La ruta del conocimiento

La ruta del conocimiento

Una entrevista a la historiadora de las ideas Violet Moller.

Estatua de Sócrates. Anastasios71 via Getty Images

Todos sabemos y hemos estudiado que la cultura grecolatina se olvidó, aunque parte de ella se recuperara. Violet Moller ha publicado La ruta del conocimiento, un recorrido histórico por esa inmensa tragedia cultural. Entrevisto a Moller para que nos recuerde el porqué de esa lamentable pérdida de nuestra herencia intelectual. Siga la ruta: 

ANDRÉS LOMEÑA: Gracias a su libro he recordado que solo se conservan siete obras tanto de Esquilo como de Sófocles. ¿Qué le ocurrió a la civilización occidental para esta catástrofe cultural? ¿Fue un suicidio como el que cometió Ayax?

VIOLET MOLLER: No creo que fuera algo tan dramático. La mayor parte de la pérdida cultural de la Antigüedad tardía y de la Alta Edad Media fue debido al abandono: pocas personas de Europa Occidental estaban interesadas en leer y aprender en esa época, así que las bibliotecas se descuidaron y muchos libros prácticamente se desintegraron. Ni que decir tiene que también hubo momentos de destrucción activa, como cuando un nuevo régimen o fe se establecía y destruía lo anterior. Sin embargo, somos afortunados con los textos científicos, pues sobrevivió una buena proporción de estos.

A.L.: ¿Qué enfatizaría de Oriente Medio en su historia sobre la adquisición y pérdida del conocimiento? El historiador Peter Frankopan aspira a lograr una nueva historia universal.

V.M.: Estoy totalmente de acuerdo con la visión de Peter Frankopan de que revisemos nuestra visión del mundo respecto al pasado. Quizás sea inevitable que veamos la historia desde una perspectiva limitada a nuestro propio país, puesto que somos productos o prisioneros de nuestro tiempo y entorno, pero el tipo de historia en la que estoy interesada, la historia de las ideas y la cultura intelectual, tiene que mirarse desde un ángulo mucho más amplio. Las ideas no están limitadas a las fronteras nacionales. 

Los académicos de Oriente Medio desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de la cultura, especialmente en el ámbito de la ciencia durante la Alta Edad Media. A mi juicio, la idea más importante que promovieron fue el sistema numérico (de 1 a 9 y el cero), que originalmente vino de India, de ahí que se llamen números indoarábigos.

La mayor parte de la pérdida cultural de la Antigüedad tardía y de la Alta Edad Media fue debido al abandono.

A.L.: Mi ruta para el conocimiento de su libro han sido El giro de Stephen Greenblatt y La edad de la penumbra de Catherine Nixey. He leído algunas críticas muy negativas de este último, que se centra en el filósofo Damascio, y usted cita a Nixey tanto en los agradecimientos como en la bibliografía.

V.M.: Me gustan ambos libros y los encuentro realmente interesantes e inspiradores. No creo que nadie pueda cuestionar el hecho de que Greenblatt es uno de los historiadores más brillantes y originales del mundo moderno. Catherine Nixey también es una historiadora brillante, pero La edad de la penumbra ha sido su primer libro y para algunas personas fue una lectura incómoda. El registro histórico muestra que las autoridades cristianas destruyeron parte de la cultura clásica, mientras se apropiaban y preservaban otras partes. Es un asunto complejo y la religión es una materia muy polémica que dificulta escribir con objetividad, por lo que la evito tanto como puedo.

A.L.: Si pudiera recuperar un libro del pasado, pero solo uno, ¿cuál sería?

V.M.: Sin duda alguna me decantaría por el tratado perdido de Aristarco de Samos, que describió el universo con el Sol como centro mil ochocientos años antes de que Copérnico introdujera su teoría y recomenzara la discusión para que finalmente esa tesis fuera aceptada como la explicación correcta.

A.L.: ¿Está trabajando ya en un nuevo libro?

V.M.: Investigo la historia de ciertos tipos de tecnología, viendo cómo se desarrollaron durante el mundo antiguo y medieval y la relación que hay entre ambos mundos.

El registro histórico muestra que las autoridades cristianas destruyeron parte de la cultura clásica, mientras se apropiaban y preservaban otras partes.

A.L.: En su libro cuenta un viaje a Sicilia para escribir su tesina. ¿Desearía compartir alguna otra experiencia de viaje?

V.M.: He sido muy afortunada al ir a sitios increíbles para investigar. Me impresionaron los museos de Córdoba y Toledo y pasé unos días hermosos en Venecia, mirando manuscritos de la Biblioteca Marciana. El próximo destino por el que me siento más tentada es Estambul, aunque aún no he comprado el vuelo.

A.L.: ¿Alguna idea final que nos ayude a seguir trazando rutas?

V.M.: Me apasiona ver las imágenes de los manuscritos. Un amigo mío me regaló el año pasado The Medieval World Complete, editado por Robert Bartlett, un libro bellísimo que da vida a ese periodo mediante imágenes. Además, y pido disculpas por este anuncio tan descarado, copresento un podcast de historia llamado Viajes a través del tiempo que pregunta a los historiadores por un año particular de la historia para que nos describan tres de sus momentos fundamentales. Luego tienen que elegir uno para llevarlo al presente. Es una forma muy divertida de aprender historia.