No hay nube tóxica pero, ¿qué efectos tienen los óxidos de etileno y propileno?

No hay nube tóxica pero, ¿qué efectos tienen los óxidos de etileno y propileno?

La Generalitat catalana ha confirmado que no ha empeorado la calidad del aire en la zona donde se encuentra la petroquímica siniestrada en Tarragona

Imagen de la planta tarraconense, con uno de los depósitos en llamas. José Luis Sellart / Agencia EFE

La Generalitat catalana niega la mayor: no hay nube tóxica tras la explosión en una nave petroquímica de Tarragona, que por ahora ha dejado un muerto y ocho heridos. Protección Civil también ha levantado el aviso que lanzó en toda la comarca, por el que pedía a los vecinos no salir de casa salvo que fuera forzoso, por lo que sólo hay medidas de prevención en el propio polígono donde se han producido los hechos, ya que el fuego sigue vivo en uno de los depósitos siniestrados y todos los alrededores están cuajados de empresas químicas.

La clave está justo en lo que guardan esos depósitos: óxido de etileno y de propileno. ¿Eso qué es, para qué sirve? Según Protección Civil, el óxido de propileno, que es extremadamente inflamable, puede tener los siguientes efectos:

Por inhalación

Los vapores de óxido de propileno son irritantes por vía respiratoria generando irritación ocular con picor y lagrimeo, estornudos, tos y dificultad respiratoria, pudiendo llegar a provocar un edema agudo de pulmón. Si la inhalación es masiva o de vapores muy concentrados se ejercerá una acción depresora del sistema nervioso central con vértigos, dolor de cabeza, nauseas, vómitos, debilidad y finalmente inconsciencia.

Por contacto

El contacto con la piel puede generar síntomas inflamatorios de irritación llegando hasta las quemaduras con ampollas. Estos síntomas son más alarmantes en la mucosa ocular, en la que pueden darse quemaduras corneales.

Por ingestión

Los síntomas son de irritación e inclusive de quemazón en el tracto digestivo, con sensaciones de ardor pectoral, dolor de estómago, nauseas, vómitos y posteriormente dolores cólicos y diarrea. Puede provocar sintomatología general como la indicada en caso de inhalación.

En el caso del óxido de etileno, Protección Civil avisa de los siguientes efectos:

Por inhalación

La inhalación de vapores concentrados de óxido de etileno genera irritación del aparato respiratorio tras fuerte picor y lagrimeo de ojos. Los síntomas son estornudos, tos, sensación de ahogo, nauseas, vómitos, dolor de cabeza y un sabor dulzón típico. Cuando la inhalación es masiva aparece dificultad franca para respirar, mareos acusados, y cianosis (color azulado), pudiendo presentarse un edema agudo de pulmón incluso al cabo de varios días de la exposición. Así mismo en dichas dosis puede aparecer descoordinación motora, inconsciencia, y debilidad muscular, convulsiones y depresión neurológica grave. Puede causar daño hepático y renal. Puede dejar secuelas neurológicas.

Por contacto

El contacto con el líquido o con material impregnado en el mismo produce irritación de la piel, pudiendo llegarse hasta la quemadura. Estas lesiones pueden tardar en aparecer hasta 5 horas. Los signos de irritación son picor, enrojecimiento e inflamación de la zona. El contacto ocular puede generar quemaduras en la córnea.

Por ingestión 

La ingestión produce irritación del tracto digestivo con nauseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. Puede producir quemaduras químicas. Produce síntomas generales como los señalados en el caso de inhalación.

Para qué sirven

Ambos compuestos son claves en la industria química. Son utilizados para fabricar, entre otros, anticongelantes, poliéster, insecticidas o compuestos para esterilizar. Se puede utilizar directamente como desinfectante en el caso de equipos y materiales médicos, para esterilizar los quirófanos de los hospitales, por ejemplo. Algunos pesticidas usados en agricultura también pueden contenerlo, pero se evapora o se descompone tan rápido que no pasa a los alimentos.

El poder del óxido de etileno para dañar el ADN lo convierte en un eficaz agente para esterilización, pero esa capacidad da cuenta de su actividad como causante de cáncer, dice el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.