Todo sobre María Gámez

Todo sobre María Gámez

Así es la directora de la Guardia Civil, en plena polémica por el informe sobre el 8-M y el cese de Pérez de los Cobos.

María GámezEFE

“Propongo el cese del destino del coronel D. Diego Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de Madrid (Tres Cantos-Madrid) por pérdida de confianza de esta Dirección General y del Equipo de Dirección del Ministerio del Interior por no informar del desarrollo de investigaciones y actuaciones de la Guardia Civil en el marco operativo y de Policía Judicial con fines de conocimiento”.

Firmado por María Gámez Gámez, el pasado 24 de mayo. Una nota reservada que ha visto la luz y que ha desatado una crisis que ha puesto contra las cuerdas al propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. El párrafo de la directora de la Guardia Civil que ha hecho tambalear toda la versión oficial, contradiciendo las explicaciones dadas hasta ahora de que la cúpula del departamento no conocía el polémico informe de la Benemérita encargado por la jueza que investiga el 8-M.

La discreta María Gámez saltaba así a todos los titulares. La socialista que hizo historia el pasado mes de enero al ser la primera mujer en dirigir a este cuerpo en sus 175 años de historia se ve envuelta en un turbulento episodio0 político, judicial y de seguridad cuyo final todavía no se ha escrito. Por el momento no han pedido su cabeza las altas instancias y el ministro del Interior sigue respaldándola públicamente. A las puertas le espera también una querella anunciada por Vox contra ella.

Detrás del operativo de Julen

¿Quién es realmente Gámez? ¿Cómo llegó a la Dirección Guardia Civil? ¿Quién hay detrás del nombre? Son algunas de las preguntas que se hace muchos durante estos días. Una mujer conocida en los círculos socialistas que daba el salto a la villa y corte el pasado mes de enero tras años de puestos públicos en Andalucía. Una de las caras más conocidas en la política malagueña.

Y sobre todo una misión clave para llegar hasta la Dirección de la Guardia Civil: el rescate del niño Julen. Unos durísimos días, en los que trabajó sin horas al ser la subdelegada del Gobierno en Málaga. Allí empezó su contacto con Fernando Grande-Marlaska, quien se fijó en ella cuando en enero decidió dar un vuelco en la Benemérita y cesar a Félix Azón. Siempre esas jornadas de la mano también del que era entonces delegado del Gobierno, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, uno de los primeros ‘pedristas’, azote de Susana Díaz y hoy vicepresidente segundo en el Congreso.

Un salto mesetario. Pero desde Madrid no se ve ni huele el mar que siempre la ha marcado. Siente ahora la crudeza y la sequedad política de la capital estos días. Con la oposición pidiendo su cese y con un Ministerio lleno de contradicciones en sus explicaciones. La orden que tienen de Moncloa por ahora: resistir y no dimitir. 

  Gámez y Marlaska, en un acto de la Guardia CivilEFE

Nacida en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) en 1969, es hija de un farero. Una luz que lleva metida siempre en la cabeza. Criada en una familia numerosa, que le marcaría para siempre, que elegiría Derecho para estudiar en la Universidad de Málaga. Una carrera de alta funcionaria de la Junta, pertenece al Cuerpo Superiores de Administradores Generales, y con carné del PSOE. Siempre en las superiores esferas socialistas del PSOE malagueño.

Están siendo días difíciles y complicados para Gámez, según fuentes de su entorno. “Tiene fuertes valores personales, era una alumna brillante que pudo estudiar gracias a un aportación anónima que pagaba los estudios de los alumnos más brillantes”, cuenta una de las personas que más la conoce. Y añade: “Es una persona que tiene muy claras sus ideas y las defiende con firmeza. La situación no es fácil”. “Tiene perfil propio, es firme a sus convicciones, defiende las ideas en las que cree. Viene de una familia que ha tenido que trabajar mucho”, agrega.

Sobre el aire vuela la acusación de actuar saltándose la independencia judicial e injerir en la investigación ordenada por Carmen Rodríguez-Medel, la jueza detrás del 8-M, que paradojas de la vida sonó también para el puesto que hoy ejerce Gámez. Los suyos la defienden: “Ella es una funcionaria de alto rango. Siempre se ha caracterizado por la defensa absoluta de lo que es la independencia de los servidores públicos”. Lleva tres meses sin ver a sus hijos, comentan allegados, ante los duros días profesionales y familiares en plena pandemia.

