Isasaweis: "Comentarios de gorda he recibido todos los que quieras. Ahora, de lo contrario"

Isasaweis: "Comentarios de gorda he recibido todos los que quieras. Ahora, de lo contrario"

En su libro 'Come genial y no hagas dieta nunca más' desvela las claves de su transformación física.

Una semana antes del lanzamiento de su nuevo libro, Isabel Llano, más conocida en redes como Isasaweis, ya había conseguido agotar dos ediciones. “Es maravilloso porque es una confianza ciega. ¡Lo han comprado sin verlo! Es para estar agradecida siempre”, confiesa emocionada.

Dos días después de ponerse a la venta Come genial. y no hagas dieta nunca más se colocó en los primeros puestos de venta de la librerías. ¿Que qué tiene este libro que todas sus seguidoras lo quieren? Las claves —y más de 100 recetas— que atesora la conocida influencer para haber perdido 20 kilos y haber moldeado su cuerpo y derrochar actividad. “Es que no es sólo un cambio físico, sino también de energía y mentalidad”, puntualiza la protagonista.

“Estaba cansada de meterme siempre en la misma rueda: me encanta comer, quiero disfrutar de la comida y no quiero prohibirme nada”, nos cuenta. “Si me dejaba llevar no me veía bien, entonces quería adelgazar y me ponía a dieta. Y te metes en la rueda cansina en la que casi todos nos hemos visto”, explica. Hasta que encontró la fórmula de poder ir a cenar con amigos y disfrutar, o de irse de vacaciones y que a la vuelta no todo sean prohibiciones. “Se trata de adelgazar de forma sana”, advierte.

¿Conseguir bajar de peso no es cuestión de restringir y prohibir alimentos?

Realmente hay alimentos que no son buenos en nuestra dieta diaria: bollería industrial, alimentos procesados… Prohibirlos, hace que directamente los quieras más. Cuando tienes vía libre y posibilidad de elegir, sabiendo y siendo consciente de que detrás hay un objetivo que es estar sano y tener fuerza, tienes que priorizar los mejores alimentos. Pero eso no significa que el resto esté prohibido, aunque vamos a dejarlos para el día que nos apetece muchísimo.

El primero de tus mandamiento es “Vas a poder comer de todo”. ¿Seguro? ¿No hay una letra pequeña?

Frutas, verduras, legumbres, todo tipo proteínas… Pero todo en la medida que te gusten. Creo que en alimentación tampoco se puede decir “debes comer esto”. Tenemos un abanico enorme de frutas y verduras, pues si esta no te gusta especialmente, pues eliges otra. Si no te gusta la coliflor, ¡hay un montón para elegir! Las recetas que tienes que hacer en casa deben ser cosas que realmente disfrutes. Uno no se puede sentar a la mesa a comer algo que no le está gustando porque entonces no lo vas a mantener. Eso es lo fundamental para que esto funcione y mantener esos buenos hábitos en tu vida.

Tú pusiste en práctica todo esto hace diez años y has perdido 20 kilos.  ¿Qué hay de las que no tienen paciencia para esperar a que esa nueva forma de vida surta efecto?

Yo también fui así. Es verdad que los resultados motivan y lo queremos todo para ya. Eso ocurre cuando estás haciendo un gran esfuerzo, pero cuando haces algo que no te está costando y ves poco a poco los resultados ese ansia desaparece. Además, hay una cosa que hay que tener muy clara: los kilos que se pierden muy rápido se vuelven a coger rápido. Tienes que perderlos poco a poco, para que sea estable en tu cuerpo. 

La buena noticia es que, cuando tienes unos buenos hábitos de alimentación y has ido perdiendo peso poco a poco, ocurre lo contrario: uno se va una semana de vacaciones a Italia y coge cuatro kilos que pierde rápido.

En todo esto, ¿qué lugar ocupa el ejercicio? En redes te acusan de adicta...

