La Biblia la escribieron "unos que iban hasta arriba de vino"

La Biblia la escribieron "unos que iban hasta arriba de vino"

Juzgar la ofensa a los sentimientos religiosos en un tribunal no religioso es como ir a misa para solucionar un ERE. Un sinsentido. Así que cada uno en su casa y dios en la de quien le deje entrar.

En mi anterior entrada escribí sobre el difícil camino hacia la laicización. En España y en Polonia hemos tenido últimamente un ejemplo casi paralelo de lo difícil que es separar Estado e Iglesia, pero al mismo tiempo de lo necesario que es hacerlo.

En Polonia hay una cantante llamada Doda. Su nombre real es Dorota Rabczewska. Para que nos hagamos una idea de lo que es y lo que representa, diría que es un intento de imitación del modelo Madonna: cantante pop rubia y provocadora. Goza de cierta popularidad como cantante e incluso ha sido jurado en alguno de esos concursos en los que se dictamina si alguien hace algo bien o mal en un escenario, ya sea cantar, bailar o romper nueces con el culo.

Doda fue durante un tiempo pareja sentimental del cantante de Behemoth, un grupo de black metal. Nergal, que así se hace llamar, es licenciado en filosofía y conocedor de la historia de las religiones por lo que su discurso no es nada simplista. Pues bien, por lo que parece, Nergal influyó en la visión del mundo de Doda, quien en una entrevista en 2009 en el portal dziennik.pl afirmó que creía "más en los dinosaurios que en la Biblia" porque le era "difícil creer en algo que escribieron unos que iban hasta arriba de vino y que fumaban hierbas". No busques la entrevista porque, además de ser en polaco, fue retirada hace tiempo del portal.

Ante esta afirmación los señores Ryszard Nowak, jefe del Comité de Defensa contra las Sectas, y Stanisław Kogut, senador del partido Ley y Justicia (PiS en sus siglas en polaco), de tendencia democristiana radical, no dudaron en denunciarla por ofender sus sentimientos religiosos.

Han pasado los años y finalmente, el 18 de junio de 2012, el tribunal de apelación de Varsovia ratificó la sentencia del tribunal de primera instancia y la condenó a pagar una multa de 5.000 zlotys, unos 1.250 euros, por ofender los sentimientos religiosos de dos personas.

Esta historia seguro que a muchos os recuerda la aventura culinaria de Javier Krahe. En el caso del cantautor éste fue absuelto ya que, según el juez, no tenía intención de "menoscabar, humillar o herir los sentimientos religiosos" en su creación artística. En el caso de Doda, el juez ha considerado que una entrevista no es parte de ninguna creación artística. De hecho, Nergal ya fue denunciado por los mismos Nowak y Kogut después de romper una Biblia durante un concierto y la denuncia no prosperó porque se trataba justamente de eso, un concierto, es decir, una expresión artística. Vamos, que si Doda, en vez de decir en una entrevista lo que dijo, lo hubiera cantado en una canción, no le habrían condenado a pagar esos 1.250 euros.

Pero no se trata aquí de unos pocos euros que no van a afectar excesivamente a la cuenta bancaria de Doda, ni de dónde dijo lo que dijo. Se trata de preguntarse por qué un tribunal de lo penal es apto para juzgar lo terrenal y lo celestial, por qué dos personas cuyos sentimientos han sido ofendidos son suficientes para representar a 40 millones de polacos quienes a lo mejor no se ofendieron, por qué un juez puede actuar en nombre de Dios y decidir qué es herir los sentimientos religiosos, y, finalmente, por qué no se la condenó a un padre nuestro, o dos.

En definitiva, juzgar la ofensa a los sentimientos religiosos en un tribunal no religioso es como ir a misa para solucionar un ERE. Un sinsentido.

Así que cada uno en su casa y dios en la de quien le deje entrar.