La oposición planta a cara al Gobierno francés con dos mociones de censura

La oposición planta a cara al Gobierno francés con dos mociones de censura

Parece poco probable que funcionen, pero la alianza de izquierdas y la extrema derecha evidencian las fuertes fricciones que tiene Élisabeth Borne con la oposición.

La primera ministra de Francia, Elisabeth Borne, el pasado 19 de octubre en la Asamblea, en París. EMMANUEL DUNAND via Getty Images

El Gobierno francés se enfrenta hoy a dos mociones de censura presentadas por la alianza de izquierdas y la extrema derecha que tienen pocas probabilidades de acabar con la primera ministra pero sí evidenciarán las fuertes fricciones con la oposición.

El partido de Marine Le Pen, el ultraderechista Reagrupación Nacional, y la Nupes, que congrega a la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon pero también socialistas, ecologistas y comunistas, presentaron el pasado jueves sendas mociones de censura como respuesta a la decisión gubernamental de aprobar parte de los presupuestos de 2023 por decreto.

Para resultar efectivo y obligar a dimitir a la primera ministra, Élisabeth Borne, las mociones tendrían que obtener el voto de la mayoría absoluta de la cámara, 289 diputados. Por tanto, parece poco probable que funcionen puesto que ambos partidos han adelantado ya que no votarán la moción del otro. Reagrupación Nacional cuenta con 89 diputados y la izquierda con 150.

Además, una mayoría de representantes de la derecha tradicional, Los Republicanos, adelantaron este fin de semana en una carta publicada en la prensa que no votarán estas mociones para no contribuir a la crisis económica y energética con más inestabilidad política, si bien piden al Gobierno que “aprenda a escuchar”.

La decisión de Borne de utilizar el artículo 49.3 de la Constitución para adoptar la primera parte del proyecto de ley de las finanzas para 2023, saltándose el voto parlamentario, no fue una sorpresa.

La oposición había adelantado su oposición al texto tras varios días de debates, donde lo máximo que se consiguió es que se hayan incluido en él un centenar de enmiendas al proyecto inicial, frente a las 3.000 presentadas.

Es más, se espera que el Ejecutivo vuelva a usar el 49.3 en otros proyectos de ley presupuestarios de aquí a finales de año, como el de Seguridad Social, e incluso con la polémica reforma de pensiones.