La preocupada reflexión de Gabilondo sobre lo que están haciendo los políticos españoles

La preocupada reflexión de Gabilondo sobre lo que están haciendo los políticos españoles

A medida que se acerca el fin del plazo para alcanzar acuerdos de gobierno.

CADENA SER

“El mundo no corre, vuela, y no nos podemos permitir el lujo de perder otros cuatro años en luchas fratricidas, obcecaciones, tacticismo liliputienses y vanidades ridículas. Sería una indecencia pública, sería traicionar al futuro del país, pero si las cosas van por donde ahora mismo pintan, hay motivos para preocuparse”.

El periodista Iñaki Gabilondo ha resaltado —en su comentario Para hacer qué, en la Cadena Ser— que a medida que se acerca el fin del plazo para alcanzar acuerdos de gobierno, “crece la expectación por saber quiénes nos van a gobernar en esta legislatura pero, sorprendentemente, se habla muy poco de lo que se ha de hacer”.

“Urge intentar amplios acuerdos para abordar en serio materias sustanciales a las que les han salido telarañas de tanto esperar en vano: la reforma educativa, la energética, ciencia e innovación, mercado laboral y competitividad de nuestra economía, cambio climático y nada digamos de la reflexión que exige la cuestión territorial”, ha explicado el periodista.

Para hacer qué

A medida que nos acercamos al fin de los plazos, crece la expectación por saber quiénes nos van a gobernar en esta legislatura pero, sorprendentemente, se habla muy poco de lo que se ha de hacer.

Son muchas las voces que llevan tiempo alertando sobre la importancia de esta próxima legislatura para acometer reformas imprescindibles en un mundo en vertiginosa transformación. Esta misma semana, desde Ana Patricia hasta Eduardo Marina.

Sin caer en la mitología de los consensos -pues el disenso es la madre de la democracia- todos sabemos que urge intentar amplios acuerdos para abordar en serio materias sustanciales a las que les han salido telarañas de tanto esperar en vano: la reforma educativa, la energética, ciencia e innovación, mercado laboral y competitividad de nuestra economía, cambio climático y nada digamos de la reflexión que exige la cuestión territorial.

Téngase en cuenta que la estabilidad que la sociedad reclama para hacer frente a todo eso no se le ha encomendado en exclusiva al Gobierno de la Nación, que por supuesto tiene la responsabilidad primera, sino a todos los partidos. Y así como para impulsar las medidas sociales que restañen en las heridas más sangrantes de la desigualdad, Unidas Podemos es imprescindible, para acometer las transformaciones de fondo que ya no pueden esperar más, se necesitan impulsos procedentes de todo el espectro político.

Como dijo que Goethe “no se trata de estar totalmente de acuerdo sino de ir por el mismo camino”. El mundo no corre, vuela, y no nos podemos permitir el lujo de perder otros 4 años en luchas fratricidas, obcecaciones, tacticismo liliputienses y vanidades ridículas. Sería una indecencia pública, sería traicionar al futuro del país, pero si las cosas van por donde ahora mismo pintan, hay motivos para preocuparse.