Los cuatro consejos de un neuropsicólogo si tu hijo canta 'No se habla de Bruno'

Si has visto la película de Disney Encanto, es muy posible que los días siguientes te los hayas pasado tarareando el chachachá No se habla de Bruno. La canción se ha convertido en todo un hit mundial y ha llegado más alto en la lista Billboard de lo que lo hizo Let it go de Frozen, escalando hasta el segundo puesto.

El tema es tan popular que incluso ha habido polémica por no haber sido el elegido para ir a los Oscar, porque se apostó por otro de la cinta, la balada de Sebastián Yatra Dos oruguitas. El compositor y productor Lin-Manuel Miranda, pese a que ha reconocido que fue difícil elegir, ha justificado la escogida porque ejemplifica mejor el espíritu de la película.

Más allá de premios y listas de éxitos, la canción ha triunfado entre mayores y pequeños, al igual que lo ha hecho una publicación en redes sociales del neuropsicólogo Álvaro Bilbao destinada a los padres de niños que no paren de cantarla.

Este experto les recomienda aprovechar el tirón de la canción y de la película para hablar de cuatro importantes asuntos con sus hijos: “Aprovecha su interés por la canción para hablar de estos temas tan importantes para su desarrollo emocional”.

Las dos hermanas de Mirabel dan pie para inculcar a los niños que es bueno pedir ayuda cuando se necesita —incluso la fortachona Luisa— y que no hay que ser perfectos, como Isabela.

“Hasta las personas más fuertes necesitan ayuda; de lo contrario desarrollamos tics, estrés y con el tiempo ansiedad”, resalta el autor de El cerebro del niño explicado a los padres. También recomienda a los padres no pasarse de exigentes con los niños: “El exceso de exigencia deriva en tristeza. Muéstrales tus imperfecciones, reconoce tus errores y recuérdales a no tienen que ser perfectos para satisfacer a los demás”.

Otra de las lecciones que extrae el neuropsicólogo es que “no tenemos que estar siempre alegres”. Muestra de ello es la tía Pepa, que controla la lluvia o el sol según sus estados de ánimo. “No les hagas sentir que tienen que estar siempre contentos”, aconseja.

Y, como recalca, “sobre todo, que hay que hablar de los problemas” porque si no hablamos de ellos, como hace la abuela, “se quedan para siempre en nuestro corazón. Es lo que en psicología llamamos traumas emocionales”.

“El tío Bruno sí veía los problemas y por eso la abuela ordena que nadie hable de Bruno. Es importante que enseñes a tus hijos que hablar de los problemas es la mejor manera de cuidar su salud mental”, incide.

Su análisis en clave psicológica de la película, que para él trata sobre “traumas generacionales” y “mandatos familiares” ha tenido una gran acogida. Solo en Facebook ha sido compartida 159.000 veces y en Instagram supera los 110.000 me gusta. Puedes leerla completa aquí.