Los verdes alemanes, el modelo que Errejón trata de extrapolar a su Más País

Los verdes alemanes, el modelo que Errejón trata de extrapolar a su Más País

El 'sorpasso' de Más Madrid, ahora líder la oposición en la región, acelera el debate sobre el crecimiento nacional de la formación, que ya tiene espejo en el que mirarse.

Íñigo Errejón, luciendo una mascarilla regalo de Los Verdes europeos.ÍÑIGO ERREJÓN / INSTAGRAM

Más Madrid ha salido de las elecciones madrileñas del 4-M como la segunda fuerza de la Asamblea regional, con el peso sumado de liderar la oposición a la popular Isabel Díaz Ayuso. Un impulso amargo logrado por su candidata, Mónica García, y el líder de Más País, Íñigo Errejón, que acelera en la formación un debate que ya bullía en sus filas: la necesidad de crecer y multiplicarse en toda España. Los caminos para ello son dos: forjar alianzas autonómicas y reforzar una estrategia verde que ya sólo en el programa electoral madrileño ocupaba 27 páginas.

Errejón ha señalado un espejo en el que mirarse, el de los verdes alemanes, una formación que creció “desarrollando un proceso lento y cuidado en municipios y länder y que parece que está muy cerca de gobernar en septiembre”, dijo el miércoles. Son palabras que se repiten en Más País: “no hay prisa”, “paso a paso”, “pico y pala”. ¿Pero qué supone extrapolar el modelo germano a la formación española?

Cómo han llegado hasta aquí

Más País lleva hoy integrado en sus filas a Equo, el partido verde más potente de España, por más que se haya debilitado por cuitas internas. Sumando, quiere ser “el referente verde” nacional, en palabras de Errejón. Sin duda, lo es en Alemania el Bündnis 90 / Die Grünen, Alianza 90 / Los Verdes, su nombre completo. Pero llegar ahí no ha sido tarea fácil.

La formación nació en 1980 aglutinando movimientos ecologistas, contestatarios, enraizados con las protestas sociales del 68 y que evolucionaron con influencias hippies y cuajaron gracias a la pelea antinuclear. No está empezando, no. Tiene ya experiencia de Gobierno y de gestión: en 1983 entró por primera vez en el Parlamento y 15 años más tarde formó ya parte de un Gobierno federal, como socio menor del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) de Gerhard Schröder. Su 6,7% de los votos le sirvió para ocupar los Ministerios de Exteriores, Sanidad y Medio Ambiente. Y ya en 2011 logró su primer gobierno regional -tan valiosos en Alemania-, en Baden-Württemberg, coaligados con los socialistas.

En el camino, los verdes se han dejado mucha inocencia, muchos ideales y muchos socios, dicen los más críticos con su evolución, pero a cambio han ganado en pragmatismo, en realismo y en visión de conjunto. Recordado es el cisma interno tras ver cómo un partido pacifista defendía el bombardeo de Serbia durante la guerra de Kosovo por boca de su líder y ministro, Joschka Fischer.

Un presente sólido

Hoy, ante las elecciones del 26 de septiembre, las encuestas sitúan a Los Verdes como primera fuerza, con un 28% de los votos, entre uno y dos puntos por encima de la CDU (Unión Demócrata Cristiana) de la actual canciller, Angela Merkel, quien esta vez no opta a la reelección, tras estar 15 años largos en el poder. La primera potencia de la UE no tendría un Gobierno en solitario, pero se plantean dos posibles coaliciones con peso de los ecologistas: la kiwi (verdinegra, entre Verdes y CDU) y la semáforo (Verdes, SPD y los liberales del FPD). Entre sus votantes, mayoría de jóvenes, de mujeres y de alemanes de clase media con buena formación.

Concurren con una candidata que es un fenómeno en Alemania, Annalena Baerbock, una ecologista de 40 años que gusta hasta a los empresarios: han dicho en una encuesta que, a falta de la actual canciller, su apuesta es ella. Baerbock ha unificado a las corrientes internas sin renunciar a lo fundacional pero apostando por lo que unos llaman madurez y otros, perversión.

  La líder de Los Verdes alemanes, Annalena Baerbock, durante un acto con su militancia en Bielefeld.LEON KUEGELER via REUTERS

“Siempre hay tendencias, en todos los partidos, pero lo que presentan hoy es el desarrollo lógico de un partido que se ha templado ante la necesidad de buscar soluciones factibles. Dentro de las instituciones y dentro de los gobiernos es donde se cambian las cosas. Dentro, hay lugar para ser más ambiciosos”, resume un asesor germano del grupo de los Verdes / Alianza Libre Europea del Parlamento Europeo -quinto en la Eurocámara con 66 escaños, en el que Die Grünen tiene representación desde los 90 y que actualmente cuenta con tres eurodiputados españoles, de ERC y Catalunya en Comú-.

“Los verdes alemanes funcionan en coalición, se respetan internamente las distintas corrientes y hay acuerdos por territorios también -explica, en línea justamente con lo que plantea Más País-. Básicamente, sus políticas y alianzas son de izquierda y de centro izquierda, pero la única línea roja son los pactos con la ultraderecha, contra la que se aplica sin duda el cordón sanitario. Sus pilares se pueden resumir en justicia, social y ambiental, y ecologismo. Eso engloba muchas acciones y generan mucho consenso-marco. La agenda posterior a la crisis de 2008 convirtió toda la política en muy material y la pandemia nos ha demostrado que hay que superar esa visión y buscar la sostenibilidad y la adición. Si no, es el desastre”, añade.

