La polémica ley contra los musulmanes que ha hecho levantarse a India

La polémica ley contra los musulmanes que ha hecho levantarse a India

Ya son 11 los manifestantes muertos en las protestas.

Protesta en Bangalore (India) contra la controvertida ley de ciudadanía.AP Photo/Aijaz Rahi

“Donde fracasó la oposición para encontrar un motivo que reuniera a todo el mundo, este régimen ha triunfado. Este no es un movimiento promusulmanes. Es un movimiento prorrepública”, explica a la edición estadounidense del HuffPost Badri Raina, profesor jubilado de Literatura inglesa y una de las miles de personas que estos días ha alzado la voz en las calles de India.

Desde hace dos semanas, los indios se manifiestan por todo el país para protestar contra una ley de ciudadanía que excluye a los inmigrantes musulmanes, en unas revueltas que ya se han cobrado la vida de 11 personas. Cuatro manifestantes han muerto este viernes en el estado de Uttar Pradesh (norte), el más poblado de India, con 200 millones de habitantes; tres personas murieron el jueves en protestas similares, una de ellas la ciudad de Lucknow, la capital de Uttar Pradesh, y otras dos en la ciudad de Mangaluru, del estado de Karnataka, en el sur de país. La semana pasada cuatro personas más murieron en el estado de Assam, señala la agencia Efe.

Todo comenzó cuando el lunes de la semana pasada, el Gobierno del primer ministro, Narendra Modi, presentó en el Parlamento una enmienda a la ley de ciudadanía que permitiría regularizar a los inmigrantes procedentes de Afganistán, Pakistán y Bangladesh llegados al país antes de 2014 y pertenecientes a las “minorías religiosas perseguidas” hindú, sij, budista, jain, parsi y cristiana.

Siento que es nuestra última oportunidad para luchar contra una decisión inconstitucional

La norma, aprobada en tres días por el órgano bicameral, provocó el rechazo de buena parte del país que la encuentra contraria al espíritu laico de la nación y discriminatoria hacia los musulmanes. Los musulmanes rohinyá de Birmania, por ejemplo, reconocidos por la ONU como la comunidad más perseguida del mundo, no serían elegibles para este estatus según la nueva ley.

Las manifestaciones subieron de tono después de que el pasado fin de semana la policía entrara sin permiso en una universidad capitalina destinada principalmente a musulmanes y cargara duramente contra los estudiantes.

  Las fuerzas de seguridad detienen a un manifestante en Meerut (India) el 20 de diciembre.STR/AFP via Getty Images

“Estábamos entre la multitud con pancartas en la mano. Y los policías empezaron a correr detrás de la gente”, cuenta Aditya Chaudhary, actor de teatro de 19 años. “Venían a por nosotros de todas partes”. El joven estuvo protestando el jueves por la mañana en Mandi House, una de las principales vías públicas donde la gente se reunió para protestar contra la discriminatoria ley de ciudadanía de Modi. Chaudhary fue uno de los pocos afortunados que no fue detenido ese día, según cuenta la edición estadounidense del HuffPost.

“Esto no va de hindúes o de musulmanes, sino de todos, que por primera vez en los últimos seis años nos hemos alzado juntos”, defiende. “Siento que es nuestra última oportunidad para luchar contra una decisión inconstitucional”.

Es fácil distinguir quiénes están propagando la violencia por la ropa que llevan
Narendra Modi, primer ministro de India

Las autoridades han impuesto restricciones de movimiento y comunicación en varias zonas del país como parte de las medidas para contener las manifestaciones.

En Delhi se han bloqueado internet y los teléfonos móviles y se han suspendido los servicios de trenes para impedir que la gente se movilice. El bloqueo de internet en la capital, una táctica practicada en Cachemira y en los estados del noreste del país, ha acentuado la sensación de una nación en crisis.

La respuesta de Modi a las propuestas también ha generado polémica. “Es fácil distinguir quiénes están propagando la violencia por la ropa que llevan”, dijo, un comentario que se percibió como una clara referencia a la comunidad musulmana de la India.

Parece que esta vez Modi ha infravalorado hasta dónde podía llegar la reacción de su pueblo.