Ocho palabras desaparecidas del español que deberíamos recuperar

Ocho palabras desaparecidas del español que deberíamos recuperar

'Cocodrilo' antes tenía femenino. Y no es 'cocodrila'.

'Aguiero' (rollo de madera de castaño destinado a la construcción) forma parte del 'Diccionario cementerio del español', de Marta PCampos. Instituto Cervantes / Augusto Almoguera

Que la lengua está viva y que los diccionarios incorporan palabras nuevas cada cierto tiempo es algo bien sabido. Lo que no se dice tanto es que, en cada nueva edición, también hay vocablos que se quedan en la estacada.

La artista zaragozana Marta PCampos es consciente de ello. Tanto que se ha dedicado a recopilar todas y cada una de las palabras desaparecidas del Diccionario de la Lengua Española entre 1914 y 2014. Regionalismos, germanías, extranjerismos, términos que han cambiado su grafía, palabras relacionadas con oficios desaparecidos, expresiones en desuso… así hasta completar 2793 ficheros, uno por cada palabra olvidada. Además de reunirlas en la obra 1914-2014: diccionario cementerio del español, Marta PCampos ha creado un foro online “para reciclar palabras muertas”, donde se puede consultar el significado de cada entrada y debatir sobre un posible nuevo uso.

El resultado de esta ardua tarea de revisión y recopilación se expone hasta el 29 de septiembre en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes de Madrid. Con ayuda de la artista, del colaborador Giusseppe Domínguez y de Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, El HuffPost ha hecho una selección de palabras desaparecidas que podríamos resucitar:

Femenino de cocodrilo. Esta es una de las más citadas. ¿Que por qué desapareció del diccionario? Luis García Montero sugiere —medio en broma medio en serio— que quizás era demasiado arriesgado acercarse a un cocodrilo para descubrir si era macho o hembra.

Abatimiento, humillación. Una de las favoritas del director del Cervantes por ser un estado de ánimo que, según sus propias palabras, afecta con frecuencia a quienes se encargan de la gestión pública.

La justicia. Es una de las preferidas de la artista porque su musicalidad confunde; a pesar de que suena a instrumento musical, es una germanía (jerga o manera de hablar de ladrones y rufianes) cuyo significado no tiene nada que ver.

  'Frivoloso' (frívolo), otra de las palabras desaparecidas que componen la obra.Instituto Cervantes / Augusto Almoguera

En época de cuñadismo, Marta PCampos anima a recuperar este término, aunque con otro significado. Antiguamente, cuñadez significaba, además de “parentesco de un cónyuge con los parientes del otro”, afinidad.

Amapola. Sugerencia de Luis García Montero, que lamenta que en 2001, después de 210 años ahí, desapareciera del diccionario.

Persona entrometida. Es otra de las palabras más repetidas por los tres, quizá por ser tan gráfica y visual.

  La exposición, en la Caja de las Letras, una antigua cámara acorazada del Instituto Cervantes habitualmente cerrada al público.Instituto Cervantes / Augusto Almoguera

Giusseppe Domínguez se pregunta por qué, si seguimos utilizando esta palabra, no está en el diccionario de la RAE. Pero él mismo se responde: está, aunque en singular, cuya tercera acepción es: “pl. Vanidad pretenciosa”, justo la que todos conocemos.

El significado es obvio, pero, ¿por qué salió del diccionario? Al margen de algún dudoso vínculo con una crisis de la democracia en la sociedad, ‘democráticamente’ quedó fuera del diccionario igual que otros muchos adverbios terminados en -mente. La cuestión es: ¿con qué criterio?, reflexiona la artista. Seguramente fue democrático.

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