Marruecos expulsa a la defensora de derechos humanos Helena Maleno

Marruecos expulsa a la defensora de derechos humanos Helena Maleno

La activista temía por la seguridad de su familia si hacía pública la deportación.

La activista Helena Maleno, en Tánger, ciudad de donde fue deportada a finales de enero.FADEL SENNA / AFP via Getty Images

Marruecos expulsó a una relevante defensora de derechos humanos el pasado 23 de enero. Se trata de Helena Maleno, conocida activista que residía en Tánger desde dos décadas. Esta fue la misma ciudad de la que fue deportada en un vuelo a Barcelona cuando trataba de entrar, acceso que fue denegado por parte de la policía marroquí.

Maleno, reconocida por su trabajo con la comunidad migrante, no había querido sacar a la luz este incidente hasta este lunes, puesto que temía por la seguridad de su familia. “Fui deportada y expulsada con violencia del que ha sido mi hogar, Marruecos, país en el que he vivido durante 20 años y en el que han crecido mis hijos”, explicó la española en los micrófonos de la Ser.

Fui deportada y expulsada con violencia del que ha sido mi hogar, Marruecos
Helena Maleno, activista y defensora de los derechos humanos

La activista también explicó que “ni siquiera me permitieron reunirme con mi hija de 14 años de la que estuve separada durante 32 angustiosos días, sabiendo que su seguridad también estaba en riesgo simplemente por el hecho de ser mi hija”.

Helena Maleno señaló, además, que desde abril de 2020 ha sufrido un total de 37 ataques, entre los que se cuentan “amenazas de muerte, agresiones, seguimientos, vigilancia policial, escuchas telefónicas y dos asaltos a la vivienda de la familia”.

La activista está recibiendo el apoyo de organizaciones como la Federación Internacional de los Derechos Humanos, la Organización Mundial contra la Trata, Front Line Defenders , Iniciativa Mesoamericana de Defensoras de Derechos Humanos o Women`s Link Worldwide.

Apoyo político

Las ministras de Derechos Sociales e Igualdad, Ione Belarra e Irene Montero, respectivamente, y el exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias han mostrado su apoyo a la activista Helena Maleno tras denunciar esta su expulsión.

Lo han hecho a través de sus perfiles de Twitter después de que este lunes la activista haya acusado al Ministerio del Interior de España y a la Policía marroquí de hostigamiento y de haber puesto en peligro su vida y la de su hija.

“Conozco la trayectoria de Helena Maleno desde hace años. Es una mujer valiente y lúcida que no ha dejado de defender la vida en las fronteras y de luchar contra el racismo. Es hora de que se le restablezcan sus derechos y termine la criminalización. #JusticiaParaHelenaMaleno”, ha escrito Belarra.

Por su parte, la titular de Igualdad ha destacado que Maleno es reconocida internacionalmente por su lucha por los derechos humanos de las personas migrantes, “especialmente de mujeres y niñas víctimas de trata”, y ha subrayado que “la criminalización a quien defiende los derechos humanos no tiene cabida en democracia”.

Sólo el candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid en las elecciones del 4 de mayo se ha referido en su tuit a la denuncia de Maleno sobre que el Ministerio del Interior “estaba al tanto” de su deportación y de que ha colaborado con Marruecos contra ella.

“Helena Maleno ha sido víctima de las cloacas y criminalizada en Marruecos y España por defender los derechos humanos en la frontera sur. Es hora de que ella y su familia puedan recuperar sus vidas. #JusticiaParaHelenaMaleno”, ha escrito Iglesias en su perfil social.

Durante la rueda de prensa ofrecida este lunes para denunciar su expulsión “con violencia” de Marruecos, la portavoz del colectivo Caminando Fronteras -que ayuda a inmigrantes que se encuentran en dificultades en el mar durante su viaje a España- ha agradecido a Belarra y al Ministerio de Exteriores sus “esfuerzos” por protegerla a ella y a su familia.

Maleno ha lamentado que a pesar de que dos procedimientos judiciales en España y Marruecos han reconocido que su labor en defensa de los derechos de las personas migrantes no es un delito, ha padecido años de criminalización, violencia y amenazas, y ha dicho que “desgraciadamente las cloacas del Estado y sus actuaciones en la persecución de defensoras de derechos humanos tienen más poder” del que se podía imaginar.