La reacción de Arguiñano al ser preguntado por su definición política de "rojo chillón"

La reacción de Arguiñano al ser preguntado por su definición política de "rojo chillón"

El cocinero también se ha mojado por la subida de precios de DiverXO, el restaurante de Dabiz Muñoz.

El cocinero Karlos Arguiñano en su programa de Antena 3.Antena 3

El famoso cocinero Karlos Arguiñano respondió este sábado en laSexta Noche a la definición política que hizo en su programa de que era “rojo chillón”.

El chef vasco no lo escondió y afirmó que sí, que él viene del mundo del metal y de un pueblo obrero como Beasain. “Es un mundo obrero total”, llegó a decir Arguiñano a José Yélamo, presentador del espacio de laSexta.

Detalló que en su pueblo hay una fábrica en la que se hacen las locomotoras o autobuses eléctricos y en la que trabajan 3.000 obreros. “Estoy orgulloso de haber trabajado en CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles)”, dijo.

Arguiñano insistió en que él viene “del mundo obrero, del mundo del buzo, de la soldadura, del cincel y del martillo”. “Eso lo sigo teniendo. Al final me he hecho empresario, pero tengo el puntillo rojillo que tenía cuando tenía 16 ó 17 años”, llegó a decir.

Además, recordó que su padre “era muy pobre pero muy de derechas”, algo que como confesó nunca lo llegó a entender. “Siempre le dije que menos mal que ganó la guerra, porque si la llega a perder... Era taxista y los dos últimos taxis se los compré yo”, explicó.

El cocinero incluso indicó que su padre, con el que discutía mucho, estuvo en la División Azul y le negaba el holocausto. “Empecé a pelearme en casa con él. No reniego de él para nada, era un tipo súper, pero para mí estaba equivocado”, remató.

Durante la entrevista, también se mojó entre otras cosas de la subida de precios del restaurante DiverXO, de Dabiz Muñoz: “Te puedo decir que es una cocina muy cara, porque para dar de comer a 30 personas tienes otros 30 en la cocina, y antes igual tenías un montón de ayudantes a los que les pagabas muy poquito o nada por estar aprendiendo. Hoy en día, la gente que tienes que tener trabajando tienen que cotizar, trabajan sus horas y es una cocina muy cara”.

“No tiene que dejar de investigarse en la cocina. A mí me parece muy bien lo que hace Dabiz Muñoz o Martín Berasategui, Arzak, Subijana... Es muy interesante porque alguien inventó los chipirones en su tinta, hacer un pastel de pescado, la mayonesa...”, añadió.

Finalmente, apuntó que si han subido de precios “no es para ganar más, probablemente sea para cubrir gastos”.

“Todos los grandes cocineros de los grandes restaurantes, el 80 o 90% se ganan la vida fuera de sus restaurantes, asesorando cadenas de hoteles, de restaurantes... porque con lo que les dan sus restaurantes no les llega”, concluyó.