Su relación con la Guardia Civil se estrechó especialmente durante su época al frente de la Subdelegación del Gobierno y la coordinación del dispositivo para encontrar a Julen. Y tuvo feeling con los agentes de la Benemérita en esa época. De hecho, desde el Ministerio de Interior se sondeó la opinión de la Comandancia de Málaga antes de su designación y la respuesta fue muy positiva.

La sensación en la Guardia Civil: falta de neutralidad

¿Pero cómo está ahora mismo el cuerpo? Las principales asociaciones de la Guardia Civil se han revuelto estos días y exigen explicaciones a la cúpula de Interior al entender que es una intromisión a su labor como policía judicial. Y una de las principales quejas internas, según fuentes de Benemérita consultadas, es que se coloque con esta polémica a los ‘verdes’ en una supuesta situación de no neutralidad. Una de las cosas que más molesta a los guardias civiles es verse en este tipo de polémicas más políticas que de seguridad.

Aunque el terremoto se desató por el cese de Diego Pérez de los Cobos por el polémico informe remitido a la juez en el que se culpa al Gobierno de saber la gravedad de la pandemia en enero en base a un refrito de noticias y especulaciones, lo que más shock causó en el cuerpo, según varios cargos de la Benemérita, fue la dimisión del ‘número dos’ de la Guardia Civil, Laurentino Ceña.

Sectores dentro de la Benemérita la ven "muy de partido", los suyos defienden que siempre ha puesto las instituciones por encima del PSOE durante toda su carrera

Ceña había sido uno de los rostros más visibles durante el coronavirus, enfermedad que padeció además, al ser uno de los encargados de informar sobre la situación junto al doctor Fernando Simón y responsables de la Policía, el MInisterio de Transportes y Defensa. Esta también es otra queja que se extiende dentro del cuerpo, que tuviera que comparecer el propio Ceña ante las cámaras cuando creen que es un papel que deberían haber jugado cargos de más arriba como la propia Gámez.

Cuando Gámez desembarcó en enero en la Guardia Civil el trato era “estupendo”, según fuentes del Cuerpo que han tratado con ella, pero también en algunos sectores de la Benemérita se la ve como “una mujer de partido”. En grupos ‘verdes’ se comparan las diferencias en las formas de actuar de Interior con las de Defensa durante estos días. Y se recuerda que nunca se supo por qué Margarita Robles no acudió a la toma de posesión de Gámez cuando fue nombrada, algo que es tradicional.

  María Gámez, en un actoTWITTER / ALFONSO RODRÍGUEZ GÓMEZ DE CELIS

La gente en los cuarteles está “tranquila”, comentan fuentes de la Guardia Civil, pero lo que “indigna a muchos” es la sensación de que se ponga en duda que defienden la “neutralidad” y se habla también de la “cortina de humo” de anunciar la equiparación salarial en mitad de esta polémica por parte de Marlaska. Otro de los motivos que no han sentado nada bien entre miembros de la Guardia Civil han sido las propias formas del cese de Pérez de los Cobos, al entenderse que se quebró la tradición y la deferencia de haberle escuchado antes de comunicarle el cese y que no tuviera derecho ni a defenderse.

Es una gran defensora del feminismo

Frente al perfil muy ideológico que dibujan algunos dentro del cuerpo sobre su actuación, diversos cargos y dirigentes de su partido rechazan esa imagen que se está vendiendo desde la oposición. “Ella es muy discreta y muy seria. Cuando se presentó al ayuntamiento de Málaga, por ejemplo, llevaba una candidatura muy técnica, los proyectos se tenían que ajustar a la realidad. Sigue manteniendo ese perfil. Es más fiel a la institución que al beneficio partidista”, dice una fuente socialista que la conoce desde hace décadas.

“Siempre ha estado en el partido, pero no ha tenido muchas broncas. No ha sido una persona de combate interno. Cuando ha tenido labores orgánicas siempre ha sido en momentos de estabilidad. En las primarias de Pedro contra Susana estaba en un discreto segundo plano, es una mujer con una carga más institucional que orgánica”, relatan fuentes socialistas del sur.

Y algo que destacan todos los consultados es la fuerte impronta feminista de Gámez. Devora libros, como revelan allegados, de las referentes del feminismo. No se cansa de leer sobre el tema y de buscar la igualdad real y efectiva. En unos días además en los que fuerzas de derechas intentan criminalizar al movimiento 8-M como principal propagador del virus.

Trémulos días en la Guardia Civil. ¿Se apagará la luz del faro de Gámez?