La ONU denuncia que la ocupación israelí de Palestina es el motor del actual conflicto

La ONU denuncia que la ocupación israelí de Palestina es el motor del actual conflicto

Una comisión de investigación señala la persistente discriminación hacia los palestinos y una “cultura de la impunidad” que alimenta el pertinaz ciclo de violencia.

La ocupación de áreas de Palestina por parte de Israel es el principal factor de las actuales tensiones y la inestabilidad en la zona, y acabar con ella es esencial para poner fin al conflicto, señala el primer informe de la Comisión de Investigación de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados.

El informe de la comisión, aprobada en 2021 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y presidida por la veterana experta en derecho humanitario Navi Pillay, también denuncia la persistente discriminación hacia los palestinos y una “cultura de la impunidad” que alimenta el pertinaz ciclo de violencia.

Los desplazamientos forzados, las demoliciones, la construcción y ampliación de asentamientos de colonos israelíes, la violencia ejercida por éstos y el bloqueo de Gaza forman parte de esa cultura de la impunidad que contribuye a las tensiones, la inestabilidad y la prolongación del conflicto, señala el informe.

“Israel claramente no tiene intención de poner fin a la ocupación, y de hecho ha establecido políticas con el claro objetivo de asegurarse un control permanente del territorio palestino ocupado”, subrayó el australiano Chris Sidoti, uno de los tres miembros de la comisión.

Israel claramente no tiene intención de poner fin a la ocupación, y de hecho ha establecido políticas con el claro objetivo de asegurarse un control permanente del territorio palestino ocupado

Esas políticas incluyen medidas para “alterar la demografía” de esos territorios mediante el mantenimiento de la represión contra los palestinos mientras se crea un ambiente favorable para los colonos israelíes, lo que “alimenta la frustración palestina”, subrayó el jurista australiano.

Por otro lado, el informe acusa a la Autoridad Nacional Palestina de utilizar la ocupación israelí “como una justificación de sus propias violaciones de derechos humanos y de su incapacidad para organizar elecciones legislativas y presidenciales”.

Al mismo tiempo, el Gobierno de Hamas en Gaza “ha mostrado escaso compromiso de mantener los derechos humanos”, asegura el documento de la comisión.

Pese a criticar las acciones de ambas partes, el informe subraya que “sólo poniendo fin a la ocupación (israelí en territorios palestinos) podrán empezar a corregirse históricas injusticias y a avanzar hacia la autodeterminación del pueblo palestino”, en palabras del miembro de la comisión Miloon Kothari.

El informe será debatido el 13 de junio, durante la segunda sesión anual del Consejo de Derechos Humanos, que no contará con la participación de Rusia a raíz de que el país fuera expulsado de él por su invasión de Ucrania.

La comisión tripartita subraya en su informe su intención de continuar sus investigaciones y trabajar con mecanismos judiciales con el fin de avanzar hacia la rendición de cuentas de Estados, individuos y empresas por su papel en abusos y violaciones de derechos humanos relacionados con la ocupación.

  Una mujer llora, manchada por la sangre de su hermano muerto por tropas israelíes, en Hebrón, Cisjordania, en 2013. Bernat Armangue via AP

Israel se indigna...

Israel ha calificado de “sesgado” y “teñido de odio” el informe. “Está teñido de odio hacia el Estado de Israel y basado en una larga serie de informes anteriores tendenciosos y parciales”, dijo el Ministerio de Exteriores israelí en un comunicado de reacción.

Según agregó Israel, el informe “no es más que una pérdida de dinero y esfuerzo de los sistemas de Naciones Unidas”, mientras que su contenido también es “parte integrante de la caza de brujas que el Consejo de Derechos Humanos lleva a cabo” contra el Estado judío.

“El informe ignora años de terrorismo asesino por parte de grupos terroristas palestinos”, así como “la obstinación de larga data de los palestinos y la incitación viciosa y antisemita llevada a cabo” por la Autoridad Nacional Palestina, considera Exteriores, que acusa al Consejo de Derechos Humanos de la ONU de tener “un sesgo extremo” contrario a Israel.

A su vez, las autoridades israelíes aseguran que la Comisión de Investigación de la ONU ha dejado de lado “las verdaderas razones que llevaron a Israel a defender a sus ciudadanos”, y menciona el disparo de proyectiles por parte de grupos palestinos de la Franja de Gaza como el islamista Hamás, que en mayo de 2021 se enfrentaron a Israel en una escalada bélica en la que lanzaron miles de cohetes.

... y EEUU, también

Su aliado, Estados Unidos, también ha salido al paso del dossier calificándolo de forma muy parecida, de “sesgado y unilateral”. “Representa un enfoque unilateral y sesgado que nada hace por avanzar en el objetivo de la paz”, sostiene el Departamento de Estado en una nota.

El Departamento de Estado dice hoy que Israel resulta ser “el único país sujeto a una agenda concreta del CDH y recibe de éste una atención desproporcionada comparada con otras situaciones en el mundo  (...) La existencia misma de esa Comisión de Investigación es la forma actual de ese patrón duradero de enfocarse únicamente en Israel”.

El comunicado de la diplomacia estadounidense, que evita la palabra “Palestina” -en su lugar dice “Cisjordania y Gaza”, Jerusalén se quda fuera- concluye que el Gobierno de Washington “está firmemente comprometido con traer la paz a israelíes y palestinos y apoyará toda acción en la ONU que acerque a las partes en busca de la paz”.

Nueva escalada

Los resultados del informe se publican en medio de una nueva escalada de violencia en el conflicto palestino-israelí, iniciada en marzo y que se ha saldado con la muerte de medio centenar de palestinos en los territorios ocupados.

Fuerzas israelíes actúan casi a diario desde hace dos meses con redadas y operaciones de arresto en Cisjordania, tras seis ataques cometidos por palestinos o árabes-israelíes en Israel que causaron la muerte de 18 personas.

Entre los fallecidos ha habido varios menores de edad, así como la periodista Shireen Abu Akleh, de la cadena de televisión Al Jazeera, asesinada el mes pasado por disparos durante una incursión israelí en Yenín.