La seguridad de los barcos de rescate, en riesgo tras la victoria ultra en las urnas italianas

La seguridad de los barcos de rescate, en riesgo tras la victoria ultra en las urnas italianas

La ONG que gestiona el barco de rescate Aita Mari muestra su preocupación ante su inminente salida al Mediterráneo central y el ascenso de Meloni y Salvini.

Giorgia Meloni, en su comparecencia de la victoria desde su cuartel general en Roma, el pasado domingo.Guglielmo Mangiapane via Reuters

El presidente de Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), Iñigo Mijangos, ha mostrado su preocupación tras el resultado de las elecciones italianas del pasado domingo. en las que la ultraderecha se ha proclamado vencedora, con Giorgia Meloni al frente, aliada de Matteo Salvini y Silvio Berlusconi. “Con la configuración del nuevo Gobierno es muy probable que los barcos de rescate lo tengamos mucho más complicado para salvar vidas”, constata.

Mijangos ha querido recordar que el programa de Hermanos de Italia, que se ha llevado un cuarto de los votos y es ahora la primera fuerza pol’itica nacional, propone “luchar contra las actividades de las ONG que favorecen la inmigración clandestina”, algo que podrían atribuir a barcos como el Aita Mari y que a pesar de ser “rotundamente falso, suele ser una excusa para criminalizar nuestro trabajo. Un trabajo, enfatiza, “que es obligación de los gobiernos europeos según las leyes internacionales”.

El presidente de SMH ha reconocido que los últimos años el trabajo de este tipo de ONG no está siendo fácil en la zona. “Ahora mismo hay cuatro miembros de la tripulación del barco Iuventa que se enfrentan en Italia a 20 años de cárcel acusados de tráfico de personas, cuando han salvado más de 14.000 vidas. Además, la embarcación alemana Sea Watch 3 fue bloqueada la semana pasada en este país sin ningún tipo de justificación”, ejemplifica.

La asociación teme que con el nuevo Gobierno se impida la entrada a puerto de las personas rescatadas, algo que contravendría la legislación internacional que obliga a trasladar a los náufragos en el mar a un puerto seguro o que aumente la espera en el mar para la asignación de puerto.

“En la última misión tardaron nueve días en darnos puerto. Una estrategia que solo pretende desgastar a las ONG y que provoca un sufrimiento extra que no merecen las personas que llevan meses o años sufriendo todo tipo de vulneraciones en sus largas rutas migratorias y que se ven obligados a permanecer más de 1 semana en condiciones muy difíciles y duras en los barcos”.

Finalmente, el presidente de SMH ha hecho un llamamiento al resto de Ejecutivos europeos y en especial al español ante su inminente salida al Mediterráneo central, el próximo mes de octubre: “Es imprescindible que los gobiernos europeos se unan para proteger a los barcos de rescate y les faciliten su labor en vez de obstaculizarla y criminalizarla. Ante las posibles complicaciones que puedan surgir,  esperamos tener el apoyo del gobierno español en la novena misión de Aita Mari que tendrá lugar en breves semanas y que solo pretende defender el derecho a la vida de todas las personas”, concluye.