Bernardo Montoya se sienta en el banquillo por el asesinato de Laura Luelmo

Bernardo Montoya se sienta en el banquillo por el asesinato de Laura Luelmo

Se enfrenta a una condena de prisión permanente revisable por los delitos de detención ilegal, agresión sexual y asesinato.

Bernardo Montoya, a la salida de la comandancia de la Guardia Civil en Huelva, el 19 de diciembre de 2018.A. Pérez/Europa Press via Getty Images

El caso Laura Luelmo, la joven zamorana de 26 años agredida sexualmente y asesinada en diciembre de 2018 en El Campillo (Huelva), llega a juicio este lunes. Casi tres años después, Bernardo Montoya, que se enfrenta a una condena de prisión permanente revisable, se sienta en el banquillo.

Será un jurado popular el que decida sobre la culpabilidad o no de Montoya, único acusado. Si bien en un primer momento confesó en sede policial, judicial y ante las cámaras de televisión, ser autor de los hechos, meses más tarde cambió su versión y aseguró que era inocente.

El acusado culpó a su expareja sentimental, quien, pese a constar en un principio como investigada, fue excluida finalmente de la causa. La Fiscalía solicita 32 años de cárcel y prisión permanente revisable por los delitos de detención ilegal, agresión sexual y asesinato.

Tres años de los hechos

La desaparición de Luelmo se produjo el 12 de diciembre, apenas cuatro días después de que se trasladara a vivir a El Campillo para cubrir una baja de la especialidad de Plástica en el instituto de Educación Secundaria Vázquez Díaz de un pueblo cercano, Nerva.

Cinco días más tarde, tras largas batidas por la zona en la que participaron centenares de voluntarios, su cuerpo fue hallado en un lugar conocido como Las Mimbreras. Al día siguiente fue detenido Montoya, un vecino del pueblo que residía en una vivienda frente a la de la joven y que tenía con antecedentes por asesinato.

  Concentración en repulsa del asesinato de Laura Luelmo.Alberto Diaz / GTRES

Relata el fiscal que alrededor de las 17.30 horas del 12 de diciembre el acusado abordó por sorpresa a la joven al volver a su domicilio tras hacer la compra en un supermercado cercano y, con ánimo de privar su libertad de movimiento, la introdujo a la fuerza en su domicilio.

Una vez dentro, comenzó a propinarle golpes y puñetazos dejándola malherida y, tras inmovilizarla, la trasladó a uno de los dormitorios y la agredió sexualmente. Después volvió a golpearla hasta la muerte, la introdujo en el maletero de su coche y la abandonó en el lugar donde fue encontrada sin vida el 17 de diciembre.

Tanto la acusación particular, ejercida por la familia de la joven, como la Junta de Andalucía -acusación popular- han solicitado prisión permanente para Montoya, quien lleva en la cárcel de Huelva desde el pasado 2 de noviembre, día en que fue trasladado desde la de Sevilla II, en Morón (Sevilla), a la espera del juicio.