180 chefs, algunos con estrella Michelin, piden ante el Congreso medidas "razonables" para la hostelería

180 chefs, algunos con estrella Michelin, piden ante el Congreso medidas "razonables" para la hostelería

Han acudido Samantha Vallejo-Nágera, Pepe Rodríguez, Ramón Freixá, Paco Roncero...

Cocineros de estrella Michelín leen un manifiesto ante el Congreso.FACYRE

Cerca de 180 hosteleros y chefs se han dado cita este martes ante el Congreso de los Diputados en Madrid para leer un manifiesto en el que piden medidas “razonables” para la hostelería, sector especialmente afectado económicamente por la pandemia. Tras leerlo, han puesto sus chaquetillas en el suelo en señal de protesta.

Convocados por la Federación de Cocineros y Reposteros de España (FACYRE), han acudido prácticamente todos los estrella Michelin de la capital, como Ramón Freixa o Paco Roncero. También han acudido Mario Sandoval, Pepe Rodríguez, Iván Muñoz, Óscar Velasco o Samantha Vallejo-Nágera, así como representantes de establecimientos emblemáticos de Madrid como La Bola, Casa Lucio o la Taberna El Doble.

Han defendido que aportan el 6,3% al PIB y que dan empleo a 1.700.000 personas y en “un momento de extrema debilidad” han exigido “que nos escuchen y que nos involucren en las conversaciones que están teniendo lugar en el Gobierno para el diseño de la nueva normalidad de nuestro sector”.

Aquí puedes leer el manifiesto íntegro:

 
En primer lugar, queremos manifestar nuestro más sincero pésame a las familias de todos los fallecidos por el Coronavirus, y el más sincero agradecimiento a todo el personal sanitario y, en general, a todos los que han estado en la primera fila de esta difícil lucha que nos ha tocado vivir.
 
Éstos son momentos difíciles para casi todos los sectores afectados por las consecuencias económicas.
 
Hoy estamos aquí para alzar la voz en nombre de nuestro sector, la hostelería, que agrupa negocios de todo tipo: familiares y pequeños como el que yo represento ,bares, tascas, cafeterías, casas de comidas, terrazas, restaurantes sencillos y restaurantes de autor, catering, locales de celebraciones, chiringuitos de playa y un largo etcétera, sin perder de vista todo y todos los que también, en buena parte, dependen de nosotros, como pescadores, agricultores, ganaderos, alfareros, bodegueros, etc. etc.  Todos estamos aquí, y todos con un objetivo común.
 
Amamos nuestro trabajo, es nuestra forma de vida. Todos tenemos a nuestro cargo a nuestros equipos, que realmente son como nuestra familia.
 
Aportamos un 6,2% al PIB nacional, y somos responsables de dar empleo a más de 1.700.000 personas y ahora estamos donde nos necesitan, cocinando y ayudando a quienes en estos difíciles momentos pasan necesidades, y estamos por supuesto, de manera altruista.
 
Somos un sector luchador, duro y solidario, pero ahora estamos en momento de extrema debilidad.
 
NECESITAMOS Y EXIGIMOS  medidas razonables económicas que realmente nos permitan salir adelante con nuestros negocios. En otras crisis fuimos la solución, y en esta sin duda, también ayudaremos porque estamos deseando que nos dejen ayudar. Confíen en que todas las garantías de protección a nuestra salud no faltarán en nuestros locales.
 
Queremos que nos escuchen y que nos involucren en las conversaciones que están teniendo lugar en el Gobierno para el diseño de la nueva normalidad de nuestro sector. Somos los que conocemos la realidad del día a día y podemos asesorar y ayudar a definir la nueva normativa.

 

Estamos aquí dando la cara y pidiendo el máximo respeto y la valoración que corresponde para este sector, sus negocios y las muchas familias que en él trabajan.
 
Formamos parte del tejido empresarial y emocional de este país y queremos, sin más ideología que el amor por nuestro oficio, dejar nuestras chaquetillas de trabajo, un humilde símbolo con el deseo de que algún representante de esta tan digna institución quiera recogerla y ayudar a este sector que hoy llora por los que verán muchos de sus sueños rotos.
 
Y para eso y por eso estamos hoy aquí unidos en este acto de desesperación, esperanza y el máximo respeto, con el que exigimos, por favor, responsabilidad.  
 
Gracias a todos los que estáis aquí y a aquellos a los que sin estar, su corazón late junto con el nuestro.