Primeras fricciones entre PSOE y Podemos por la ley de Libertad Sexual e inmigración

Primeras fricciones entre PSOE y Podemos por la ley de Libertad Sexual e inmigración

Moncloa intenta enfriar el choque: "La ley de Libertad Sexual tiene un consenso total".

Reunión de la mesa de coordinación. EFE

Moncloa quiere rebajar tensiones. “La ley de Libertad Sexual tiene un consenso total en el gobierno de coalición”, con este mensaje el Ejecutivo pretende mostrar unidad después del choque entre el PSOE y Unidas Podemos por esta iniciativa, que se une al ruido interno de ayer entre los dos socios por los planes de inmigración del ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska.

Ambos partidos se han reunido este jueves en la mesa de coordinación entre los socios de gobierno en un ambiente enrarecido. Según fuentes del PSOE, “la reunión de la Comisión de Seguimiento del acuerdo de coalición ha constatado las líneas coordinación en el seno del ejecutivo” y se reunirá periodicamente en función de la propia dinámica del gobierno de coalición.

Si este miércoles la formación morada reconocía “discrepancias” entre los socios del Gobierno a cuenta de la política de inmigración -tal y como ha expresado el presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens-, este jueves el choque lo protagonizaban la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el de Justicia, Juan Carlos Campo, según informa El País.

Fuentes de Podemos han asegurado que esa ley integral por la protección de la libertad sexual y contra las violencias sexuales está generando diferencias en el seno del Gobierno, un proyecto que está terminado pero que aún no habría recibido la conformidad del Ministerio de Justicia.

El motivo de esta fricción no es otro que el retraso de la ley de libertades sexuales -conocida como la ley del “sólo sí es sí”-, que el departamento de Justicia y la Vicepresidencia Primera de Carmen Calvo -como responsable del orden del día de los Consejo de Ministros- están retrasando, por discrepancias “formales” cuando el proyecto ya está listo para pasar por el Consejo de Ministros.

De este modo, se está discutiendo sobre si el Ejecutivo debe incluir la reforma de los delitos sexuales en esta norma -postura que defiende Igualdad y que formaba parte del acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos- o cuando se haga la modificación del Código Penal.

Pablo Iglesias, vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, ha reiterado este jueves en los pasillos del Congreso que son “un Gobierno unido” y que en todo caso los problemas que pueda tener se resuelven internamente.

Moncloa quiere enfriar las fricciones

Desde La Moncloa se ha enviado un mensaje a los medios de comunicación para tratar de rebajar estas tensiones y completar las informaciones publicadas. Ha explicado que “la ley de Libertad Sexual tiene un consenso total en el gobierno de coalición” y que se trata de “un proyecto legislativo ilusionante, que estará listo en los plazos previstos y enviará un mensaje claro de compromiso del gobierno con la igualdad de cara al 8 de marzo”.

También se ha manifestado en el mismo sentido la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, quien en una entrevista en La Sexta ha negado tensiones y discrepancias por la citada ley.

Rosell, que forma parte del equipo de la ministra de Igualdad, Irene Montero, considera el 8 de marzo una buena fecha para que la ley de libertad sexual esté presentada, pero “lo esencial no es la fecha”, ha dicho, sino tener una buena ley.

En esta misma línea, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha descartado este jueves que también existan discrepancias en el Gobierno de coalición por la política de inmigración, diferencias que sí ha admitido el presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens.

“En absoluto” hay discrepancias ha dicho Calvo en declaraciones a los medios en el Congreso a una pregunta sobre posibles fricciones en el Gobierno de coalición ante las devoluciones en caliente de inmigrantes.

Calvo ha asegurado que el Gobierno acata y respeta todas las sentencias y por tanto también la de Estrasburgo que avala la actuación de España con la expulsión de dos hombres que en 2014 saltaron la valla de Melilla.