La desescalada más animal

La desescalada más animal

Cerca de 5.000 perros fueron acogidos durante el estado de alarma en España y 2.000 han sido abandonados con la desescalada.

Head of a labrador retriever puppy with watery eyes sitting on a leather chair in front of an overexposed window Calgary, AlbertaBack in the Pack dog portraits via Getty Images

Tener perro fue, durante el estado de alarma, la suerte de algunos y la envidia de muchos otros. El confinamiento permitía sacar a pasear a los animales para atender sus necesidades fisiológicas, lo que posibilitaba a sus dueños disfrutar del privilegio de salir a la calle. Los demás, ya se sabe.

Sin embargo, durante los primeros días desde que el Gobierno decretó el estado de alarma las protectoras de animales vieron cómo la demanda por hacerse con un perro se multiplicaba, casi al mismo ritmo que sus centros se vaciaban. Algunas llegaron a entregar todos los que atendían.

5.000 perros acogidos durante el estado de alarma

Según la Real Sociedad Canina de España (RSCE) se calcula que unos 5.000  fueron acogidos desde el pasado 14 de marzo. “Muchas familias aprovecharon creyendo que tendrían más tiempo para cuidarlo, o bien para entretener a los niños o incluso para tener un motivo de salir a la calle”, explican desde la Sociedad.

La Fiscalía de Medio Ambiente alertó de la picaresca y la instrumentalización de los animales y remitió a los fiscales delegados y provinciales una nota en la que alentaba a perseguir estos actos fraudulentos ante el pronóstico de un abandono masivo con en el inicio de la desescalada.

Así ha sido. Esta misma semana, la RSCE ha cuantificado en más de 2.000 perros la cifra de abandonos desde que comenzó el desconfinamiento en España, lo que supone un aumento del 25% respecto a hace un año.

2.000 abandonos desde que comenzó la desescalada

‘La Canina’ indica que, pese a que mayo es históricamente el mes más habitual para llevar a cabo esta deplorable práctica por coincidir con la llegada del verano, en este 2020 se ha producido un incremento que “enciende de nuevo las alarmas”.

Uno de los principales motivos que señalan desde la organización es la crisis económica derivada de la pandemia. De media, el gasto anual que supone tener una mascota ronda los 1.400 euros. Una cantidad que, ante la bajada de ingresos en el hogar, dificulta costear un veterinario, la higiene, alimentación y demás cuidados que requiere un animal. “Muchas personas que aumentaron la familia durante el confinamiento con una mascota empiezan a darse cuenta de la responsabilidad que conlleva”, lamentan.

El presidente de ‘La Canina’, Julián Hernández, recuerda que la pasada crisis económica dejó en España “un mal legado” en este sentido. “Si la solidaridad ha brillado en toda España en estos momentos tan duros, debe reflejarse también en el plano animal”, recalca. “Este año será atípico y los viajes se reducirán en gran medida al turismo nacional y a la casa del pueblo”, admiten desde la organización pero, a pesar de ello, creen que muchos dueños pueden optar por dejar atrás a sus mascotas.

Además, otra de las variables que puede haber influido en esta mala práctica, detallan, ha sido el miedo al contagio, donde los animales han sufrido las consecuencias del pánicoLa Sociedad destaca que “llegaron incluso a sacrificarse perros en China, mientras que en Italia varias asociaciones han denunciado que ya se han producido más de 2.000 abandonos”.

“Al final, las consecuencias de estas situaciones las pagan los animales y las protectoras, que más allá de la crisis económica, no pudieron recibir la ayuda de personas voluntarias”, cuenta a El HuffPost la presidenta del Partido Animalista (PACMA), Laura Duarte. 

Las acogidas se dispararon para poder salir a la calle"

Ethel es voluntaria en ’Nueva Vida’, una organización que lleva más de 15 años en activo dedicándose a la adopción y acogida de animales: “No hemos observado que los trámites de adopción se hayan disparado. Donde sí ha habido un gran cambio ha sido en el número de peticiones de acogida, y muy puntual durante el periodo del confinamiento. Más cuando dijeron que salir con perros a la calle era una de las excepciones permitidas”, relata.

“Nosotros no podíamos movilizar a los animales en esas circunstancias porque sabíamos lo que estaba pasando y porque había restricciones”, explica para añadir: “La petición, además, era sobre todo de perros adultos precisamente para poder sacarlos”.

“Yo tramito los emails y no daba a basto para gestionar las casas de acogida que salían, para responder que no teníamos movimiento, para no ser grosera y decir: sinceramente estás pidiendo un perro para poder salir”, se queja.

Desde el centro también han tenido que hacerse cargo, por motivos diferentes, de mascotas cuyos dueños estaban ingresados por el coronavirus. “Cada vez se va tomando más conciencia, incluso con la adopción y la compra, pero hay que tener en cuenta que estamos hablando de seres que para nosotros tienen muchísima importancia y todavía, por desgracia, hay muchos más abandonos que adopciones”.

Alejandra fue de una de las personas que decidieron acoger y sus motivos están claros. “Era algo que llevaba tiempo pensando, y al final, trabajando desde casa y viviendo sola vi la oportunidad perfecta para tener compañía y a la vez poder hacerme cargo”, explica.

“Soy consciente de que mucha gente habrá aprovechado la ocasión para saltarse las restricciones con una buena excusa. En mi caso fue algo así como el momento justo para lanzarme a algo que llevaba tiempo queriendo hacer, y además, era un cachorro”, por lo que no podía ni sacarlo a la calle. “Me parece incomprensible que la gente tenga tan poca conciencia y sentido de la responsabilidad”, denuncia.

Contra el abandono

Duarte recuerda que el abandono de animales es un delito en España, aunque, a juicio de PACMA, la pena que comporta es insuficiente: “Las administraciones no están del lado de los animales y no están ayudando a las protectoras. Somos conscientes de que hay gente que está pasando por una situación complicada y de que las mascotas suponen un gasto que les puede estar costando asumir, pero forman parte de nuestras familias y la última opción siempre debe ser el abandono. Debemos exigir ayudas para las familias vulnerables”, reclama.

Desde ‘La Canina’ ya han propuesto algunas medidas a la Dirección General de Derechos de los Animales del Gobierno con vistas a la redacción de la futura Ley de Protección Animal. Una de las primera solicitudes se centra en mejorar la identificación de los tutores de perros que llegan abandonados a refugios y protectoras. También reclaman la creación de un DNI animal, la bajada del IVA veterinario del 21% actual al 10% y una mutualidad o bono veterinario que permita cubrir los gastos médicos de los animales que viven con familias más vulnerables.

Además, las asociaciones y protectoras de animales recalcan la importancia de buscar alternativas al abandono: centros de protección, plataforma virtuales para encontrar nuevos dueños e incluso residencias temporales.

Porque no por mucho repetirlo deja de ser menos cierto: un perro no es un juguete.