Netflix ya es como la televisión en abierto: su mayor éxito, los 'realities'

Netflix ya es como la televisión en abierto: su mayor éxito, los 'realities'

La plataforma de 'streaming' quiere ampliar el tipo de público que consume sus contenidos.

Los concursantes de 'Jugando con fuego'.Netflix

Netflix se ha abierto al público de la televisión convencional, la de toda la vida, y se ha desprendido de la imagen que la convertía en una plataforma de streaming similar al resto, que ofrecía únicamente series y películas de producción propia. Ahora sus contenidos van más allá, también con realities que captan un mayor abanico de espectadores.

La plataforma no es ajena a los datos de audiencia que marca la telerrealidad en las cadenas de televisión, mientras que las series se alejan cada vez más de ese género en número de espectadores y cuota de pantalla.

El mayor ejemplo de ello es Telecinco, que desde hace mucho no ha necesitado una serie en prime time para liderar la parrilla. Mediaset ha emitido 21 realities seguidos. La isla de las tentaciones acumuló más del 30% de cuota de pantalla, Supervivientes 2020 hizo una media del 29% y La casa fuerte, que acaba de finalizar, ha hecho una media del 19% con el handicap del verano.

Los nuevos formatos de su catálogo son más baratos de producir y se consumen de otra forma: no hay por qué ver todas las entregas para enterarse bien de la historia o entretenerse, al contrario que con las series. Netflix se ha llegado a gastar 10 millones de euros por un episodio de The Crown.

De momento, su reality de mayor éxito es Jugando con fuego, un programa con una premisa muy parecida a La isla de las tentaciones, pero con una diferencia: no hay parejas y está prohibido practicar sexo o enrollarse. Es decir, solteros acostumbrados a ligar mucho reunidos en una isla paradisíaca.

A pesar de que la plataforma no suele aportar datos, en su último balance trimestral puso sobre la mesa el éxito de los formatos de telerrealidad. Según los datos que aportaron, 51 millones de suscriptores se engancharon a Jugando con fuego, frente a los 40 millones de una de las series que han obtenido mayor éxito, como la comedia Yo nunca. Estrenarse así con los realities es, sin duda, su pelotazo de la temporada.

Por otra parte, según los datos de la empresa Reed Hasting y Ted Sarandos, sólo La casa de papel 4 y el documental Tiger King superaron al reality, con 65 millones de visionados y 64 millones, respectivamente, también en las primeras cuatro semanas, así como la película La vieja guardia, con 72 millones.

Otros realities con buena acogida

El suelo es lava: el concursante no puede tocar el suelo, de hacerlo, cae a una piscina de ‘lava’ y queda eliminado. Se trata de una carrera de obstáculos a superar.

Niquelao: su origen es el estadounidense Nailed It!, que lleva cuatro temporadas. Reúne a pasteleros aficionados que destrozan cualquier postre y, en España, lo presenta la Terremoto de Alcorcón.

Queer Eye: cinco hombres homosexuales que ayudan a la gente a mejorar su estilo de vida, tanto a la hora de vestir, de comer o de comportarse. Ya lleva cinco temporadas en la plataforma.

Netflix tiene 192,4 millones de suscriptores en todo el mundo, la mayoría de ellos en Estados Unidos. Los datos de España se desconocen, pero sí que aportan los números por regiones. En Europa, Oriente Medio y África cuenta con 61,48 millones suscriptores.

Más telerrealidad

Las series documentales sobre personajes son otro de los productos que la plataforma está explotando. Jeffrey Epstein: asquerosamente rico fue una de sus series más promocionadas del último trimestre, en la que se cuenta la vida del multimillonario acusado de traficar con menores a las que atraía a su mansión con la excusa de pagarles a cambio de un masaje. Una vez dentro de la casa, habría abusado de ellas. Para la policía era imposible encarcelarlo porque se rodeaba de gente con mucho poder.

Juicios mediáticos ha sido otro de los bombazos. En la serie se analiza el papel de la prensa estadounidense y su influencia en la opinión pública en torno a los crímenes, y cómo todo se convierte en sensacionalismo y espectáculo al contarlos como si fueran historias. Son juicios televisados.

La televisión en abierto, una aliada

Las cadenas de televisión también se han dado cuenta de que deben seguir una nueva estrategia con las series. Atresmedia las estrena primero, de manera habitual, en su propia plataforma ATRESplayer Premium, luego las emite en abierto y después las cuela en Netflix, donde le dan muy buenos resultados. Los dos últimos ejemplos han sido Toy Boy y Perdida.

Por su parte, Mediaset tiene un acuerdo con Amazon Prime Video a través de su productora Mediterráneo, y está empezando a emitir sus ficciones antes en la plataforma para después hacerlo en prime time. Ya lo ha hecho con Caronte, Madres, o Desaparecidos.