Los pezones de Terelu: el doble juego de Las Campos

Los pezones de Terelu: el doble juego de Las Campos

Carmen Borrego, María Teresa, Terelu, Telecinco y compañía. ¡Ay!

GTRES

Hay una regla no escrita en la televisión. Si hablas en ella, sea de lo que sea, no no se puede esperar no generar comentarios, y mucho menos en los programas de entretenimiento. Años de experiencia avalan a Las Campos —como ellas se empeñan en recordar constantemente para librarse de la etiqueta de enchufadas— y aun así parece que no se dan cuenta de que, aunque hayan sido periodistas, ahora ejercen como tertulianas y, sobre todo, como protagonistas. Así que no, Terelu Campos, Carmen Borrego e incluso María Teresa (y si apuramos, Edmundo ‘Bigote’ Arrocet) no son palomita suelta.

Habrá espectadores que le compren su discurso, pero Las Campos de ingenuidad van muy cortas. ¿Eso significan que sean los ogros de la leyenda de Telemadrid que les ha perseguido siempre? Posiblemente no, aunque crean ser tan estrellas como Antonio Banderas en Málaga, según fuentes locales. Pero tienen un doble juego que han intentado esconder y que ya no pueden seguir ocultando. Ahora solo les queda coger aire.

Hemos perdido la cuenta del número de portadas de la revista Lecturas que han protagonizado Terelu, Carmen y María Teresa, juntas o por separado, con hijas o sin ellas, con novios o con proyecto de novio. Y eso que hubo un tiempo en que la excolaboradora de Sálvame no estaba precisamente contenta con la cabecera dirigida por Luis Pliego... Aun así, cada vez que alguien de televisión tiene algo que decir sobre los reportajes, Sor Ángela de la Cruz —como la apodó Mila Ximénez—, acababa llorando. Las lágrimas (tan sufridas) eran muy rentables: Terelu se deshidrataba cada X tiempo con cada una de sus exclusivas.

Terelu encaja mal el juego, y eso que ha sido parte activa de él en ambos roles, el de protagonista y el de ‘comentarista’. No trabajaba... ¿en Sálvame? Si no tenía las ideas claras, su madre o su hermana le podrían haber alumbrado, pero en lugar de eso le dieron calor dentro del plató: se sumaron al equipo del programa, una como defensora de la audiencia en su momento (cuando tenía contrato con Mediaset y no rabiaba contra la cadena) y otra como colaboradora. Pero la tortilla (o la tarta) se dio la vuelta y le dio de lleno en toda la cara a Las Campos. Bueno, a una de ellas en el cuello...  Un drama orquestado por un personaje malvado, payasín.

¿Cómo suena de momento el esperpento? Surrealista, ¿no? Pues hay más... María Teresa se quedó sin contrato con Mediaset, una espinita que lleva clavada, y sus hijas abandonaron Sálvame para siempre. Sí, esta vez de verdad, después de abandonarlo para siempre incontables veces. El programa se lo montaba bien, como de costumbre: música de funeral, luces bajas, pantallón y unas lágrimas. Al final, la presión venció. Pero no la mediática.

Ahora, Carmen y Terelu ocupan la franja horaria que pertenecía a su madre. Antes eran colaboradoras de Qué tiempo tan feliz, con Teresa (así se refiere Terelu a ella en público), y ahora lo son de Viva la vida, con Emma García o Sandra Barneda, según la época del año. Y seguro que no le pilla por sorpresa que si habla de sus pezones en Lecturas —¿cuánto tiempo lleva contando las mismas historias sobre su enfermedad?—, también lo tiene que hacer en Telecinco. Aunque sea por justicia y sacar a Alejandro Sanz del barro en el que lo ha metido. Por eso, al final acaba explicando en televisión, y con cierto pudor que ella misma se ha provocado, que los tiene y nadie se los tiene que regalar.

Un titular sacado de contexto... al que se ha unido su hermana una semana después. Sí que estaban molestas, sí. Si todo el mundo de la tele se va de vacaciones este mes, Las Campos hacen su agosto. Y encima van y se retan a ver quién está más divina en bañador. Porque si llevan años hablando de sus complejos, de que viajan a Miami protagonizando un reality para someterse a una cirugía, de que les cuesta mirarse al espejo, de que les afecta tener papada... Luego van y se liberan de ellos de golpe. Es el poder de la prensa del corazón y lo que consigue que todo sea muy frívolo (incluso cuando se habla de algo tan serio como el cáncer) y que el sufrimiento del que hablan pierda credibilidad, aunque cada persona tenga derecho a lamentarse y sufrir por lo que le dé la gana.

Quién necesita un psicoterapeuta para librarse ‘de los traumas’ que les ha causado gente como Kiko Hernández o Mila Ximénez teniendo las revistas semanales de los miércoles. “Terelu antes tenía un cuerpo sensacional, ahora estamos a la par”. Habrá que contextualizar la frase con la entrevista al completo, seguro. La gente no lo hará y solo se quedará en el titular, seguro. Carmen Borrego es consciente de ello, seguro. Entonces... hay doble juego, seguro.