La revista más importante de Alemania se refiere al rey Juan Carlos con dos palabras muy llamativas

La revista más importante de Alemania se refiere al rey Juan Carlos con dos palabras muy llamativas

Analiza "el ascenso y caída" del monarca.

El rey Juan CarlosGTRES

El semanario alemán Der Spiegel, la mayor revista de este tipo en Europa, ha dedicado un amplio reportaje a analizar el “ascenso y caída” del rey Juan Carlos I. Lo que más llama la atención es el epígrafe con el que esa publicación encabeza el texto: “El último macho”.

El artículo relata que después del final de la dictadura de Franco, el rey Juan Carlos I ayudó a que su país se hiciera “rico y democrático”. “Hoy está exiliado, con su legado empañado por posibles conexiones con el fraude fiscal”, constata.

La revista alemana asegura que el monarca emérito “ha cometido demasiados errores en los últimos años” hasta el punto de convertirse en “una carga” para Felipe VI, para la monarquía e incluso para “la estabilidad del sistema político español”.

“El ascenso y la caída de Juan Carlos I ilustran los profundos cambios que ha experimentado España en los 45 años desde la muerte de su ex dictador, Francisco Franco, en 1975”, subraya Der Spiegel.

En el artículo se reconoce que el rey ayudó a España a pasar de ser un Estado “casi medieval” a un lugar “de alta tecnología y la cuarta economía más grande de la Unión Europea”. Sin embargo, prosigue, en los últimos años el rey Juan Carlos no supo ver que los españoles habían cambiado y que si la monarquía quería sobrevivir debía adaptarse a la nueva cultura española y a renunciar a algunos provilegios.

La revista alemana critica que la prensa se abstuvo siempre de criticarlo públicamente, pese a que su estilo de vida daba lugar a muchos chismes. “La mayoría de los españoles estaban orgullosos de su rey macho que perseguía a las mujeres”, asegura.

Der Spiegel recuerda que ese “pacto de silencio terminó en abril de 2012”, con la cacería de elefantes en Botswana, cuando los medios españoles hablaron por primera vez de su “compañera”: Corinna zu Sayn-Wittgenstein-Sayn.