Lo que creía que ya nunca se consentiría en la televisión (Parte 2)

Lo que creía que ya nunca se consentiría en la televisión (Parte 2)

Fran Rivera, que nooooo...

Fran Rivera.Getty Editorial

Escribí este primer post con la intención de reunir información para una segunda parte. Pero este mismo miércoles pasó esto:

La pregunta que me lanzó mi madre, que es una señora de 88 años, al enseñarle este momento televisivo fue:

— ¿Pero ese chico qué hace ahí? ¿No es torero? Pues que toree.

Quizá sería una reflexión que deberíamos hacernos todos. ¿A santo de qué Fran Rivera, que ya nos había convulsionado con otras intervenciones televisivas, es colaborador de un programa magazine de actualidad? Ignoro la respuesta. Lo que sí sé es que cuando la tele le da bola a comentarios disparatados e incluso peligrosos sobre temas delicados, como los que hizo el miércoles el torero, la tele está haciendo mal su trabajo. Lo bueno es que ya no quedan impunes.

Ayer me sentí orgullosa del mundo tuitero: lancé el hashtag #yonoloharía y el revuelo lo convirtió en TT. Hubo más casos. Carles Francino arrancó La Ventana situándose claramente en el otro lado. No lo haría. Ni Andreu Buenafuente, presentador de Late Motiv, que reaccionó con este monólogo:

Tampoco lo haría el director de El HuffPost, Guillermo Rodríguez, como dijo aquíNi Mikel López Iturriaga, el jefe de El Comidista; ni Bob Pop; ni Javier Durán, subdirector de Late Motiv; ni los de la revista Mongolia; ni Carlos Bardem; ni cientos de colegas televisivos, guionistas, cómicos, hombres todos, que se unieron al hashtag. No lo harían, Fran Rivera.

Cuando la tele le da bola a comentarios disparatados e incluso peligrosos sobre temas delicados, la tele está haciendo mal su trabajo

El caso es que el exabrupto del hermano de Paquirrín sobre el vídeo sexual ha estado a punto de romperme el relato que tenía preparado. Pero he decidido seguir poniendo el foco donde hay que ponerlo, pese a todo: la tele es mejor que antes en muchos asuntos, en parte gracias a otros medios alternativos que ponen en evidencia sus desmanes. Fran Rivera puede decir lo que le dé la gana en la cadena que le acoge como estadista, pero nosotros, al otro lado, podemos decirle que NO.

Así que ahí van seis cosas que ya no podrían pasar en la televisión de ahora, creo…

1. Matracas para niñas

Ningún payaso de la tele (ni en sentido literal ni figurado) se atrevería hoy a lanzar esto. Que ya hay que ser muy retorcido para hacer este puto plan semanal, también os lo digo… (basta con ver hasta el segundo 0.23).

2. Las chicas en biquini buscando guerra

Ningún creador de televisión, ningún programador haría esto hoy (hasta el segundo 0.30):

El programa se llamaba Tutti frutti y no Las Mamachicho, que lleváis toda la vida diciéndolo mal. Se le ocurrió el director de la cadena de entonces, Valerio Lazarov (mirad, jovenzuelos, no os voy a explicar quién es Lazarov), que había llegado directo desde Italia para poner en marcha Tele 5, recién nacida.

Gracias por tanto, Berlusconi. Ya nadie tiene tu coraje.

Oh, espera, que igual sí…

Esto pasó en 2018, en la TELE PÚBLICA (del minuto 32.47 al 33.11):

Un dato. Álvaro Pérez El Bigotes, se convirtió en el manager de Las Mamachicho y se las llevó de gira. Allí se enamoró de una de las chicas, Noemí Ramal, se llamaba. Se casaron, ella posó desnuda en Interviú, y luego, por sus propios méritos llegó a Canal 9 y presentó las Campanadas. No tengo ningún comentario para este momento:

Esta información BASURA que tengo en la cabeza, y que no lleva a ningún sitio, algún día me reventará en la cabeza.

