La galería de los horrores de la Convención Nacional del PP

“Será la escenificación de la unión del centro derecha”. “Servirá para poner en marcha la alternativa necesaria”. “Propuestas para construir el ilusionante futuro que merecemos los españoles”.

Con estas y otras muchas frases, los dirigentes del PP, con su presidente, Pablo Casado, a la cabeza, trataban de definir, horas antes, la Convención Nacional del PP, que comenzó este lunes en Santiago de Compostela y que concluirá este fin de semana en Valencia.

Lo que no se esperaban seguro los responsables del partido es que la Convención se convirtiera en una fábrica de titulares que ha dejado a más de un periodista y analista patidifuso ante las declaraciones de algunos de los ponentes.

Estos son los grandes ‘hits’ que ha dejado la Convención Nacional del PP:

Rajoy da la sorpresa

La Convención arrancó con la charla sobre “progreso y empleo” entre el presidente del partido, Pablo Casado, y el expresidente del Gobierno y del PP Mariano Rajoy.

Lo que no se esperaba Casado es que, en mitad de una de sus intervenciones, Rajoy aplaudiese una medida del actual Gobierno: “Hay algunas cosas que con ocasión de esta crisis, sobre todo en la parte paliativa, se han hecho bien en mi opinión. Primero, las ayudas del ICO. Creo que eso está bien y hay que decirlo”.

Mientras Rajoy pronunciaba estas palabras, Casado miraba a los presentes como un banco en plena crisis: sin dar mucho crédito.

“Segundo, los ERTEs”, prosiguió Rajoy, quien en este aspecto quiso recordar que ese “modelo” fue obra de su “equipo económico”.

Casado y sus hipérboles (I): Santiago

En esa misma charla con Rajoy, Casado quiso hablar del escenario donde se encontraban.

Y no escatimó en elogios hacia la ciudad de Santiago. No pierdan ripio:

A algunos, como al periodista Isaías Lafuente, le chirrió bastante:

El recado de Vidal Quadras

Alejo Vidal Quadras, exlíder del PP catalán y expresidente de la formación de ultraderecha Vox, fue ponente el martes en la mesa celebrada en Valladolid, durante el segundo día de Convención, titulada Unidad nacional y Estado autonómico frente al nacionalismo.

Junto a él, otro ex, esta vez de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta.

“Permitidme que lo diga con crudeza. Ya os he dicho que estoy aquí muy a gusto pero esto no me hace impedir decir lo que pienso. ¿Estamos de acuerdo, Pablo?”, dijo Vidal Quadras.

Los pelos se le pusieron de punta a más de uno. Casado asentía, qué remedio, esperando a ver qué le iba a soltar Vidal Quadras, que segundos antes había dicho que “echaba de menos” al PP.

Quién lo diría tras soltar esto:

Mientras lo decía, en primera fila Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, se giraba mirando a Casado, impertérrito ante el guantazo verbal que le acababan de soltar.

Porque esa frase se la hemos escuchado al propio Casado en numerosas ocasiones y el propio Mañueco lo había dicho apenas unos meses antes tras una Conferencia de Presidentes.

Sarzkozy, ese ejemplo

El miércoles la Convención viajó a Madrid, donde el plato fuerte era la charla de Pablo Casado con Nicolás Sarkozy, expresidente de Francia, quien vaticinó un futuro en La Moncloa a su interlocutor y apostó por una España unida, “con capital en Madrid y con un rey que representa la unidad de España”.

Tras escuchar a un expresidente de una República alabar así la figura de un rey, Casado se refirió a Sarkozy con estas palabras: “Lo que queremos es tomar los buenos ejemplos de gestión. Los buenos ejemplos siempre basados en unos valores y unos principios compartidos”.

Menos de 24 horas después de estas palabras, Sarkozy era condenado a un año de cárcel por financiación ilegal. Según el Tribunal que le condenó, Sarkozy se benefició de un sistema de doble contabilidad para superar el límite legal de gasto durante su campaña de 2012.

Ahora vuelvan a leer las últimas seis palabras de las declaraciones de Casado.

Toque de atención de una ponente

Para colmo de males, durante la charla sobre “Feminismo Liberal” celebrada esa misma tarde, la presidenta de Inspiring Girls, Paula Gómez de la Bárcena, no pudo contenerse y dijo lo que pensaba tras ver los ponentes de la Convención.

De la Bárcena, aplaudida tras estas palabras, aclaró que no lo decía “por cuota” sino “por justicia”.

ÉL

José María Aznar. No hace falta decir nada más, como diría Schuster.

Presentado por Casado como el autor del “milagro económico”, al que le preguntó cómo lo hizo, el expresidente del Gobierno se sentó en su silla y dejó una ristra de titulares que hicieron las delicias de los periodistas.

Pero dos destacaron por encima del resto.

Por un lado, cuando contestó al papa Francisco por la polémica sobre la colonización de América.

Y por otro, cuando se burló de esta manera del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al que ‘recordó’, entre las risas del personal, que “si no hubiesen pasado algunas cosas” él no “estaría ahí ni se podría llamar como se llama”.

El ‘premio’ del Nobel

De regalo para cerrar el día quedaba lo que tenía preparado el escritor Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura y premio declaración desafortunada de la semana.

La cara del presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, era todo un poema mientras Vargas Llosa decía lo siguiente:  “Los latinoamericanos saldrán de la crisis cuando descubran que han votado mal. Lo importante de unas elecciones no es que haya libertad en esas elecciones, sino votar bien. Los países que votan mal lo pagan caro”.

La imparcialidad del exjuez del PP

Muy comentada también ha sido la declaración que hizo en la última ponencia Enrique López, consejero de Ayuso y exjuez, quien aseguró, en primera persona, que “los jueces somos rabiosamente independientes”.

Las hipérboles de Casado (II): España

Ese día ya empezó bien cuando Casado dijo la siguiente frase sobre España: “España es, después de Grecia y Roma, la nación más importante de la historia de la Humanidad”.

Y el sábado llega ella