La respuesta de Sánchez cuando se le pregunta por el cierre de Madrid

La respuesta de Sánchez cuando se le pregunta por el cierre de Madrid

También ha respondido a la posibilidad de aplicar el estado de alarma, recogido en la Constitución.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este jueves desde el Palacio de La Moncloa para anunciar un paquete de medidas aprobadas por el Consejo de Ministros, reunido en sesión extraordinaria, de cara a paliar la crisis por el coronavirus.

Tras su anuncio, los periodistas han preguntado telemáticamente, un hecho insólito hasta el momento, y algunos han querido saber qué piensa el jefe del Ejecutivo sobre la posibilidad de cerrar autonomías, como la Comunidad de Madrid, donde más contagios se han producido.

Sánchez ha querido trasladar un “mensaje de calma, serenidad y unidad” asegurando que “todas las decisiones se tomarán en coordinación y cooperación con las comunidades autónomas” y estarán “basadas en lo que nos diga la comunidad científica”.

El presidente del Gobierno ha pedido “confianza en quienes de verdad saben” sobre el coronavirus.

¿Estado de alarma?

Antes, Sánchez había contestado a la pregunta de si se plantea decretar el estado de alarma, previsto en el artículo 116.2 de la Constitución.

Sánchez ha dicho que está dispuesto a tomar las decisiones “que haya que tomar” para frenar la propagación del coronavirus y lo hará “donde haga falta y cuando haga falta”.

El presidente del Gobierno asegura que se trata de “una situación que no es estática, es dinámica” y que “el modelo de respuesta que tenemos está siendo el adecuado”.

La declaración del estado de alarma es una de las vías que podría usar el Gobierno con carácter extraordinario ante las consecuencias de pandemias como la del coronavirus para limitar movimientos de personas e intervenir locales de cualquier naturaleza, como pueden ser los hospitales privados.

La posibilidad de decretar ese estado ha sido planteada en diversos ámbitos en los últimos días ante la evolución del COVID-19 y es una opción que podría facilitar el aplazamiento de las elecciones vascas y gallegas previstas para el próximo 5 de abril, si finalmente se considera oportuno posponerlas.