Los Beatles del siglo XXI son coreanos y no tienes ni idea de quiénes son

Los Beatles del siglo XXI son coreanos y no tienes ni idea de quiénes son

Los miembros de BTS no superan los 26 años y están llenando estadios en todo el mundo.

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En seis años han sacado nueve discos, han sacado tres películas y han protagonizado seis especiales de televisión sobre su trayectoria. Tienen un récord mundial en YouTube de más reproducciones en 24 horas con más de 74 millones e incluso han igualado un récord que solo ostentaban The Beatles: colarse en el número uno de Billboard con tres discos en un solo año. Todo con menos de 26 años y UN MES de vacaciones en los 2.000 días que tienen de carrera musical.

Se llaman BTS (Bangtan Boys, algo así como boyscouts en coreano) y son el grupo de k-pop coreano que lo está petando en todo el mundo. 

Detrás de estas siglas se esconden sus miembros, RM, Jimin, J-Hope, Suga, Jin, V y Jungkook, de entre 22 y 26 años. A pesar de que el k-pop —un género musical nacido en Corea del Sur que mezcla R&B, rap o funk— no ha sido especialmente popular fuera del continente asiático hasta ahora, ellos están consiguiendo moverlo fuera de sus fronteras.

Su single DNA, publicado hace dos años, acumula 840 millones de reproducciones en YouTube. Ocho veces más que el Malamente de Rosalía. Las escuchas del género en Spotify se han multiplicado en más de un 700% en los últimos cinco años y solo al estreno de su última película, BTS Bring The Soul: The Movie, acudieron unos 25.000 espectadores en España. 

Fuera de las redes, donde tienen cerca de 45 millones de seguidores entre Twitter e Instagram, también triunfan. En España, el 18 de junio lograron destronar del nº1 de ventas al rey de los superventas Ed Sheeran y a la extriunfita Aitana y no con un trabajo de estudio cualquiera, sino con la banda sonora de su videojuego BTS World.

“En España nos gusta lo internacional. Todo lo que se escucha en Estados Unidos –el principal mercado musical— llega aquí”, cuenta Laura Coca, periodista especializada en k-pop de Los 40.

Como puede parecer comprensible, en el movimiento k-pop la letra no es el pilar fundamental sobre el que sostiene su éxito. La melodía, la estética y los movimientos le ganan terreno, aunque sí se incluyen frases o palabras pegadizas en inglés. Generalmente son el título y el estribillo, el resto está en coreano, un idioma que solo estudia el 0,7% de los españoles.

Solo en 2019 han llenado el Busan Auxiliary Stadium (Busán, Corea del Sur) y el Arena de Gimnasia Olímpica (Seúl, Corea del Sur), dos noches seguidas cada uno: un total de 258.000 espectadores. Una cifra similar a llenar cuatro veces el Camp Nou. Y también han colgado el cartel de “no hay billetes” en varios estadios de Estados Unidos.

En seis años han sacado nueve discos, han sacado tres películas y han protagonizado seis especiales de televisión sobre su trayectoria. Además, han sido portada de las revistas Rolling Stone y Time, para la que también estuvieron nominados a personaje del año 2018.

  Portadas de la revista 'Time' de Octubre de 2018 y de 'Rolling Stone' en septiembre de 2017.Time/Rolling Stone

Su éxito no solo se limita a la música. En abril abrieron cinco tiendas temporales en Los Angeles, Chicago, Nueva York, Londres y París, que se suman a la Line Friends Store de Times Square (Nueva York) y a otras decenas de establecimientos en Corea. Son auténticas máquinas de hacer dinero con el merchandising. De hecho, la venta de todo tipo de productos la llevan también a los directos, donde igual que otros grupos de k-pop instalan puestos de maquillaje entre el público para vender sus línea de cosmética.

Quiénes son y cómo han llegado hasta aquí

La precocidad de los miembros es tal que incluso uno de ellos, Jungkook, era menor cuando nació BTS, en 2013. Todos son de Seúl y no se conocían poco antes de lanzar el septeto. El motivo es simple: tanto las boy bands como las girl bands son productos artificiales, una rentabilísima creación de una gran empresa comercial que, a partir de una idea, organiza un casting para elegir a los miembros del potencial próximo grupo de moda.

Los candidatos pasan una serie de audiciones hasta ser seleccionados. “Los entrenan con preparación física, coreografías y pruebas musicales. Viven todos juntos en una casa”, señala Coca. Es tal el control que tiene la productora que les exigen unas características físicas determinadas y llegan incluso a someterles a retoques estéticos.

