Los mejores momentos de la convención republicana

Los mejores momentos de la convención republicana

Fuegos artificiales, arias y canciones de Cohen cierran una semana a mayor gloria de Trump y su discurso del miedo

Pese al inusual formato virtual, y la consiguiente ausencia de público, la Convención Nacional Republicana celebrada en Washington esta semana dejó varios instantes significativos.

Estos son los más destacados de cada día.

Lunes: fiebre por Trump

La intervención de Kimberly Guilfoyle, asesora de campaña de Trump y novia de Donald Trump Jr., fue uno de los más comentados por su vehemencia y teatralidad al defender las políticas del mandatario en contra de la “amenaza socialista” procedente de Cuba y Venezuela y en defensa del sueño americano.

“El presidente Trump es el líder que va a reconstruir la promesa de América (...) Lo mejor está por venir!”, culminó con los brazos en alto y casi a gritos ante una sala vacía dado que la convención se celebró de manera virtual por la pandemia del coronavirus.

Al término, su novio Donald Jr., que había hablado poco antes, se acercó para entrechocar sus puños en gesto de aprobación, y rápidamente las redes sociales se incendiaron con “memes” de la pareja.

Martes: nuevos ciudadanos y Melania

El presidente estadounidense, Donald Trump, no ha tenido reparos en utilizar la Casa Blanca como escenario de alguno de los capítulos más polémicos de la convención.

Uno de ellos fue su participación en la jura de nacionalidad estadounidense de cinco inmigrantes, procedentes de Bolivia y Ghana, Líbano, India y Sudán. “Siguieron las reglas, obedecieron las leyes, aprendieron la historia, abrazaron nuestros valores y demostraron que son hombres y mujeres de la más alta integridad”, afirmó Trump tras la jura.

Curiosamente, el presidente se ha caracterizado por tratar de disminuir de forma drástica la migración irregular y también la legal.

También el martes se vio por primera vez, y después de cuatro años en la Casa Blanca, a la primera dama, Melania Trump, ofrecer un discurso político en el que, además, reconoció el dolor provocado por la pandemia del coronavirus y ofreció consuelo a las víctimas en EEUU, en contraste con el beligerante discurso dominante en la convención republicana.

“Mi más profunda simpatía va con todos aquellos que han perdido a un ser querido, y mis oraciones están con aquellos enfermos y en sufrimiento”, dijo.

Melania Trump comentó, también, la agitación racial que vive el país, con olas de protestas ante los repetidos casos de brutalidad policial contra ciudadanos afroamericanos.

“Es una realidad dura -subrayó - No estamos orgullosos de partes de nuestra historia. Animo a la gente a centrarse en nuestro futuro, mientras todavía aprendemos de nuestro pasado”.

Miércoles: China, China, China

En el diverso grupo de participantes, desde senadores y altos cargos a estadounidenses de a pie, también sobresalió Chen Guangcheng, un disidente chino que escapó en 2012 de China con la ayuda de la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton.

Sin embargo, Chen respaldó rotundamente al magnate y pidió reelegirle “por el bien del mundo”, para que “detenga la agresión” de Pekín.

El abogado ciego, refugiado en Estados Unidos desde hace casi ocho años, apareció en la Convención Nacional Republicana con un discurso muy crítico con Pekín, lo que fue hábilmente empleado por la campaña del mandatario, quien ha señalado a China como su principal adversario global.

“Estados Unidos debe usar sus valores de libertad, democracia y el Estado de derecho para reunir a una coalición de otras democracias que detengan la agresión de China. El presidente Trump ha sido un líder en este ámbito, y necesitamos que otros países se unan a él en esta lucha”, afirmó.

Jueves: bocinas de protesta

Mientras el presidente Trump ofrecía su discurso de aceptación de la candidatura republicana para las elecciones de noviembre, cientos de manifestantes se concentraron esta noche en la recientemente bautizada plaza Black Lives Matter, en frente de la Casa Blanca con bocinas y silbatos para protestar.

“No podía quedarme en casa. Es una desgracia que Trump sea el presidente”, proclamó Susan, una afroamericana que no quiso revelar su apellido, a la vez que aporreaba un tambor.

Dentro del programa de la convención, el momento más emotivo de la noche fue el discurso de los padres de Kayla Mueller, una joven secuestrada y asesinada en 2014 por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria. “El equipo de Trump nos dio la empatía que nunca recibimos del Gobierno (del expresidente Barack) Obama”, aseguró Carl Mueller.

Trump hizo de la Casa Blanca, edificio del Gobierno, un instrumento partidista, usado por el bien de su partido, algo insólito. Una fiesta republicana que terminó con fuegos artificiales alumbraron el cielo. Tras los truenos, el tenor Chirstopher Macchio cantó la aria Nessun Dorma, de Turandot, de Giacomo Puccini, popularizada por Luciano Pavarotti.

Desde la terraza de la Casa, el tenor luego cantó Hallelujah, de Leonard Cohen, Ave María, de Franz Schubert, y los clásicos americanos God Bless America y America, The Beautiful.

Los invitados, la mayoría sin mascarillas, vieron el discurso del aceptación de la nominación republicana del presidente en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, que estuvo adornada con una hilera de banderas y una pantalla gigante con fondos azul que decía “Trump Pence”.