Los riesgos de la píldora de emergencia

Los riesgos de la píldora de emergencia

Portrait of a woman taking a pill of medicine.Guido Mieth via Getty Images

La aprobación y venta legal sin receta de la píldora de emergencia o pastilla del día siguiente se ha celebrado como un gran logro respecto al avance de los derechos reproductivos de la mujer. Pero el mal uso y abuso que se le ha dado a este método postcoital ha puesto a millones de adolescentes en riesgo.

En Latinoamérica, la aceptación de esta pastilla no ha sido fácil. Durante décadas, la introducción de este método se enfrentó a la tajante oposición de grupos de extrema derecha y miembros o representantes de la Iglesia Católica, quienes lo consideraban como un método “abortivo”.

Sin embargo, su venta fue aprobada pero con un fuerte cabildeo que empezó hace veinte años cuando se creó el Consorcio Latinoamericano de Anticoncepción de Emergencia (CLAE).

Tras mucho esfuerzo por informar a los tomadores de decisiones y congresistas, finalmente 18 países de la región aprobaron el registro de anticonceptivos de emergencia como norma oficial.

En México, el proyecto de norma, que consideraba la anticoncepción de emergencia como una opción, se elaboró en 1993, pero no fue hasta una década después cuando se aprobó. En medio de un acalorado debate que prosiguió a esta decisión, los grupos conservadores interpusieron un “amparo” contra la normal que no procedió.

El proceso fue largo y complejo. Mientras este álgido debate tenía lugar en el país, yo estudiaba la maestría. Una de mis compañeras, quien trabajaba en el Instituto Simone de Beauvoir, me trataba de convencer que México estaba preparado para esto y que era un avance en los derechos reproductivos de la mujer. Recuerdo que mi gran preocupación era las consecuencias que el mal uso de este método podría generar en las mujeres, ya que no se requiere receta para adquirir la pastilla en farmacias. Ella no consideraba esto como un obstáculo, sólo repetía: “se tiene que aprobar”.

Al igual que ella, en México los grupos de mujeres apoyaron esta opción anticonceptiva postcoital. El problema fue que no se acompañó de suficiente información para su correcto uso, y las consecuencias que vivimos ahora son el uso indiscriminado de esta pastilla a un grado preocupante. Adolescentes menores de 18 años utilizan esta píldora hasta cuatro veces al mes, cuando únicamente debe ser utilizada dos veces al año como máximo.

“Las adolescentes deben dejar de seguir tomándola como si fuera una limonada o un chicle, porque su uso continuo genera irregularidades en su ciclo menstrual”, recomendó Ricardo Martín, jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Fundación Santa Fe, de Bogotá.

De acuerdo con el reciente Estudio de EducaSex Academy, realizado en colaboracion con Clinicas-Aborto.com.mx y Abortar-Mexico.mx, el 60% de los encuestados han utilizado la pastilla de emergencia en el último año, el 12% aseguró haberla utilizado más de lo recomendado.

La académica Antonieta Marín, quien es especialista en salud reproductiva, advierte sobre el grave problema de salud pública que se deriva de la desinformación que existe entrono a este método.

“El un tema muy sensible, difícil de discutir abiertamente. En el seno de las familias latinoamericanas, las discusiones entre padres e hijos sobre la sexualidad suelen ser escasas o nulas”, explica la especialista.

Como atinadamente lo detalla Marín, entre las familias latinas y especialmente en las mexicanas poco se habla de sexo. Por lo que mucho de este tema lo dejan a la deriva, o en manos de instituciones. Es por ello, que la información es clave para asegurar la buena salud sexual y esto parte del correcto uso de una anticoncepción de emergencia. Al identificar este problema, organizaciones como EducaSex Academy lanzó de manera gratuita un programa de charlas de sexualidad en escuelas y colegios, incluso éstas pueden ser solicitadas en línea.

Sin una información certera que abone a una educación sexual de calidad, algo que parecería un avance, como lo es la venta de pastillas de emergencia, puede caer en un retroceso que termina por afectar la salud de adolescentes al no conocer los riesgos que existen por el abuso de este método.