Los grandes bulos sobre Greta Thunberg

Los grandes bulos sobre Greta Thunberg

Es nieta de Soros, engulle mientras niños africanos la observan comer, es "sucesora de Jesucristo"...

La activista sueca Greta Thunberg.EFE

Los bulos y desinformaciones que rodean a la activista sueca Greta Thunberg han vuelto a circular con motivo de la próxima Cumbre del Clima, que comenzó este lunes en Madrid y se celebrará hasta el 13 de diciembre con la presencia de representantes de casi 200 países.

Entre los asistentes estará la joven de 16 años, que prevé llegar este martes a Lisboa tras atravesar el Atlántico a bordo de un catamarán y es víctima habitual de las mentiras de sus detractores en internet, especialmente de imágenes manipuladas que ponen en duda su mensaje filántropo.

Un fotomontaje de Thunberg difundido por el hijo de Bolsonaro

El hijo del presidente de Brasil, Eduardo Bolsonaro, publicaba en septiembre un tuit en el que acusaba a Greta Thunberg de ser “la niña financiada por la Open Society de George Soros”, en alusión a la organización filantrópica del magnate húngaro dedicada a promover la defensa de la justicia, la educación o los medios independientes en todo el mundo. Esto le ha valido el rechazo de populistas de derechas y dirigentes autoritarios, especialmente en EEUU y Europa.

El mensaje se difundió acompañado por una fotografía manipulada en la que aparece Greta desayunando en un tren, junto a un grupo de niños africanos que la observan a través de la ventana.

Una búsqueda inversa desvela que la imagen ha sido manipulada. La fotografía original fue publicada por la propia activista en su cuenta de Twitter en enero de 2019, junto al mensaje “almuerzo en Dinamarca”, y a través de la ventana solo aparece un paisaje de árboles.

La imagen de los niños fue tomada por la periodista Stephanie Hancock para Reuters en agosto de 2007 y muestra a un grupo de menores que vivían en Bodouli, República Centroafricana, en un campamento improvisado de desplazados por la violencia provocada por los choques entre milicias rebeldes y el gobierno del exdictador François Bozizé.

Tras conocerse que es una fotografía manipulada, muchos usuarios han respondido al hijo del presidente brasileño con otros fotomontajes en tono irónico como uno en el que aparece Thunberg junto a la imagen del apuñalamiento de Bolsonaro.

Thunberg no es nieta de George Soros

Varias publicaciones se han hecho eco de una imagen que muestra a la activista sueca con el magnate George Soros. Sin embargo, está manipulada: en la fotografía original, publicada por Thunberg en Twitter en diciembre de 2018, aparece junto al exvicepresidente de EEUU, reconocido activista contra el cambio climático.

Ese montaje fue publicado originalmente por la web francesa Secret News, que se autodefine como “satírica” y “humorística”, pero otros usuarios la compartieron dándola por verdadera.

En esta web también señalan a Soros como el abuelo de Thunberg, pero lo cierto es que no hay ninguna relación familiar conocida entre ambos. Los abuelos paternos de la activista sueca son Olof Thunberg, actor y director registrado en la base de datos digital de cine sueco, y Mona Andersson, también actriz. Los padres de su madre, la cantante de ópera y exparticipante de Eurovision Malena Ernman, son Lars y Eva Ernman, como recoge un artículo del medio sueco Gefle Dagblad.

La iglesia luterana no ha nombrado a Thunberg “sucesora de Jesucristo”

En diciembre de 2018, la cuenta de Twitter de una parroquia luterana localizada en el distrito de Limhamn, en el sur de la ciudad sueca de Malmö, publicaba el tuit: ”¡Proclamación! Jesús de Nazaret ha nombrado a una de sus sucesoras, Greta Thunberg”.

Esta publicación desató la polémica, tanto por parte de usuarios que celebraban esta “profetización” de la activista, como parte de otros que tachaban a la Iglesia luterana de “blasfema” o montaban sus propias teorías conspiranoicas en vídeos de Youtube.

Lo cierto es que tan solo cinco días después del polémico tuit, la parroquia de Limhamn se disculpó a través de la misma red social y anunció que dejarían de utilizarla: “Querido Twitter: Si hemos lastimado a alguien, nos disculpamos, nunca ha sido nuestra intención. Nuestro sentido ha sido hablar de Jesucristo a nuestra manera. Ahora dejamos el escenario. Gracias por su compromiso, alegría y debate. ¡Que Dios te bendiga! Jonas Persson, pastor de barrio”.

La autoridad nacional de la Iglesia de Suecia ha intervenido, y la pastora portavoz Charlotte Frycklund señaló al medio sueco Kvälls Posten que en la institución hay “diversidad de votos” y “cada congregación es independiente”. Aclaró que las declaraciones de la parroquia de Limhamn no recogen la postura oficial de la institución y que no pueden “interferir en lo que tuitean”.

Fuentes

- Perfil de Twitter de Greta Thunberg

- Reportaje “Bush war leaves Central African villages deserted”, de Reuters

- Sitio web Secretnews.fr

- Base de datos del cine sueco “Svensk Film Database”

- Diario sueco Gefle Dagblad

- Perfil en Twitter de la parroquia sueca de Limhamm

- Diario sueco Kvälls Posten

  Los jóvenes han sido la voz de la conciencia medioambiental en el mundo agrupados en el movimiento activista Fridays for FutureEFE

Siete horas en un Tesla... y esto no es un bulo

Unas siete horas es el tiempo que tardaría la activista medioambiental Greta Thunberg en trasladarse desde Lisboa a Madrid en un coche eléctrico para participar en la Cumbre del Clima, la COP25, que comienza hoy en la capital de España y reunirá a representantes de más de 200 países hasta el viernes 13 de diciembre.

Thunberg quiere llegar a tiempo a esta cita contra el cambio climático en medios de transporte que no contaminen. En un viaje contra reloj está atravesando el océano atlántico a bordo de un catamarán que se prevé que llegue el martes a Lisboa.

Su negativa a montarse en un avión, por los altos índices de contaminación que genera, reducen las opciones al tren, el autobús o el coche, ya sea particular o compartido para estar en Madrid

En el caso de que eligiera hacerlo en cuatro ruedas, la opción, a priori, más ecológica sería hacerlo en un vehículo eléctrico.

El problema estriba en que los 627 kilómetros que separan las dos capitales europeos hacen casi imposible poder recorrer el camino de una vez sin parar a recargar el vehículo.