Seguro que te has preguntado por qué algunas tazas de desayuno tienen una especie de muescas en la base. ¿Son un adorno? ¿Es un sello del fabricante? ¿Son marcas de la cadena de fabricación?
No, nada que ver. Estos surcos tienen una función práctica: al meter las tazas en el lavavajillas boca abajo, las hendiduras permiten que el agua no se forme charco en la base de la taza. Así, al sacarlas no habrá sorpresas y ese agua no caerá al suelo.
Un sencillo pero útil detalle que los diseñadores de Ikea fueron de los primeros en introducir en sus tazas y cuyo uso se ha hecho general.
Mila Fernández es editora de branded content y redactora de LIFE en 'El HuffPost'. Convertir a los lectores en seguidores fieles de nuestras marcas es su objetivo. Antes fue redactora de viajes, estilo de vida y entrevistadora en varias publicaciones femeninas y de viajes. Además, ha sido locutora y presentadora y esa espinita se la saca conduciendo nuestro podcast 'Tarjeta Morada'.