Lo que Moreno Bonilla prometió y no cumplió

Lo que Moreno Bonilla prometió y no cumplió

Nuestra tierra fue la primera región en toda Europa donde se pactó con la ultraderecha.

El presidente de la Junta de Andalucía, durante la recepción al Real BetisEuropa Press News via Getty Images

Moreno Bonilla prometió mucho, pero no ha cumplido casi nada. Mucha publicidad y propaganda, pero pocas realidades. No creó los 600.000 empleos prometidos, no hubo bajada masiva de impuestos, no se reforzaron las políticas sociales y Andalucía fue la primera región en Europa donde se pactó con la ultraderecha para conseguir el gobierno de la Junta. Así se podría resumir su legislatura.

En campaña prometió crear 600.000 empleos, pero luego se le olvidó. Hoy el presidente andaluz está a la cabeza del paro en nuestro país. No le preocupa dar esperanza a los jóvenes ni a las mujeres ni a los parados de larga duración, de hecho en los últimos tres años ha dejado sin gastar 1.500 millones destinados a la creación de empleo y consignados en los presupuestos andaluces.

Aunque el PP votó en contra de los fondos europeos, Moreno Bonilla reclamó los mayores recursos para Andalucía. Hoy, nuestra tierra ha recibido 1.923 millones de euros, pero la ejecución de estos fondos solo alcanzan el 7%. Son datos del propio consejero de Hacienda de la Junta. ¿Para que reclamaba tanto dinero, si ahora no lo ejecuta? ¿Por qué no ha movilizado todo este dinero en crear empleo y salir de la crisis?

Anunció también apoyar a empresas y a autónomos. Pero solo en 2021 se fueron de Andalucía 713 empresas. Esto ha supuesto la pérdida de 440 millones de euros en facturación. A ello se añade que 37.000 empresarios andaluces perdieron 370 millones de ayudas del Gobierno de la nación por la incapacidad de la Junta, que no supo o no quiso tramitarlas.

La salud de los andaluces y andaluzas cada día depende más de sus recursos económicos

Se comprometió además a bajar los impuestos, pero solo se los ha bajado a los que reciben herencias de más de un millón de euros por heredero, es decir, a los millonarios. Al resto de los andaluces les ha subido las tasas. Las ha subido para agricultores, ganaderos, la cultura o la sanidad, incluso ha implantado una nueva tasa para la práctica deportiva en los espacios naturales.

Prometió mejorar la sanidad, pero ha echado a 8.000 sanitarios a la calle. Su objetivo desde el primer día ha sido deteriorar la sanidad pública, para que la privada haga negocio. De esta forma, Andalucía junto a Madrid están hoy a la cola de inversión en sanidad pública en España. Ha destrozado la Atención Primaria y las listas de espera se han disparado. La salud de los andaluces y andaluzas cada día depende más de sus recursos económicos.

También dijo que mejoraría educación, pero también mintió. La educación en Andalucía está hoy en precario. Hay 4.000 docentes menos y ha eliminado 2.000 unidades escolares en lo que va de legislatura y sigue sin cumplir su compromiso de aumentar a 35 horas la jornada de las monitoras escolares.

Sobre dependencia es verdad que Moreno Bonilla no prometió nada, porque siempre ha querido cargarse esta Ley. Lo intentó como Secretario de Estado de Rajoy y también como presidente de la Junta de Andalucía. En 2021 fallecieron 10.000 andaluces mientras esperaban que la Junta les resolviese esta prestación. Son 680 días de espera. Además en nuestra región hay 35.000 mujeres de Ayuda a Domicilio que cobran únicamente seis euros la hora por su trabajo, pero él se niega a aumentar esta cantidad.

El Gobierno de Pedro Sánchez durante la pandemia ha destinado miles de millones para fortalecer las políticas sociales a Andalucía, pero aún no sabemos dónde Moreno Bonilla se ha gastado todo este dinero.

Sobre dependencia es verdad que Moreno Bonilla no prometió nada, porque siempre ha querido cargarse esta Ley. Lo intentó como Secretario de Estado de Rajoy y también como presidente de la Junta de Andalucía

Se podría hablar de miles de contratos a dedo, de los alquileres de las viviendas que les paga a los altos cargos de la Junta de Andalucía, de su negativa a bajar el precio del alquiler a los jóvenes, del nulo interés por preservar el medio ambiente, de las inexistentes inversiones para aumentar la capacidad hídrica en Andalucía y de muchas cosas más, pero eso lo dejaremos para otra ocasión.

En Andalucía no se cumplió lo que dice Feijóo, de dejar gobernar a la lista más votada, porque Moreno Bonilla perdió ni más ni menos que por 260.000 votos. Nuestra tierra fue la primera región en toda Europa donde se pactó con la ultraderecha. No hubo ningún problema en blanquear a Vox, ni en aceptar sus condiciones y propuestas, todo fuese para que Moreno Bonilla cogiese el sillón. ¿Esto era el cambio para Andalucía?