3. Los hombres casposos y corruptos haciendo apología machista

En 1991, Valerio le dijo a su equipo: nos vamos a Marbella a emitir en directo un programa que va a presentar Jesús Gil. Eso era muy de Lazarov. Yo trabajé con él en la tele pública valenciana. Podía llegar al plató para empezar a grabar, descubrir que el rojo de las cortinas de terciopelo no era el mismo que el del vestuario de las bailarinas, pararlo todo y pedir unas nuevas. El caso, el hombre que inventó el zoom también ideó La Noche de tal y tal.

Era un programa de variedades que fue mucho más allá de una de las imágenes más patéticas emitidas en televisión. Aquí, comentadas por Faemino y Cansado, para hacerlas más digeribles:

Fue un programa infame que nos tragamos sin más y que llegó a tener datazos de audiencia.

4. Reírnos de los tontos del pueblo 

Era 1993. Arturo Pérez-Reverte presentaba Código Uno en TVE. Era una programa de sucesos que dejó poco tiempo después “porque se emitía basura”. Comprendo bien a Reverte…

Años después, Javier Cárdenas:

Este momento televisivo sucedió en Crónicas Marcianas, ya metidos en el siglo XXI. Al Payo José Manuel, uno de los personajes que acompañaba al único presentador cuya mala dicción no le ha impedido hacer radio y televisión, como si fuera Iñaki Gabilondo, nos lo sirvió el espacio en bandeja de plata. Era en plan, “jajajaja, mirad qué divertido, qué friki, por favor, qué loco”. El programa recuperó para la diversión algunas de las canciones que el rumbero había interpretado casi 30 años atrás. Canciones como Niña, no te modernices, con esta estrofa. En 2008:

La cogí del cuello

La tiré al colchón

Me lancé hacia ella

Le di un palizón

5. Los concursos de Miss España

Juncal Rivero (Miss España 1984) se ha quedado la licencia de este certamen, que hace ocho años dejó de emitirse en la tele, en un alarde de sentido común. Rivero aclaraba sus intenciones y anunciaba que estaba negociando la posible retransmisión en una cadena convencional. Tras leerlo llamé uno por uno a todos mis contactos de las generalistas y de algunas cadenas de TDT. Bueno, a las cadenas públicas no las llamé. Descarté de inicio tal posibilidad. El caso es que salvo que me estén mintiendo o mareando, lamento decirte, Juncal Rivero, que de momento sólo te queda YouTube.

Pero de momento, esto no va a volver a pasar…

Lo que no sé es de dónde van a salir participantes de GH Dúo o tronistas varios...

¡Oh, espera, que igual sí! Que esto pasó hace poco, en Tú sí que vales, con Risto Mejide, el hombre que nació como el enfant terrible de la tele para acabar siendo un anarquista de derechas: “No se si te habrás quitado la ropa interior, pero yo he manchado la mía”.

6. Las galas de José Luis Moreno y Moreno como concepto

Su último programa, atención todos, fue en 2016. Es decir, ayer. Se llamó Alfombra roja Palace. ¿Sucedió en Telecinco? Nooooo, en TVE, la tele pública. El programa era tan tan tan malo, tan absurdo, tan disparatado… Duró solo cuatro semanas. Su primera emisión tuvo un 5,8% de share, con 843.000 espectadores, que desde aquí os digo, me parece una barbaridad. Cada entrega le costó a la cadena pública 220.000 euros.

En casa estabas deseando que fuera un piloto, un ensayo, y que de pronto se fuera a negro la pantalla y llegara el Apocalipsis.

¿Y cómo sé que no volverá NUNCA?, os estaréis preguntando. Porque tengo fuentes… Bueno, en realidad no lo sé. Solo quiero creerlo para que la vida me resulte soportable.

Nos vamos con estos 45 segundos impagables, del 2002, haciendo apología de la ignorancia:

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