Las intentonas de Woody Harrelson para llegar a su asiento en Wimbledon son lo mejor que vas a ver hoy

Las intentonas de Woody Harrelson para llegar a su asiento en Wimbledon son lo mejor que vas a ver hoy

El actor iba que saludaba al mismo dos veces.

Woody Harrelson, con expresión de absoluta estupefacción, como si no entendiera por qué la vida es tan injusta.YOUTUBE

El actor Woody Harrelson, conocido por protagonizar grandes éxitos como las series Cheers y True Detective, y películas como No es país para viejos y La delgada línea roja; ha protagonizado otra interesante escena.

La que tuvo lugar en la grada de la pista central del All England Tennis Club de Wimbledon, donde se disputó la final del torneo de dobles entre la pareja francesa Mahut-Roger Vasselin y la colombiana Cabal-Farah.

Ganó la pareja colombiana, pero no sabemos si el bueno de Woody se enteró bien del resultado final.

Porque el actor iba ‘un poco mecedora’, por decirlo suavemente, y, para colmo, tuvo verdaderos problemas para llegar a su asiento.

En pleno partido, el actor vio cómo un responsable de seguridad muy elegantemente uniformado le impedía el acceso.

“Pero qué”, parecía decir con la mirada Harrelson, quien llevaba en una mano una copa de vino blanco.

“Te tienes que esperar”, se intuye que le indica el agente a Harrelson, que no da crédito y se lamenta.

Tanto se lamenta que se echa para atrás y, como el vino no da tregua, no acertó a colocar el pie derecho sobre la escalera y casi se va de espaldas.

Harrelson ni se enteró, porque en su cabeza sólo había disgusto y eso se notaba en su mirada mientras le daba un buen sorbo al vino. “Cachis”, se le intuye en los ojos.

Poco después, Harrelson recibía permiso para llegar a su asiento. Y claro, el actor ya tenía otro rostro: sonriente, feliz y con un divertido sombrero sobre la calva.

Nada como una buena noticia. Saludo al guardia y para mi sitio.

Pero una vez allí, Harrelson vivió la cara b de refrescarse con un vino fresquito. Ya en su asiento, el actor se entretuvo con el teléfono móvil mientras se meneaba hacia delante.

Y luego, durante el partido, la televisión se dedicó a enfocarle sabiendo que iba a dar mucho juego.

Y vaya si lo dio.

Bravo, Woody, bravo.