Los reyes de la velocidad

Los reyes de la velocidad

Si ya es un tópico decir que los ciclistas están hechos de otra pasta, aún deberíamos crear una subcategoría para definir a los sprinters, verdaderas rara avis dentro del pelotón, corredores que se alejan del estereotipo de cuerpos hiperdefinidos y que consiguen mayor número de victorias que los grandes campeones.

Una vez dada por terminada la temporada 2015 en los exóticos y áridos parajes del sureste del golfo Pérsico, es momento de hacer balance y, en esta ocasión, hemos querido poner nuestra mirada en aquellos ciclistas que, a lo largo de un año de competición, consiguen el mayor número de victorias: los sprinters.

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André Greipel, dominador en las llegadas masivas del Tour de Francia 2015. Fuente: Bryn Lennon/Getty Images Europe.

Si ya es un tópico decir que los ciclistas están hechos de otra pasta, aún deberíamos crear una subcategoría para definir a los sprinters, verdaderas rara avis dentro del pelotón, a quienes nunca vemos protagonizando escapadas, coronando puertos, pulverizando los cronómetros o tan si quiera trabajando para sus compañeros de equipo.

Esos fornidos ciclistas, que se alejan del estereotipo de cuerpos hiperdefinidos con un mínimo porcentaje de grasa, brazos afilados y tobillos menudos, puede que no sean recordados al final de cada temporada por haber dominado el Tour de Francia, haber conseguido una victoria en una cumbre mítica o haber protagonizado una gesta en una larga escapada a través de los Pirineos.

Pero esos mismos corredores que rara vez escriben sus nombres en las páginas de la historia del ciclismo son quienes, al final de cada temporada, consiguen el mayor número de victorias, con unos números notablemente mayores a los de los grandes campeones, a los de Chris Froome, Alberto contador, Vincenzo Nibali o Nairo Quintana.

En el panorama actual, conviven varios especialistas capaces que lograr las victorias más cotizadas, por lo que no resulta posible establecer un dominador claro, lo cual añade mayor interés al asunto.

Si, desde hace más de un lustro, la figura de Mark Cavendish se imponía de manera hegemónica en las llegadas masivas más importantes, situándose en la actualidad como el sprinter en activo con mayor número de victorias en grandes vueltas (26 etapas en el tour de Francia, 15 en el Giro de Italia y 3 en la Vuelta a España), en las últimas temporadas han emergido nuevos nombres como Marcel Kittel, Nacer Bohuanni o Alexander Kristoff que, junto a la consolidación de André Greipel, han puesto en duda la consideración del británico como el mejor sprinter del mundo, título que parecía indiscutible sólo tres años atrás.

Así pues, asistimos en la actualidad a la eclosión y convivencia de diferentes killers del área pequeña, aquellos que en los últimos metros de una etapa kilométrica desarrollan todo su potencial, al alcance sólo de unos pocos locos dispuestos a rodar por encima de los 70 km/h y sobre 24 mm de tubular, con tal de llevarse la victoria.

En el primer escalón, en el de los fuera de serie, podemos situar esta temporada a André Greipel, con 15 victorias, y Mark Cavendish, con 13. El alemán cuenta con triunfos de mayor calidad, obtenidos en Paris-Niza, Giro de Italia, Tour de Francia y Tour de Gran Bretaña, frente a las victorias del británico en el Tour de Dubai (2 etapas), Vuelta a Turquía (3) o Tour de California (4), entre otras, y entre las que destaca una única victoria de etapa en el Tour de Francia, frente a temporadas pasadas en las que se llevó hasta 6 etapas en una misma edición (2009).

El tercero de los outsiders, Marcel Kittel, no ha podido brillar esta temporada como se esperaba, dejándonos con las ganas de volver a disfrutar con el espectacular golpe de pedal con el que deslumbró en el Giro de Italia del año pasado (2 victorias) y confirmó con las 4 etapas del Tour de Francia, las mismas que había conseguido en la edición de 2013.

El alemán, de 27 años, quien para muchos es el mejor sprinter del momento y el que ha conseguido desbancar a Cavendish del reinado de la velocidad, ha pasado un año casi en blanco a causa de un potente virus que le dejó vacío y sin fuerzas para competir y entrenar durante la primera parte del año, quedándose fuera del "nueve" del Giant para el Tour de Francia.

La única victoria conseguida esta temporada, en la Vuelta a Polonia, no nos permite valorar su condición actual como sprinter, por lo que esperamos con ansias el comienzo de 2016 para volver a disfrutar de su presencia en las llegadas masivas, ahora en un nuevo equipo, el conjunto belga Etixx.

En un segundo escalón, al menos teórico, por debajo de esta tríada de titanes, destaca el francés de origen argelino Nacer Bohuanni (25), que irrumpió en la escena internacional de la velocidad el año pasado con victoria de tres etapas en el Giro de Italia, consiguiendo también la clasificación por puntos. Esta temporada ha sido uno de los sprinters más laureados con 10 victorias, pese a que las caídas le han impedido brillar en las principales citas para las que fue fichado por el equipo francés Cofidis.

Italia, país siempre prolífico en velocistas, cuenta en estos momentos con varios sprinters, entre los que sobresale el veronés Elia Viviani (26). El Sky británico le fichó esta temporada para reforzar la presencia del equipo en las llegadas masivas, y el italiano ha respondido con 8 victorias de etapa, una en el Giro de Italia y tres en el Tour de Gran Bretaña, además de los dos recientes triunfos conseguidos en el sofocante desierto de Abu Dabi.

