La cruzada de Sezar Blue con la que ha revolucionado el mundo 'foodie': "No voy a parar"

La cruzada de Sezar Blue con la que ha revolucionado el mundo 'foodie': "No voy a parar"

Entrevista al creador de contenido, que señala que está dispuesto a llegar hasta el Congreso de los Diputados.

Sezar Blue en uno de sus vídeos de YouTube.YOUTUBE SEZAR BLUE

El mundillo foodie —creadores de contenido sobre comida y restaurantes— saltó por los aires hace unos días por una publicación de César González, más conocido como Sezar Blue, con 120.000 seguidores en Instagram y los 424.000 suscriptores en YouTube.

Sezar Blue puso una foto en blanco como protesta ante lo que considera una mala praxis por parte de otros foodies, que, según denuncia, en connivencia con algunos restaurantes, publican contenido patrocinado sin anunciarlo.

Estas palabras de González provocaron un auténtico tsunami de reacciones y una ruptura inesperada. Pablo Cabezali, conocido por su canal Cenando con Pablo —más de 500.000 suscriptores en YouTube—, con el que ha grabado decenas de vídeos y ha compartido numerosos viajes lo bloqueó en Instagram.

“Hostia la que se ha liado”, reconoce al teléfono a El HuffPost unos días después de la polvareda. Tumbado en el sofá de su casa, con el tono pausado que le caracteriza y sin pelos en la lengua, Sezar Blue explica por qué ha emprendido ahora esta cruzada, hasta dónde va a llegar y cuál es su situación laboral actual con Pablo Cabezali, con el que ya no tiene relación pero con el que ha empezado a publicar los vídeos que grabaron de la Ruta 66.

- ¿Por qué has elegido este momento?

No, esto no ha sido así. Llevo años con esto pero lo que pasa es que como ha pasado esto con Pablo parece que estoy hablando de él y con la repercusión que tenemos se ha puesto esto en todas partes, pero yo llevo años con ello. Pero años. En mi perfil pone que soy independiente, en mi cuenta de Youtube también. Llevo ni se sabe el tiempo diciéndolo. 

Imagínate que llevas tres años votando a un partido político, entonces se retira el que está de dirigente y ponen a otro y sigues pensando lo mismo de ese partido pero la noticia es que ese se ha ido. Esto es lo mismo. Llevo unos años teniendo relación con una persona, por h o por b decido dejar de seguirla y ha coincidido con que por la mañana yo puse estos stories. Esto fue a las 10. A las ocho de la tarde pongo que ya no sigo a esta persona, que me ha borrado un comentario y la gente empieza a hacer ideas. Pues nada. La cosa es así. 

- ¿De dónde viene esta cruzada? 

Llevo tiempo cabreado con los foodies y con los restaurantes porque ambos se están lucrando, y a mí me da igual que se lucren, pero ambos se lucran de esa falta de información. La gente puede decir ‘hombre, puede pasar en otras cosas’. Pues no. Si sale Auron Play tomándose una Fanta con un mural lleno de fantas y no dice que es una publicidad se ve porque Auron Play no vive de tomar Fanta. Se ve que es un anuncio a la legua y ya. Con los restaurantes es distinto. Fanta hay solo una pero restaurantes hay cerca de 80.000 en España. Si tú tienes una cuenta donde se habla de restaurantes va a ser difícil saber si tú has ido motu proprio o te han contratado aprovechando ese resquicio. La gente cuela esas reseñas, para mí falsas reseñas, de restaurantes que han pagado con otras donde no le han pagado y no hay manera de distinguirlo. Esto a mí me tendría que dar igual pero no me da igual porque yo estoy en ese saco. Cuando alguien mire mi Instagram si sabe lo que hacen los demás tampoco sabrá distinguir en mi Instagram si yo he cobrado dinero o no he cobrado. 

Me perjudica porque las cuentas que viven de ese cuento tienen muchas más opciones a subir muchísimos vídeos cortos cada día. Yo no. Yo no me puedo ir de lunes a domingo a restaurantes para subir vídeos a mi perfil porque no me lo puedo ni permitir económicamente. Si me pagaran sería la leche. Como Instagram está premiando los vídeos y cortos el contenido no promocionado esta gente encima de mentir sube como la espuma. 

La gente cuela esas reseñas, para mí falsas reseñas, de restaurantes que han pagado con otras donde no le han pagado y no hay manera de distinguirlo
Sezar Blue

Cuando llegue una marca con la que sí pueda colaborar, porque yo nunca he estado en contra de las promociones, una marca de algo que no sea mi sector, ¿Dónde se van a fijar en el que tiene 300.000 seguidores obtenidos de una forma fraudulenta, por no decir muy fraudulenta, o del que es más pequeño no sube tanto contenido de ese tipo y no tiene tanta repercusión? Evidentemente se va a ir al otro. Eso a mí me hace sentirme mal. 