Bueno, hay enfermedades asociadas a esa dependencia y no es mi caso. Si tengo adicción a la alegría y energía que te da el deporte. El deporte me ha ayudado a moldear mi cuerpo y a tonificarlo, pero lo que más me da es energía y fuerza para empezar el día. Yo hago deporte a primera hora de la mañana: me levanto, me tomo un café, me voy a hacer deporte y luego desayuno. Yo llego a casa con la cabeza funcionando, con energía y con fuerza. El día que no puedo ir, me arrastro. Bueno, tiene su explicación física: generas endorfinas y te enganchas a ello. Es más, ahora llevo una semana con una lesión en el brazo, me duele y no puedo hacer mucho ejercicio, pues hace diez días que salgo a caminar por la mañana y, oye, que se me quita el dolor. No sé a qué se debe. Camino 7-8 kilómetros a paso ligerito. Salir a caminar es fantástico, con tu música…

Al hilo de los comentarios en redes... Tú apareciste hace doce años en YouTube y fuiste una de las primeras influencers españolas. ¿Cómo ha cambiado todo esto?

Al aparecer Instagram todo cambió mucho y surgió este perfil nuevo de instagramers o de influencers que se dirigen a un público más joven y que comenzaron a darle mucho énfasis a la moda, a los viajes...  Los que nacimos antes contando truquitos hemos visto llegar una ola de gente que crea contenido fantástico de muchos tipos, de todo. Todo ha cambiado mucho y se ha profesionalizado porque, de aquellas, nunca hubiéramos pensado que esto se convertiría en una profesión. A mi, al año y pico de empezar, me ofrecieron un programa de televisión y en aquel momento tenia que venir a Madrid a hacerlo, así que dejé mis clases en el instituto.  Yo no esperaba que durase más de unos meses pero comprobé que podía vivir de esto que me encantaba. Aposté por ello, dejé definitivamente mi trabajo anterior y empecé a dedicarme profesionalmente.  Si quieres vivir de esto, tienes que dedicarle una jornada laboral.

Las redes sociales ahora son un territorio muy hostil. ¿Te has planteado dejarlo en algún momento?

Tanto como dejarlo no, porque lo bueno me pesa mucho. Me dedico a algo que me encanta. Ayudo a mucha gente –lo digo con toda la molestia del mundo, porque lo hago con una receta, un maquillaje o un truco— y siento el agradecimiento todos los días. Mira, yo cada vez que me siento a grabar un vídeo me da alegría y me aportan tanto los comentarios de la gente... Jamás lo dejaría por una crítica o por cosas feas.

Después de tantos años, tienes que entender que todo molesta a alguien. Lo blanco, a unos; lo negro, a otros; y la escala de grises, a otros. Comentarios de ‘cómo estás de gorda’ he recibido todos los que quieras. Eso antes. Ahora de lo contrario: que estoy obsesionada, que estoy enferma y que estoy delgadísima.

¿Cuáles son los que más te duelen?

Respecto a mi físico, no me duele ningún comentario en absoluto. También es verdad que una tiene una edad, pero a chavalinas más jóvenes creo que sí se les puede hacer bastante daño. A una mujer de mi edad le dicen “estás delgada y tienes cara vieja” y dices, pues vale, es que lo soy, tengo 45 años.

Me molesta cuando se trata de echar por tierra tu trabajo. Te cuento un ejemplo. Fui de jurado a una gala de un programa de televisión. Nos pidieron que fuéramos con vestido de noche y sandalias, y el plató era de tierra porque era una cosa de vacas. Pues imagina: ”¡Qué inaporpiada vas con ese vestido y esas sandalias! Otro día me ocurrió al revés: venía de la playa con mis amigos y fuimos a comer a un sitio donde otro amigo estaba haciendo una fiesta y me encantó verle allí. Subí una foto a las redes sociales y los comentarios fueron lo contrario: hay que ver, ir a la fiesta de tu amigo con esa facha… 

Yo creo que las personas que viven con la crítica en la boca ¡tienen tanto para ellas! Tiene que ser un desgaste estar todo el día buscando el ‘pero’ a las cosas. ¡Tiene que ser horrible!

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Mila Fernández es editora de branded content y redactora de LIFE en 'El HuffPost'. Convertir a los lectores en seguidores fieles de nuestras marcas es su objetivo. Antes fue redactora de viajes, estilo de vida y entrevistadora en varias publicaciones femeninas y de viajes. Además, ha sido locutora y presentadora y esa espinita se la saca conduciendo nuestro podcast 'Tarjeta Morada'.