Juego de tronos y el Imperio romano

Juego de tronos y el Imperio romano

HBO

Por  profesor de historia antigua, Universidad de Lorraine:

Aunque el universo de Juego de tronos está impregnado de un ambiente medieval, varios grandes personajes de la serie, como Daenerys Targaryen, Joffrey Baratheon o Jon Snow, parecen inspirados directamente en personajes de la Antigua Roma.

George R. R. Martin, autor de la serie de novelas adaptadas para la pantalla por la cadena de televisión estadounidense HBO desde 2011, reconoce que la historia del Imperio romano ha sido una de sus fuentes de inspiración. Así, por ejemplo, la idea del Muro procede de la muralla de 117 kilómetros de largo que el emperador Adriano construyó en el norte de Inglaterra hacia el año 120 d. C.

Martin relata su visita al lugar, una tarde de otoño: se estaba poniendo el sol y empezaba a refrescar. Cuando se marcharon los últimos autocares de turistas, el novelista experimentó el sentimiento de soledad y expatriación que debieron de albergar los legionarios romanos apostados allí para montar guardia, 2000 años atrás.

Naturalmente, la imaginación del autor transfiguró la muralla histórica, que se ha convertido en la inmensa edificación de hielo que aparece en la saga: desde lo alto de sus 200 metros, el Muro de Martin supera con creces la fortificación de Adriano. Sin embargo, su función es la misma que en la Antigüedad: proteger al mundo “civilizado” de una terrible amenaza exterior.

Para construir sus personajes de ficción, el novelista también ha podido explotar y adaptar elementos extraídos de la obra de historiadores antiguos, principalmente Suetonio, Tácito y Dion Casio.

Además, se ha inspirado de forma indirecta en la Roma imperial, a través de las series Yo, Claudio (I, Claudius, BBC, 1976) y Roma (2005-2007). Esta última, producida por HBO, al igual que Juego de tronos, ya ponía en escena una violencia y una crueldad estrechamente relacionadas con el universo político, las ambiciones personales de los jefes y el afán de dominación.

En el año 60 a. C., tres hombres poderosos forjan una alianza secreta para repartirse el Imperio romano: Craso, el hombre inmensamente rico, Pompeyo, aureolado de gloria militar, y Julio César, de ambición desmesurada y que sueña con transformar la República en monarquía. Cada uno de los tres miembros del “triunvirato” sufrirá una muerte violenta y horrible.

Craso, convencido de que podía medirse con los partos, enemigos de los romanos en Oriente, fue capturado tras su derrota en la batalla de Carras en el año 53 a. C. Según el relato de Dion Casio (Historia romana 40, 27), su vencedor lo ejecutó quemándolo con oro fundido. Viserys Targaryen sufrirá un castigo similar.

En el año 48 a. C., Pompeyo muere decapitado, la misma muerte que sufre Eddard Stark.

Cuatro años después, Julio César es apuñalado unas veinte veces por un grupo de traidores, entre los que se encuentra Bruto, su hijo adoptivo. “Tú también, hijo mío”, fueron las últimas palabras atribuidas a César. De la misma forma, Jon Snow será víctima de una conspiración urdida por su entorno. Es el joven Olly, reinterpretando el papel de Bruto, quien asesta el golpe de gracia.

Tras su muerte, Julio César, ídolo de la plebe, es divinizado, y se construye un templo en su honor en el Foro romano. Por su parte, Jon Snow resucita, siguiendo esta vez el modelo de Jesús, otra figura histórica de la época romana. Por su apariencia física, Jon Snow encaja claramente en la tradición de la iconografía crística. Sin embargo, su dimensión político-militar es cesarista: Snow posee el carisma y las virtudes del jefe ideal, que se pone al mando y al servicio de su pueblo.

En Juego de tronos también encontramos varias adaptaciones de personajes políticos de la Roma imperial. Al contrario que Julio César, que fue una figura muy positiva, Calígula, tercer emperador romano, representa al César delirante. Suetonio, autor de Vidas de los doce césares, nos describe a un tirano violento e imprevisible. Calígula presenta tres características principales: es joven, cruel y demente.

El parecido con Joffrey Baratheon es asombroso, incluso en el aspecto físico: el actor Jack Gleeson lleva el mismo peinado que el emperador tal y como aparece en sus retratos oficiales.

Además, Calígula ya había sido encarnado en la pantalla por Malcolm McDowell en 1979 (Calígula, de Tinto Brass). Esta película, que renovó el péplum por su dimensión a la vez erótica y cruel, es precursora de las series Roma y Juego de tronos, producidas por HBO. 

Según cuenta Suetonio, Calígula mantenía relaciones incestuosas con su hermana Drusila. En Juego de tronos también hay un amor prohibido, el que une a Cersei y su hermano Jaime.

Por su parte, Cersei guarda parecido con la emperatriz Agripina, mujer poderosa, astuta y sin escrúpulos, que quiso reinar a través de su hijo Nerón, que fue proclamado emperador con apenas 17 años, a una edad muy temprana, igual que Tommen.

Claudio, tío de Calígula, fue despreciado en su juventud debido a sus taras físicas, pues era cojo y tartamudo. Todos lo consideraban tonto, y su propia madre lo calificaba de aborto de la naturaleza. Sin embargo, Claudio demostró que poseía una sagaz mente política, igual que Tyrion Lannister. Calígula-Joffrey y Claudio-Tyrion, el sobrino y el tío, forman un binomio contradictorio: por un lado, el joven y cruel soberano; por otro, el hombre inteligente, denigrado injustamente por su físico. No hay que fiarse de las apariencias.

Boudica o Boadicea (hacia 30-61 d. C.) fue reina de los icenos, pueblo celta de la antigua Gran Bretaña, en la actual Norfolk. Tras la conquista romana, el sur de la isla se transformó en provincia del Imperio, y los pueblos locales, sometidos, eran tratados como esclavos por los colonos romanos. La propia Boudica fue apaleada, y sus dos hijas, violadas por legionarios. En el año 61 d. C., Boudica logró reunir un poderoso ejército y sublevar a las poblaciones humilladas contra sus amos extranjeros.

El historiador antiguo Dion Casio menciona a la reina en su Historia romana (62, 2): “Dejaba caer hasta la cadera su espesa melena rojiza”. Era guerrera y, armada con una lanza, arengaba a las tropas y las exaltaba para el combate.

La figura de Boudica llega a ser muy popular en Inglaterra a partir del siglo XIX: en Londres se erigió una estatua que la representa de pie en su carro, cerca del puente de Westminster. También ha protagonizado varias novelas y películas (por ejemplo, La reina de la guerra, 2003). Y se pueden comprar figuritas que la representan de manera más o menos fantasiosa.

Cualquier parecido con Daenerys

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original

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