Las tres semanas que conmocionaron las joyerías en Moscú

Las tres semanas que conmocionaron las joyerías en Moscú

Los ricos moscovitas se lanzaron, según cuentan las crónicas, a invertir sus ahorros en oro y relojes de lujo.

  Boutique cerrada de Bulgari en Moscú.SOPA Images SOPA Images/LightRocket via Gett

Y lo inimaginable pasó. Tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia llegaron las sanciones económicas al gigante europeo. Sus ciudadanos vieron cómo se desplomaba el valor del rublo, su moneda, los mercados accionarios dejaban de funcionar y el Banco Central Ruso anunciaba que no permitía la conversión de monedas. Los ricos moscovitas, que son muchos, se lanzaron, según cuentan las crónicas, a invertir sus ahorros en joyas y en relojes de lujo. Se trata de salvaguardar el ahorro, el dinero en los dos productos que puedes sacar en un momento dado del país.

Según Reuters y Bloomberg, las principales agencias de noticias que cubren la información económica del mundo, las ventas de Bulgari, por ejemplo, se habrían disparado en las últimas tres semanas en sus joyerías de Rusia. “A corto plazo se ha impulsado el negocio”, aseguraba el CEO de la joyería italiana, Jean-Christophe Babin, en una entrevista con Bloomberg, describiendo sus joyas como una “inversión segura”. Bulgari, la joyería italiana que pertenece al grupo LVMH, no ha abandonado Rusia “permanecemos aquí no por política, sino para el pueblo ruso”, argumentaba el máximo responsable de la firma.

Y ésta no es la única de las grandes marcas que mantiene sus puertas abiertas. Cartier, del grupo Richemont, todavía vende joyas y relojes en Moscú, y los relojes Omega del Grupo Swatch todavía están disponibles en el país, al igual que los Rolex.

Al igual que el oro, que puede servir como una reserva de valor y una protección contra la inflación, los relojes y las joyas de lujo pueden mantener o incluso aumentar su precio en medio de la agitación económica causada por la guerra, el conflicto o incluso la alta inflación. Son valores refugio. Los relojes difíciles de encontrar pueden venderse en el mercado negro por tres o cuatro veces su precio minorista. Todo depende de la necesidad.

En todo caso e independientemente del aumento de ventas que experimenten los fabricantes de relojes y joyas de lujo, pronto tendrán dificultades para abastecer las tiendas. Moscú cerró su espacio aéreo a los países de la Unión Europea y las empresas de logística más grandes del continente han detenido los envíos a Rusia. Se está vendiendo lo que “había en tienda”.

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Pilar García de la Granja es periodista, especializada en economía y finanzas. Licenciada en Ciencias de la Información por el CEES- Universidad Complutense de Madrid. En España ha desarrollado su carrera en Expansión TV, Onda Cero y el grupo Intereconomia y columnista en medios especializados como ElEconomista. Actualmente es corresponsal de Tele5 en Estados Unidos y colaboradora de El Programa de Ana Rosa en T5 y cofundadora de la plataforma especializada TheLuxonomist. Es autora de “¡Me equivoqué!” (Planeta) y “En qué jardín nos han metido: ideas prácticas para salir de la crisis” (Ed. Homo Legens).