Las tres cosas fundamentales de tu teléfono móvil en el que haces media vida
En 40 años, el 'smartphone' ha ido sumando funciones y se ha ganado un papel vital en nuestro día a día.
Es una de las primeras cosas que hacemos al despertar y de las últimas que hacemos al acostarnos: mirar el móvil. El smartphone es un apéndice de nuestro cuerpo y lo utilizamos para todo: comunicarnos, comprar, trabajar, contactar con una empresa, reservar cita en el médico, resolver trámites, ver el último estreno de cine, planear las vacaciones, consultar dudas...
En 40 años, el teléfono móvil ha ido sumando funciones y se ha ganado un papel vital en nuestras vidas. En sus primeros tiempos, nos convencieron de la practicidad de poder llamar y recibir llamadas en cualquier lugar y momento. Después, nos conquistaron con la utilidad de los mensajes de texto. Y ya en los 2000 se incorporaron las cámaras de fotos y vídeo, la conectividad, el 5G, el control de voz... y el teléfono ya es nuestra media vida.
Y como tal, en los últimos años, el mercado de smartphones se ha consolidado como el mercado tecnológico más importante. El desarrollo de nuevas tecnologías, la incorporación de la inteligencia artificial a los terminales y la búsqueda de rompedores diseños han creado un escenario de competitividad y exclusividad que hacen a los terminales obsoletos en poco tiempo.
Con todo esto, comprarse un móvil es una tarea que se complica con el paso del tiempo y puede llegar a desbordarnos. Ahora bien, especialistas y entendidos reducen a tres las cuestiones básicas a la hora de elegir un nuevo terminal, que cumpla todas nuestras expectativas y que no nos haga daño en el bolsillo durante mucho tiempo.
1. Cámaras: importa la calidad, no la cantidad
La función de fotografía y vídeo es una de los temas clave y diferenciales a la hora de elegir un teléfono.
Hasta hace bien poco, eran los megapixels los medidores de la calidad de las fotografías de los teléfonos, pero esto ha pasado a la historia y ya no son determinantes a la hora de decidirnos por un modelo de smartphone u otro.
Que disponga de doble o triple cámara trasera, una buena óptica que garantice una buena resolución, un buen procesador y un estabilizador óptico sí son garantes de la calidad de las fotografías.
2. Más RAM
La memoria RAM del teléfono es su memoria principal y fundamental para soportar mejor el paso del tiempo, la actualización de las aplicaciones y el peso de las nuevas. Además, determinará en parte la cantidad de operaciones que podrás hacer de forma simultánea.
Además, es fundamental que hagamos nuestro el hábito de limpiar cada cierto tiempo el teléfono de fotos, archivos y aplicaciones que no usemos. Y si vamos a estrenar un terminal, hay que intentar no llenarlo desde el primer momento con todo lo que ya tenía el anterior: antes de pasar los datos de un móvil a otro, mejor eliminar o guardar en la nube todos esos archivos.
3. Batería duradera y de carga rápida
La autonomía de la batería es un tema fundamental, especialmente si eres usuario exigente en cuanto a juegos, llamadas, series y redes sociales. Así que, es recomendable que la batería sea de, al menos, 3.000 mAh (miliamperios por hora).
De la misma manera, adquiere especial importancia el poder cargar la batería en poco más de una hora. ¿Y eso de qué depende? De que el móvil sea de carga rápida y de los vatios (cuanto más, mayor rapidez).
Si por razones económicas, conciencia ambiental o cuestiones éticas no quieres comprar un teléfono nuevo, piensa que el mercado de segunda mano de teléfonos móviles está en auge: los hay buenos, bonitos y a un precio muy asequible.