Si entro a un restaurante, los propios de un restaurante más de una vez me han dicho “no te podemos pagar nada”. Si es que yo no quiero que me paguéis nada ni que me invitéis a nada. He venido a comer y voy a grabarme mi plato, mi cara y mi comida comiendo y cuando termine os voy a pagar todo. Hasta en los restaurantes la gente se sorprende cuando llego y pido la cuenta. Debería ser lo normal y fíjate hasta que punto ha llegado con esta situación. 

- Hay gente que va a los restaurantes, cobran y no dicen que es pagado. Eso es lo que denuncias. 

No hay ninguna cuenta en Instagram de más de 50.000 seguidores que no haga esto con asiduidad. No que lo haya hecho, no. Que no haga esto con asiduidad. He lanzado ese mensaje y ninguna de esas cuentas me ha contestado y se ha dado por aludido. O si se ha dado por aludido no me ha dicho nada para desmentirlo porque saben que es verdad. 

Es una cosa difícil de perseguir. Tú ponte en la piel de Instagram. Instagram es un mundo lleno de gente haciendo de todo. Qué difícil sería ir uno por uno a ver si han cobrado, puedes demostrar, no puedes demostrar. Aprovechando eso esta gente coge más fuerza todavía y hace estas reseñas que para mí son falsas y que pasan por verdaderas. 

Hay distintas leyes que lo castigan pero quién se va a meter en un juicio contra una persona por cada restaurante. Está la ley de protección al consumidor y está la ley de anunciantes. Hay una ley que dice que está prohibido inducir a pensar a una persona algo en relación a lo que vendes que no es cierre. Está legislado. Lo que pasa es que en ninguna parte dice concretamente instagram o Youtube o TikTok la gente dice que no hay ley. Claro que la hay. Lo que no hay es nadie que lo quiera llevar a cabo. La Fiscalía no toma parte. Hacienda no tiene los medios para investigar esto de manera propia y esta gente se sigue aprovechando de ello. 

He hablado con abogados, con gente de Hacienda, con la Asociación de anunciantes. Se están aprovechando no de un vacío legal, se están aprovechando de alguien que vaya a decir en esto estáis engañando y estáis incidiendo la ley. 

- ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar?

Ya he llegado más allá de lo que me imaginaba. Ahora quienes están tomando cartas son los usuarios. Son los que están diciendo “ojo, esto pensaba que era verdad y no”. Y preguntan si es colaboración o no. De momento esto ha llegado muy lejos por el problema que hubo. No voy a parar, no voy a dejar de decir esto cuando a mí me apetezca o vea algo que sea muy flagrante. Para ir al Congreso a una Propuesta de Ley hacen falta 20.000 firmas y afortunadamente creo que tengo una masa de gente grande que me sigue que estaría a favor de que la cosa sea más transparente. Cuando tenga más tiempo contactaré con algún gabinete jurídico para hacer una propuesta de algo más concreto que estipule cuándo es un anuncio, cuándo una colaboración, cuándo una publicidad, cuándo debes poner algo o cuándo lo debes poner. 

- Este movimiento también ha despertado odio. A personas como Cenando con Pablo se le han llenado de insultos las publicaciones.  

No he visto los insultos como tal pero sí he visto que la gente se ha revelado y ha dicho “esto es mentira, has mentido, solo vendes colaboraciones”. Insultos sería si a mí me llaman melenudo delgadito pero como soy más bien gordito y calvo es una descripción de la realidad. Entonces la gente muchas veces llama hate a la descripción de la realidad. Tú llevas años engañando a la gente y la gente te pone comentarios diciendo “me siento engañado, ya no sé cuándo dices la verdad, no sabemos si te han pagado, has vendido tu opinión”. Es realidad. Es vender la opinión. Por ese motivo no quiero hacer reseñas de lo que es mi trabajo. En el caso de los restaurantes es lo más evidente. Si estoy yendo a un restaurante porque me han pagado estoy vendiendo mi opinión, buena o mala, pero estoy vendiendo mi opinión.

Es lo mismo que si me contrata una marca de teléfonos y me dice “tienes que hablar de las características de este teléfono” y las doy pero no me dedico a opinar sobre teléfonos, opino sobre restaurantes y si voy a uno y me han pagado he vendido mi opinión y creo que es de las cosas más tristes que hay.

No voy a parar, no voy a dejar de decir esto cuando a mí me apetezca o vea algo que sea muy flagrante"
Sezar Blue

Hay quien puede decir “jo, si lo necesitas”, ya te digo yo que conozco las cifras que se mueven en YouTube e Instagram y precisamente no les mueve la necesidad. Les mueve el ego, el coleccionar dinero. Una reseña de Instagram se paga, depende del trabajo que hagas, entre 300 y 2.000 euros. Tú me puedes decir si haciendo 25 reseñas al mes es necesario hablar de dinero. ¿Cuánto tienes? ¿Cuánto hay? ¿Cuánto no hay? Estamos hablando de cantidades masivas de dinero. Cuentas que suben contenido todos los días que prácticamente la totalidad está promocionado y que como mínimo están cobrando 300 euros. 300x30 son 9.000 euros de mínimo unos 25.000 de máximo, en ese rango. Multiplica por todos los meses y echa cuentas. 

