento malo”.

El pasado 17 de noviembre, un Tribunal miliar israelí condenó a Ruiz a 13 meses de prisión y una multa de 14.000 euros por “prestar servicios a una organización ilegal” y “recibir dinero e introducirlo ilegalmente” en Cisjordania, labor que desempeñaba en una ONG palestina que Israel considera ilegal.

Ruiz aceptó un acuerdo de culpabilidad para rebajar su pena, de cinco a dos cargos, aunque siempre se ha declarado inocente.

“Seguramente habrá mucho que contar pero ahora de momento lo único que necesito es un poco de descanso y reponerme moralmente y físicamente también y estar de nuevo con mi familia”, declaró al anochecer a los medios españoles tras salir hoy de la prisión de Damon, en la ciudad norteña de Haifa, donde cumplía condena.

Diez meses en la cárcel

El Ejército israelí detuvo a Ruiz sin cargos el pasado 13 de abril en su casa de Beit Sahour, Cisjordania, y la Fiscalía militar tardó 24 días en formalizar la acusación, como parte de una investigación de los Comités de Trabajos para la Salud, la ONG palestina donde la cooperante trabajaba desde 1986.

“Si no es una ocupación que vengan a tu casa a las cinco de la mañana a llevarte para interrogarte sin saber por qué ni para qué”, expresó sobre su detención, al narrar que la detuvieron “25 soldados, en una casa con tres personas mayores de 60 años, viejos”.

Hoy, Juana se mostró distendida y optimista, con ganas de conversar, y espera terminar de cumplir su pena el próximo mes de mayo en su casa de Cisjordania para después viajar a España por una “larga temporada”.

Ansiada libertad condicional

La defensa de Ruiz solicitó su libertad condicional, que le fue denegada en diciembre por un comité penitenciario, pero tras recurrir, volvió a evaluarse hasta que se le fue concedida la pasada semana, aunque solo hoy fue excarcelada.

Los servicios penitenciarios trasladaron a Ruiz desde la prisión de Damon, en el norte de Israel, hasta un puesto militar israelí, donde fue recibida por una representación del Consulado General de España en Jerusalén.

Más tarde se reunió en un restaurante cercano de territorio cisjordano, con su marido Elias y sus hijos George y María, quienes le han dado “la inyección de moral” para sobrellevar su estancia en prisión, declaró.

  Juana Ruiz, con el vicecónsul de España en Jerusalén, Ignacio Sánchez Taboada, ayer en el control policial de Jalama. ALAA BADARNEH / EFE

Ruiz contó que había hablado con el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, a quien expresó que está deseando volver a España para dar las gracias al “pueblo español”. “No sé cómo agradecerlo, no tengo palabras, me gustaría dar una abrazo a todo el mundo, uno por uno, se lo he dicho al señor ministro”, transmitió a su salida.

También agradeció el apoyo a sus compañeras palestinas presas, incluida la directora de la ONG donde trabajaba, Shatha Odeh, y para la que pidió “el apoyo necesario para su pronta excarcelación”.

Israel considera que los comités de Trabajo para la Salud desviaron fondos al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), considerado grupo terrorista también para la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, así como otras ONG palestinas que fueron posteriormente ilegalizadas.

“No sé a qué viene todo esto, ha sido una primera parte para ilegalizar todas las organizaciones de derechos humanos palestinas. Entonces somos una de ellas y ya está”, valoró sobre su sentencia.