Tras este entrenamiento, debutan en televisión con dos o tres canciones y ahí se dice que ha nacido el grupo”, explica Coca, que aclara que hay proyectos de grupos que no llegan nunca a ver la luz.

BTS, tras el que está la discográfica Big Hit Entertainment, surgió hace seis años y dio el salto a EEUU en 2018. Allí la banda ha logrado igualar el récord de The Beatles de conseguir tres discos en el número uno de ventas de Billboard en solo un año.

Detrás del éxito mundial también están las colaboraciones con artistas como Dua Lipa, Halsey o Steve Aoki, que les han permitido salir de su Corea natal y acercarse al público ajeno al k-pop. Ejemplo de lo que mueven cuando se juntan con figuras internacionales es que 24 horas antes de que uno de sus miembros, J-Hope, sacase un single junto a Becky G volvieron loco a medio mundo con los rumores de colaboración y una serie de tuits ‘secretos’ entre ambos. En cinco horas, el videoclip de su tema conjunto acumulaba más de 5,7 millones de reproducciones. 

Su afán por ganarse al público ajeno a la cultura surcoreana los llevó a The Late Show de Stephen Colbert, donde se presentaron el pasado mayo con una estética similar a la de The Beatles cuando pisaron EEUU por primera vez. De hecho, se han ganado el apodo de “los Beatles del siglo XXI”, según la BBC.

Ni su imagen ni su éxito no son comparables con ninguna otra boy band como los míticos Backstreet Boys o One Direction. “Es su cultura. Para ellos la imagen y la estética son muy importantes. Las coreografías y los movimientos son la clave del triunfo de estos grupos”, apunta Coca.

Ese boom tiene fecha de caducidad, aunque no los miembros de las bandas. Disuelto un grupo, muchos de sus componentes se retiran en el mundo de la televisión. Es el éxito hasta la extenuación, aunque BTS no ha llegado todavía a ese punto. Viven en una ola que solo les ha permitido tomarse un descanso de un mes en seis años.

La beatlemanía del siglo XXI

Las cifras que mueven y la recordada actuación en el programa estadounidense no son lo único por lo que se les relaciona con los cuatro de Liverpool. También son inmensamente populares por las hordas de fans que arrastran. Una auténtica legión que se hace llamar ARMY.

La vida del grupo está totalmente expuesta en redes sociales, según detalla la periodista Laura Coca. Suelen subir vídeos y blogs diarios del backstage de cada actuación y de cómo entrenan y hacen ejercicio. “Cuentan su día a día, los fans están enganchados y las agencias saben que eso vende”, detalla. Es parte fundamental del éxito, sobre todo entre el público adolescente, que consume compulsivamente sus contenidos en redes sociales.

Cuando la ARMY se mueve con algo, es capaz de batir récord. Ejemplo de ello es que “V de BTS” se convirtió en uno de los términos más buscados en Google en los últimos cinco años en todo el mundo por algo tan sencillo como una foto publicada por V en Instagram el 18 de junio en la que aparecía paseando en un parque de Busán (Corea). Diez minutos después de la publicación cientos de personas se trasladaron al lugar para buscarle. Esto llevó a que la organización elaborase un recorrido para los fans con sus pisadas y colocasen marcas en el suelo indicando dónde había estado. Y, por supuesto, se convirtió en trending topic mundial durante dos días.

La fuerza de los fans de los grupos de k-pop es tal que ellos mueven a los promotores y al grupo a los sitios que quieren tocar. Con una app llamada BTS World los seguidores de la boy band pueden controlar dónde y cuándo toca su grupo favorito.

Pero no acaba ahí, los fans pagan por distintos tipos de entradas cifras cercanas a los 200 euros. Estas se agotan rápidamente e incluyen complementos de todo tipo: desde acercarse y tocar a los cantantes durante los conciertos (hi touch) hasta hacerse fotos grupales con ellos pasando por el ya clásico meet&greet que en la cultura k-pop se llama fansign.

Esta máquina de hacer dinero facturó solo en 2018 más de 53 millones de euros, según la revista Forbes. Lo que les sitúa en el ranking de artistas mejor pagados por encima de famosos como la actriz mejor pagada de televisión, Sofía Vergara, de la también actriz Scarlett Johansson e incluso del propio beatle Paul McCartney.

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