Destaca también Sacha Modolo (28), corredor del Lampre, que aunque esta temporada ha bajado sus registros con respecto a las pasadas, brilló en el pasado Giro con dos victorias de etapa, a las que sumó otra en la Vuelta a Turquía.

A otro italiano, Giacomo Nizzolo (26), fue a parar este año el maillot de la regularidad de la ronda italiana, sumando además otra victoria en el Gran Premio Nobili Rubinetterie.

Otro país que cuenta en la actualidad con varios hombres rápidos es Francia donde, además del mencionado Bohuanni, los jóvenes Bryan Coquard (23) y Arnaud Démare (24) se disputan el trono nacional de la velocidad. El primero ha conseguido con el Europcar 4 victorias esta temporada, además del título de campeón mundial en pista en la modalidad de Madison (con Elia Viviani como subcampeón), junto a su compatriota Morgan Kneisky.

Más presencia en las apuestas suele tener Arnaud Démare, aunque parece que aún le quedan grandes las citas más importantes. Sus 12 victorias de la pasada temporada, incluido el Campeonato Nacional de Francia, auguraban más éxitos en el 2015 para el corredor de la FDJ, que tan sólo ha logrado dos triunfos este año, ambos en la Vuelta a Bélgica.

Dejando a un lado a los sprinter puros, existe un grupo de corredores que, destacando en la velocidad, tiene capacidad para brillar en terrenos casi vetados a los primeros. Así, 2015 ha sido sin duda el año de Alexander Kristoff. El noruego del conjunto Katusha ha cogido el relevo de su compatriota ya retirado Thor Hushovd y ha arrasado esta temporada con 18 victorias de etapa, a las que se suma el eminente triunfo en el Tour de Flandes, uno de los monumentos del ciclismo.

Podemos considerar a Kristoff como uno de esos clasicómanos rápidos, capaces de levantar los brazos en sprints del Tour de Francia (2 etapas), en carreras de un día (Milán-San Remo 14, Gran Premio de Plouay15, Gran Premio de Fráncfort 14...), sobre los adoquines belgas (Tour de Flandes 15 y Scheldeprijsy 15), y también con capacidad para llevarse la general final en pequeñas vueltas (Tres Días de la Panne 15 y Tour de los Fiordos 14). Todo un heredero de los Museeuw, Van Petegem o Zabel.

En este apartado, podemos encuadrar también al alemán John Degenkolb (26), que ha obtenido 4 victorias de etapa y que este año ha entrado por la puerta grande del club de los clasicómanos con los triunfos en la Milán-San Remo y París-Roubaix.

Otro de esos corredores polivalentes, Tom Boonen, parece estar ofreciendo ya los bises de una deslumbrante trayectoria que le ha situado en la historia del ciclismo como ganador en cuatro ocasiones de la París-Roubaix y en tres del Tour de Flandes. Desde su último doblete en las clásicas de primavera, en 2012, poco ha ofrecido el corredor belga, que ha obtenido 4 victorias esta temporada. Aún esperamos los amantes del ciclismo revivir un último duelo histórico con el suizo Fabian Cancellara. Otro grande al que no ha acompañado la fortuna en 2015 y que ha protagonizado, junto con el belga, una de las mejores rivalidades vistas hasta ahora en las clásicas del pavés.

No podemos cerrar este artículo sin mencionar al recién proclamado campeón del mundo, Peter Sagan. El esloveno, singular especialista de los segundos puestos, atesora ya con 25 años una dilatada trayectoria de éxitos que le aupó en sus primeros años a la condición de superclase, capaz de brillar en diferentes terrenos, y en el que algunos medios vieron un nuevo Eddy Merckx, nada menos.

Pasados ya seis años como profesional, sabemos que Sagan no rivalizará en las páginas de la historia con "el Caníbal", pero no cabe duda de que se trata en la actualidad de uno de los corredores más completos de pelotón mundial. Las 9 victorias de este año, entre las que se encuentran el Campeonato de Eslovaquia Contrarreloj, la general final del Tour de California, la clasificación por puntos del Tour de Francia (por cuarto año consecutivo) y el Mundial de Ruta, no hacen sino confirmar la amplitud de los límites del corredor eslovaco, siempre espectacular, generoso en el esfuerzo y apasionado de la bici, sin duda uno de los ciclistas más refrescantes que contribuyen a engrandecer el atractivo de este deporte.

Y no querríamos terminar este repaso a la velocidad sin orientar nuestra mirada hacia el ciclismo nacional. Poco que decir en el panorama patrio, donde el sprint no ha sido nunca una disciplina que haya gozado del interés de los medios de comunicación ni de los propios directores de equipo, más preocupados por las generales de las grandes vueltas y las prestigiosas victorias en la alta montaña.

Con el permanente recuerdo del gran Oscar Freire, discretamente asoman sus cabezas en el panorama internacional José Joaquín Rojas (Movistar), más enfocado en los últimos tiempos al trabajo de equipo, y que este año tan sólo ha conseguido una victoria en el Tour de Qatar; y su compañero de equipo Juan José Lobato que, con 3 victorias esta temporada (y el ilusionante cuarto puesto en la Milán-San Remo del año pasado), a sus 26 años, podría progresar en el mundo de la velocidad en los próximos tiempos, algo que parece poco probable, formando parte de la escuadra en la que está actualmente.

Este artículo fue publicado inicialmente en el blog del autor.