La estrategia de La Moncloa ante la moción de censura

La estrategia de La Moncloa ante la moción de censura

Sánchez e Iglesias subirán a la tribuna para cortar a Vox y desgastar al PP.

Iglesias y SánchezEFE

La moción de Vox no tendrá los números para salir adelante. Pero será un gran espectáculo en el Congreso, con la ultraderecha tratando de copar todos los informativos. Dos días de intenso debate en un Parlamento cuyo aire cada día es más irrespirable. Y en La Moncloa están preparando minuciosamente el papel del Gobierno en esas 48 horas.

La propia estructura de la moción no implica que el Ejecutivo tenga que intervenir. Puede hacerlo en el momento que quiera y el tiempo que quiera, como si opta por guardar silencio. Pero finalmente en el palacio presidencial se ha tomado la decisión de que no hay que obviar el debate y que se va a entrar en la contestación cuerpo a cuerpo.

Y será el mismísimo Pedro Sánchez el que salga a la tribuna para contestar a Vox. El partido de la ultraderecha ha decidido que presente la moción su ‘número uno’ por Barcelona y candidato a la Generalitat, Ignacio Garriga. Él será el que abra la sesión a las nueve y posteriormente hará su discurso Santiago Abascal como candidato a la Presidencia del Gobierno.

Sánchez contestará a Vox

El propio Sánchez ha optado por salir ese mismo día a confrontar con Vox, quiere dejar clara la postura del Gobierno y será muy tajante contra los argumentos de Garriga y Abacal. Además, sabe que la moción de censura no va a prosperar, por lo que dará la imagen de un Ejecutivo sólido y que cuenta con el respaldo de la Cámara frente a las continuas acusaciones de débil y de ilegítimo.

Un discurso contra Vox, pero en el que se espera también que aluda al Partido Popular y a su connivencia con la extrema derecha, como hizo Sánchez en su cara a cara con Abascal la semana pasada en el Congreso. Durante aquella intervención apeló directamente a Casado y llegó a decir que el PP es un partido “antisistema”.

A pesar de que serán dos días de insultos contra el Gobierno, en La Moncloa, según fuentes gubernamentales, esperan salir reforzados. Primero: ganando la votación. Segundo: mostrando cohesión dentro de la coalición. Y además se espera que Sánchez refuerce su imagen presidencial tras esos dos días, más dos fotos muy esperadas en las próximas jornadas: junto al Papa en Roma y presentando previsiblemente la semana que viene los primeros presupuestos de la coalición.

El papel de Iglesias: contra Casado

Pero no sólo subirá Sanchez. Según fuentes del Ejecutivo, también saldrá a defender la gestión del Gobierno el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Y no de manera unilateral o espontánea, sino que se ha pactado con la parte socialista. El esquema que ahora se maneja es que Sánchez lo haga el miércoles, mientras que el líder de UP podría hablar el jueves en el momento que intervenga Pablo Casado (PP).

A Iglesias le gusta el debate parlamentario, cree que así también mostrará la unidad del Gobierno. Además, de esta manera también podrá lanzarse contra el PP con un discurso menos institucional que el de Sánchez. El objetivo de la coalición es señalar también a los populares y arrogarles un seguidismo respecto a la ultraderecha.

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Según explican desde el Congreso, el debate arranca el miércoles a las 9 de la mañana con la intervención del diputado que defiende la exposición de motivos (Ignacio Garriga) sin límite de tiempo. A continuación y también sin límite, puede hacerlo el candidato a la Presidencia (Santiago Abascal).

El Gobierno puede intervenir en cualquier momento. Una vez expuesto por el candidato su programa político y, en su caso, la respuesta del Ejecutivo, habrá una interrupción decretada por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. Después tocará que intervengan los grupos parlamentarios (de menor a mayor por un tiempo de 30 minutos). Todos los intervinientes tienen derecho a un turno de réplica de diez minutos.

El debate se alargará probablemente hasta el jueves al mediodía, momento en el que tendrá lugar la votación (por llamamiento a cada uno de los 350 diputados). La suerte ya estará echada.