Luego, y esto es la verdad y al que le duela que le duela, pongo la mano en el fuego y el cuerpo entero a que la gran mayoría de esas reseñas no se han pagado con factura. Y eso es una realidad. No ataco a nadie ni lo digo a nadie, es la realidad. Tú vas a comer al restaurante y tampoco pides factura pero creo no es lo mismo. El hecho de que no pidas la factura no has hecho nada mal, pero el hecho de que estés cobrando este dinero y lo pases en un sobre a tu bolsillo ya es una cantidad muy grande. Igual que si vas al supermercado y no pides la factura y no has hecho nada malo pero si te están pagando esos restaurantes en un sobrecito ese dinerito no pinta muy bien, ¿no?

- ¿Cuál ha sido el coste personal por denunciar esto?

El primer coste personal es que ese dinero no lo gano. Hay gente que paga coches de lujo al contado y yo voy a pagar mi coche a una financiación de 10 años. Esta gente tiene lo que se denominan fanboys. Cualquier cosa que tú digas negativa de su admirado lo van a volver contra ti. A mí también me han puesto en mis publicaciones de todo. Todos los días recibo una serie de insultos de todo tipo, en YouTube también, en las mías propias. De hecho si lees la famosa publicación en blanco verás que hay de todo, gente que me ataca sobremanera y otros que me apoyan. ¿Qué tengo en Instagram 100.000 seguidores? Imagínate que yo he atacado a todas las cuentas foodie, estamos hablando de cientos de miles de personas que admiran a estos foodies y que algunos opinan que por qué me he metido con ellos. Yo también recibo ese hate y aquí estoy sonriente y feliz.

A raíz de mi publicación en blanco las principales cuentas foodies dejaron de publicar contenido en stories y en post, algunos días más y otros unos días menos, y ninguno se ha pronunciado. Gran cuenta foodie es a partir de 50.000 seguidores, por decir un número, porque claro si es de 1.000 o 2.000 no los menosprecio, yo también estuve ahí, pero ahí todavía no está llamando el dinero a tu puerta. Cuando llama es cuando tienes más seguidores y es cuando tú ya tienes que decidir ¿lo cojo o no lo cojo? Y es muy difícil decir que no. Ninguna cuenta de más de 50.000 seguidores se ha pronunciado, es que no han dicho nada, como mucho decir oye toda esta polémica que se ha montado yo no opino igual. Una persona he visto que ha reaccionado, el resto ni una. 

- Te tengo que preguntar por tu relación con Pablo. Cuando saltó la polémica volvíais de un viaje por la Ruta 66, ahora están saliendo los vídeos que grabasteis juntos. ¿Cómo lo estáis haciendo si ahora no tenéis relación?

Te pongo un ejemplo. Imagina que en vez de ser youtubers somos albañiles y hubiéramos estado ocho meses levantando un chalet y a los 8 meses decidimos no trabajar juntos más, ¿Qué hacemos no le damos la llave al que lo ha comprado? ¿Lo tiramos abajo? Esto es lo mismo. Nosotros hemos estado durante 9 meses preparando esos vídeos, nos hemos ido a Estados Unidos. Pablo habrá dejado a su familia y a sus amigos, yo también he estado un mes fuera trabajando todos los días del mes. A parte tenemos unos contratos con unos patrocinadores. ¿Qué pasa que si ahora no decidimos no grabar más juntos destruimos los vídeos que hemos hecho? No tiene sentido. Todo ese esfuerzo y dinero que ha costado hacerlo lo tendríamos que tirar.

La gente que piense lo que quiera, otra cosa es que yo esta tarde quedase con él para hacer un vídeo pero este material está grabado. Todo el material va a salir. Aquí es el mayor hate que yo he recibido que si hipócrita, que eso no es digno, eres un vendido porque lo haces por los patrocinadores. Lo hago porque me ha costado un montón de trabajo hacerlo, porque he tenido que renunciar a mi familia todo este tiempo y porque he hecho un esfuerzo de la leche para poder grabarlo y no lo voy a dejar de publicar porque ahora con esta persona no tenga trato. Cada uno tiene los vídeos en su casa y los vamos a subir, como es natural, y el que lo quiera ver yo tan contento y el que no lo quiera ver también lo entiendo.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Álvaro Palazón es redactor de virales, televisión y de deporte en 'ElHuffPost' y trabaja desde Madrid. Es Licenciado por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Puedes contactar con él en alvaro.palazon@huffpost.es