Transversales y porosos

Su ascenso se explica no sólo por la consolidación de un proyecto de años, sino por la suma, también, de movimientos verdes en ascenso, del animalismo al veganismo, pasando por supuesto por la corriente joven de lucha contra la crisis climática y la llegada de votantes de izquierda que no han encontrado en los partidos clásicos ni en los nacionalistas una respuesta a sus miedos sobre la sostenibilidad del planeta. Una corriente que no es sólo alemana, sino que se consolida en Países Bajos o Bélgica, donde los verdes se acercan a ser llave de gobernabilidad. “Flexibilidad, porosidad, transversalidad... son palabras clave en todas las formaciones de estos países. Es tener lo verde como eje, pero que impregne cada medida, cada paso”, añade este asesor.

Los Verdes están fijando agenda y prioridades y hasta la derecha se suma al debate, porque todo el espectro ha entendido que el reto de salvar el planeta es común. “Ahí sí hay que se conservador”, como dice justamente Errejón.

En el caso germano, a falta de que en junio presenten su programa electoral completo, en su web detallan seis ejes de gestión: el cambio climático, la transición ecológica, la movilidad sostenible, la justicia fiscal, la revolución energética y la economía circular, conceptos todos ellos desarrollados ampliamente en el programa de Mónica García para el 4-M.

Sus iniciativas van orientadas a superar la ortodoxia de Merkel, con un fuerte programa de inversiones y gasto público en el que el estado emprenda y no esté al margen, con subidas de impuestos explicadas y justificadas en las necesidades del país y mucha cooperación territorial para prepararse ante crisis futuras, visto el desastre del coronavirus.

Saben que lo verde es una visión, que en el programa han de llevar mucho más, por eso pelean contra el desempleo joven, la brecha salarial o la violencia machista, por un salario mínimo digno, una atención adecuada a inmigrantes y refugiados, sin racismos, un feminismo orgulloso de serlo y un europeísmo declarado, militante. Entre las novedades que más destacan los analistas locales está su defensa cerrada de los derechos humanos, incluso si eso obliga a críticas y sanciones a intocables como China o Rusia.

La apuesta de Errejón

Los mensajes que ha transmitido Más Madrid en la pasada campaña y los expresados por Errejón en las últimas horas van en esa línea, por más que hablemos de una formación mucho más reciente, de 2018, y que, por tanto, no ha tenido ni mismas las tensiones ideológicas ni la metamorfosis de la alemana.

Cuenta con la base interna de Equo, que se fragmentó cuando su líder más conocido, Juan López de Uralde, se quedó con Podemos, pero que sigue siendo firme y, sobre todo, muy respetada en el mundo ecologista, con Inés Sabanés como nombre más destacado. Pertenece al Partido Verde Europeo y es observador en Global Greens, por lo que la conexión y en intercambio de ideas internacional es constante. Hasta algunos de sus miembros han ido a Madrid a ayudar en la campaña o han mandado mensajes de apoyo.

“Hemos puesto otro guijarro más en el camino de ir construyendo una fuerza política verde en España”, dijo Errejón en la resaca del 4-M, pero en su misma intervención reconoció que ha “aprendido del pasado” y que las cosas no se tienen que hacer ni con prisas ni “a golpe de declaración mediática”. Quiere asentar lo conquistado en Madrid y que, pese a que Ayuso sigue en el poder, es mucho. En un año, dice, se ha logrado que “su voz” se escuche en un Congreso en el que las gradas se quedaban vacías cuando intervenía. Ya no más. Ahora es tendencia nacional en las redes sociales.

Ese poco a poco es el que se quieren aplicar para su consolidación verde. Ya esta faceta ha estado plenamente en campaña, algo que por ejemplo no ha hecho tanto uno de sus competidores de izquierda, Unidas Podemos, con actos en espacios verdes, amplia difusión de información sectorial en redes y hasta discursos en las instituciones.

Se quieren subir a esa “ola”, palabra que emplea con frecuencia Errejón, que en la Comunidad de Madrid les ha ido bien (ha logrado 24 escaños, cuatro más que en 2019), pero en las encuestas a nivel general aún no se ve ese crecimiento si se toma como referencia, por ejemplo, la última del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que le da un 1,9% de los votos. Es posible que tras la elección del martes puedan recoger mucho voto joven, de futuro, teniendo en cuenta que los partidos preferidos por los electores más nuevos han sido precisamente Más Madrid y el PP, en el otro extremo.

El líder de Más País ha expresado que quiere tejer redes con otras fuerzas ya activas en España, “verdes, de izquierdas y periféricas”, y ha citado expresamente la relación con Compromís, “de igual a igual”. “Me gusta mucho”, afirma.

Varios medios han informado de que Tania Sánchez (exIU, exPodemos, actual diputada autonómica en Madrid) está trabajando, junto a otros miembros de Más País, en una estrategia de crecimiento estatal, pero que justamente quedó frenada por la convocatoria inesperada de elecciones por parte de Isabel Díaz Ayuso.

En las elecciones generales de noviembre de 2019, el año en el que se oficializó Más País tras la plataforma original de Madrid capital, el partido se presentó en 18 de las 50 provincias españolas. Logró dos escaños, ambos por Madrid. Los siguientes comicios a los que se ha presentado son los madrileños, ya que no cuajaron listas en las últimas autonómicas de Cataluña, Galicia y País Vasco.