La porquería con la que compiten TVE, Antena 3 y Telecinco

La porquería con la que compiten TVE, Antena 3 y Telecinco

¿'La casa de papel', una gran serie? Ya...

Úrsula Corberó en una escena de 'La casa de papel'.Netflix

Malaka no arrasa, pero convence. La serie de La 1 protagonizada por Maggie Civantos se estrenó el pasado 9 de septiembre con un doble capítulo con el que consiguió reunir a 1,8 millones de espectadores ante la pantalla. Los datos son buenos, eso sí, para lo que suele lograr TVE en el prime time. Sin embargo, hay alguien a quien no convenció nada: los críticos de televisión que vieron los primeros dos episodios en el FesTVal de Vitoria. ¿Os suena la historia? Eso es: La casa de papel.

La ficción, ahora, tiene un Emmy del que Antena 3 saca pecho cuando tiene ocasión. Desde entonces serie que lleva el sello Atresmedia, serie en la que la casa escribe antes de la cabecera que el grupo ganó un Emmy. Galardón que, por cierto, consiguió en noviembre de 2018, cuando la producción ya estaba en el catálogo de Netflix y la plataforma le había dado publicidad más que suficiente para convertirla en el fenómeno que es. Pero al grano: lo curioso es que el último capítulo emitido en la cadena marcó apenas un 12,1% de cuota de pantalla (1.798.000 millones de espectadores). Un mal dato después de arrancar con más de cuatro millones de espectadores.

Se podría llamar... ¿postureo? ¿Falta de criterio? Que cada uno lo defina como prefiera. El orgullo por la ficción española nos llega cuando esa misma ficción española tiene el respaldo de una gran plataforma y el reconocimiento mundial. Es entonces cuando todos nos convertimos en expertos que saben reconocer la gran calidad de nuestras series. ¿No tenía La casa de papel esa misma calidad cuando se emitía en abierto? Es la eterna lucha de nuestras cadenas: ellas lanzan la idea y otros se las ‘apropian’ (con derechos, claro). También hay otra forma de verlo, incluso se le puede dar la vuelta: ellas se las quitan de encima y luego, cuando triunfan, quieren reconquistarlas.

Malaka es muy lenta, no se les entiende al hablar, es muy larga... todo el mundo coincidió en lo mismo.

1. Es muy lenta: somos tan impacientes, que esperamos que una serie en su primer capítulo nos meta ya el acelerón en el cuerpo. Probemos a ver ahora el primer capítulo de cualquier serie que nos haya encantado, emocionado, puesto en tensión. Nos dejará muy fríos.

2. No se les entiende: son malagueños y hablan como malagueños, ¿y? ¿Desde cuando todos utilizamos un castellano tan puro, tan perfecto, que no admitimos LOS ACENTOS? Tampoco es que la dicción sea lo más brillante de La casa de papel...

3. Es muy larga. Tanto maratón y falta de programación a la antigua usanza nos han malacostumbrado. Vemos un capítulo de 50 minutos y ya no soportamos uno de 70. Lo siento mucho, especialmente por el cine.

Si Malaka —una serie que está más cerca del cine que de la televisión y en la que todo es realidad, pura y dura— se hubiese estrenado directamente en una plataforma de streaming, posiblemente estaríamos hablando de la buena ficción que se hace en España, de la calidad de nuestras series, de la edad de oro de las producciones españolas, y no de la porquería con la compite TVE contra sus rivales. Como de la mierda con la que competía Antena 3. El caso de Telecinco es otro cantar.