Los cerebros se sincronizan sin hablar

Los cerebros se sincronizan sin hablar

Si tienes pareja, seguramente te habrá pasado muchas veces que sabes lo que la otra persona está pensando o sintiendo antes de que realmente lo exprese...

silhouettes of human brain123ducu via Getty Images

Los cerebros “hablan” sin necesidad de decir una sola palabra. El cerebro humano está tan adaptado a la interacción social que incluso sincroniza con otros cerebros. Un estudio así lo ha demostrado.

Los humanos hemos generado sociedades muy complejas en las que los individuos interaccionan de maneras muy variadas. La mayor de parte de la comunicación tanto verbal como no verbal transcurre en una constante predicción, comprensión e influencia de unos en otros. Durante la interacción, la información emotiva, sensorial o cognitiva están siendo constantemente reproducidas en los cerebros receptores, y usan respuestas acordes con las sensaciones que reciben.

Las mentes de los interlocutores se “entrelazan” y comparten para facilitar la reciprocidad. De esa manera, podemos anticiparnos a los actos de los demás para permitir el óptimo procesamiento neuronal y resolver mejor posibles problemas conjuntos.

Sería una forma de imitación o sincronización mental para ajustar las decisiones y reacciones en cada momento, en función de lo que presuponen que le pueda suceder a continuación. Así pensamos de manera conjunta más rápidamente sin necesidad de estar intentando comprender las palabras o las explicaciones.

Una forma muy potente de investigar lo que ocurre en los cerebros en la interacción consiste en analizar a dos personas simultáneamente en la resonancia magnética para captar la oxigenación de la sangre, y determinar las regiones del cerebro que están activas según los actos.

Así lo hicieron en un estudio efectuado en Finlandia, en el que analizaron simultáneamente a dos personas colocadas cara a cara. La idea era examinar de qué manera el contacto social activa de manera diferencial al cerebro. Cada persona tenía un casco ajustado a la cabeza para registrar simultáneamente lo que ocurría en cada uno de los cerebros según lo que hicieran.

Las parejas participantes debían tocarse los labios alternativamente según se lo indicaron. Al observar el escáner cerebral, observaron que tanto las zonas del cerebro encargadas de gestionar el movimiento como de los estímulos sensoriales estaban activadas en ambos sujetos. Como comenta una de las investigadoras del estudio “es como si las redes sensoriales del cerebro resonaran entre las personas mientras se tocan”. El cerebro parece anticiparse a la percepción sensorial del tacto, por ejemplo.

Este estudio demuestra que los cerebros de las personas que interactúan se sincronizan de manera flexible para trabajar conjuntamente. Las palabras sobran a veces, sobre todo si sienten empatía.

Si tienes pareja, seguramente te habrá pasado muchas veces que sabes lo que la otra persona está pensando o sintiendo antes de que realmente lo exprese. Nuestro cerebro está preparado para trabajar en equipo.

La sincronización entre los cerebros también parece hacerse mientras dormimos. Este diálogo incluso podría beneficiar el sistema cognitivo, la memoria, la gestión de las emociones, la interacción social y la creatividad. Sin embargo, los cambios del ambiente (por ejemplo, cambiar de habitación) puede afectar esa sintonía hasta que se restablece el patrón normal de adaptación. 

En un estudio reciente en el que se siguió la evolución del sueño en parejas estables se observó que había un 75% de sincronía.

Sin embargo, para que esta sincronía fuera enriquecedora y beneficiosa para ambos cerebros tenía que efectuarse en parejas consolidadas que tuvieran un vínculo fuerte.

Por otra parte, se sabe que dormir con cerebros con los que la sincronización no es buena puede generar trastornos del sueño.

En ese caso, es mejor dormir solo para mejorar la calidad del sueño. Este aspecto tiene que ver con el hecho de que el sueño es una situación de vulnerabilidad en la que se requiere una sensación de seguridad y tranquilidad. Por ello, si la mente no siente esa serenidad general puede encontrarse con un sueño más alterado, superficial y de peor calidad.

Por otra parte, se entraría en un círculo vicioso de mala calidad del sueño – peor gestión social y emocional – peores relaciones con tu pareja – mayor insomnio

Así que, si no eres “oníricamente” compatible con tu pareja, mejor dormir en habitaciones separadas y levantarse por la mañana con la sensación de descanso y más apto para recibir sonrisas y abrazos de “tu media naranja”.

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Raquel Marín es neurocientífica y catedrática de Fisiología. Coordina el grupo de investigación de «Señalización celular en enfermedades neurodegenerativas», de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, en la que también da clases. Estudió Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid, y fue allí donde se inició en la investigación médica. Máster y doctora en Biomedicina por la Universidad Laval de Quebec, sus tesis se centraron en investigar el sistema nervioso. Con posterioridad, y antes de llegar a La Laguna, trabajó en la Universidad Rockefeller de Nueva York. Investigadora de excelencia Ramón y Cajal durante cinco años, a lo largo de toda su carrera académica y profesional ha centrado su línea de investigación fundamentalmente en enfermedades neurodegenerativas asociadas al envejecimiento. Es autora de varias monografías y de casi un centenar de artículos científicos publicados en revistas internacionales referentes de su ámbito de estudio, ponente invitada en una treintena de congresos internacionales y conferenciante y divulgadora científica. Ha recibido el Premio a la Mujer Investigadora en Biomedicina en la Universidad Laval (Canadá), el Premio de Investigación Agustín de Bethencourt de la Fundación Caja Canarias, la Medalla Europea al Trabajo de Economía y Competitividad, y la Medalla de Honor del Instituto de Ciencias Forenses (Barcelona). En su página www.raquelmarin.net escribe un blog de divulgación sobre el cerebro, la nutrición y recetas neurosaludables. Dale vida a tu cerebro es su primer libro de divulgación, que tras cinco meses desde su publicación ha entrado en su 3ª edición.