Marwan: "No soy un gran poeta pero he vendido mucho"

Marwan: "No soy un gran poeta pero he vendido mucho"

Triunfa con su tercer libro de poemas, 'Los amores imparables', y está terminando de escribir su próximo disco. Bajo el paraguas del éxito le calan las críticas.

CARLOS PINA

A Marwan se le odia o se le ama. Es un cantautor aprendiz de poeta criado en las redes sociales. Tiene en la calle tres libros de poemas –el último, Los amores imparables– y dos discos –está terminando de escribir el próximo–. Vende mucho más que otros autores que quieren echarle de un codazo de la industria y no se percatan de que sus letras acaban masturbando emocionalmente a cualquiera que las escuche. Difícil reprimirse.

Para los que buscan un suero edulcorante, canta en Un día de estos: “Quiero follarte lento, mirándote a la cara, leer tu cuerpo en braile con las luces apagadas”. Y después, cual camaleón, se adapta a tus sentimientos a la carta. “Consiste en que la sangre se te incendie, cuando el parlamento acceda y limpie el culo al capital”, puede continuar vistiéndose con la piel de quien se ve con la responsabilidad de alzar la voz ante lo que cree mal en Propuestas para un mundo dormido.

No abandera ningún movimiento poético –“ni quiero, ni puedo”–, únicamente aspira a ocupar su espacio en un mundo que avanza tensado por las redes sociales y bailando entre el poder y la envidia. Dice saber qué es poesía, pero defiende que lo importante es trasmitir.

¿Eres un cantautor convertido en poeta o un poeta disfrazado de cantautor?

Soy cantautor. Empecé escribiendo canciones y poemas a la vez, pero mi identidad es la primera. Siendo cantautor puedo ser poeta, o al menos acceder al mundo de la poesía, porque mi forma de escribir, de abordar las letras, siempre ha estado lindando con la poesía.

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Te enmarcan en un proceso que llaman democratización de la poesía, cabalgando una ola que ha alzado este género a los más vendidos. 

Cuando se habla de esto, hay que hacer matices. Lo primero, si es poesía o no. En mi caso, a veces es poesía y otras reflexiones, pero me da igual. Lo que quiero es escribir, buscar mi verdad, emocionar. Y al igual que yo, hay otros que no hacen poesía ni se acercan. Lo segundo es que ha sido una moda que ya ha pasado, un boom que se ha calmado.

¿Pero hay una definición universal de poesía?

Poesía es aquello que a través de un cierto simbolismo es capaz de explicar la existencia, el hecho de estar vivo; es contar la realidad de un modo mágico, lo ordinario de forma extraordinaria.

¿Y no poesía?

No es poesía cuando no hay más de una lectura, cuando carece de símbolos. Pero a mí no me importa esta distinción, no me quita el sueño. A otros parece que sí, a los abanderados, esos defensores de la poesía que van con guadaña a por los nuevos poetas. Para ellos, es muy importante hacerlo de un modo determinado pero yo he emprendido mi búsqueda y voy a hacer lo que me apetezca, que para eso he venido a este mundo y no a cumplir dogmas de nadie.

Esos que critican que antes se leyera la poesía de Bécquer y ahora, la de Marwan.

Yo no puedo ser el abanderado de un movimiento poético porque no tengo un nivel para ser abanderado de nada. No soy un grandísimo poeta, soy un poeta en aprendizaje. La gente me ha puesto esa etiqueta porque he vendido mucho, no porque sea un gran poeta. Hay que leer a los clásicos, a los buenos. Pero eso no excluye que haya otros muchos poetas o intento de poetas que como en mi caso tenemos cabida.

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¿El problema entonces es que has vendido mucho?

El problema es que hemos vendido mucho y me han puesto a mí, a Elvira Sastre o Luis Ramiro, como abanderado de una poesía cuando hay muchos poetas en este país que no han tenido esa ventana. La gente piensa que ocupamos su lugar y entiendo que piensen que es injusto que solo se atienda a un tipo de poesía, pero igual que pasa con la música. Lo malo es que solo haya de una cosa, hay lugar para todos: yo ocupo mi sitio y otros tienen que encontrar el suyo.

Pero es necesario tener cierto nivel... 

Yo siento que nos han criticado por falta de calidad, y lo entiendo, pero otras lo han hecho exclusivamente por el éxito. Entiendo que parezca mal, porque no somos ni tan buenos como creen unos ni tan malos como dicen otros, pero hay además un mundo de envidias. Los poetas que han encontrado su lugar no nos critican. Seguro que Benjamín Prado o García Montero no piensan que soy un grandísimo poeta pero reconocen lo que hago.

¿Qué sobra y qué falta en la música y en la poesía de hoy en día?

No sobra ni falta nada. Hay tantos poetas y tantos músicos...

¿Qué les perjudica entonces?

Hacen mal los mensaje malos para para la evolución humana. Por ejemplo, en la música, hay ciertos reguetoneros que tienen letras muy dañinas, machistas, que cosifican a la mujer. Y eso no debería tener cabida.

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¿Crees que deberían poner cotos?

Creo que no deberían tener cabida porque son de algún modo anticonstitucionales. No sé si hay que ponerle coto, porque también está el debate de la libertad de expresión. El punto y final debería estar en el momento en el que estás degradando los derechos de otra persona.

“Consiste en que vean los ministros las preguntas que nos corren por debajo de la piel”, dice una de tus letras. ¿Qué preguntas te corren a ti?

Muchas. La primera: cómo es posible que haya tan pocos seres humanos, en mayúsculas y sin comillas, en el Gobierno, en los altos cargos. Por qué hay tantos psicópatas. Por qué dejamos que haya tanta desigualdad, tanto machismo, tantos atropellos o recortes de derechos. Por qué siguen existiendo los refugiados cuando antes eran un derecho y ahora un privilegio. Por qué vivimos tan embrutecidos o por qué las grandes corporaciones nos quieren embrutecer a través del consumo, la publicidad, la superficialidad. Por qué vivimos en un mundo así. Y la respuesta es simple: porque hay unos cuantos poderosos que quieren mantener su poder.

¿Crees que los artistas y escritores actuales han dado un paso atrás con la poesía y la canción social?

Sí, los grandes cantautores de hoy en día son los raperos. Nach o Ismael Serrano. Los de mi generación creo que estamos en deuda, hablamos más de lo relacional que de la crítica social, aunque lo primero sea un anticipo de lo que luego pasa y explique muchas cosas. Pero es que hay que ser muy fino para hacer canción social, hay que ser muy bueno para no caer en el panfleto. La canción social, lamentablemente, tiene menos acogida que la canción de amor.

Tú usas tus redes sociales para la reivindicación también. Escribiste sobre Vox el pasado 26 de mayo, por ejemplo.  

Son fascistas, aunque no lo digan tienen ideología fascista, xenófoba, misógina, en contra de la mujer, de la igualdad y muy liberal. En Europa, hay partidos muy derechistas que plantean políticas positivas para su estado, pero Vox ni eso. Son lo peor.

Dicen de ti que despiertas amor u odio...

Antes no lo creía, no era así, en la música me iba de puta madre y no eran momentos de la incontinencia verbal que hay hoy en día gracias a las redes sociales al mismo tiempo que ganas de cortar la libertad de expresión. Hay gente que me odia, sobre todo, como poeta. Antes me dolía y ahora me río mucho. Me da igual.