Polonia completa un gasoducto con Noruega para su diversificación energética

Polonia completa un gasoducto con Noruega para su diversificación energética

El país se convertirá en "el corazón de gas de Europa” gracias a que “no existe otro Estado con tantas vías de suministro” internacionales para importar gas.

El tramo del gasoducto báltico que discurre entre Polonia y Dinamarca y conecta con Noruega, fue inaugurado este martes en una jornada marcada por las sospechas de sabotaje en las tuberías de Nord Stream 1 y 2.

El presidente polaco, Andrzej Duda; el primer ministro, Mateusz Morawiecki, y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, llevaron a cabo un acto de inauguración de carácter simbólico en la ciudad polaca de Goleniów (norte), unos días antes de que el conducto comience a funcionar el próximo sábado.

En declaraciones previas a la inauguración, Frederiksen se refirió a las noticias sobre un posible sabotaje en los gasoductos Nord Stream y dijo que “es demasiado pronto para sacar conclusiones” al respecto, pero “que se produzcan tres escapes (simultáneos) es una situación inusual”.

El lunes, Berlín confirmó que, con una diferencia de pocas horas, se había detectado una importante caída de la presión, primero en el gasoducto Nord Stream 2 y posteriormente también en el Nord Stream 1.

Morawiecki subrayó que “aún no está claro lo que pasó”, pero centró sus declaraciones en la “importancia de una jornada que aumentará la soberanía europea” en materia energética.

Hace pocos días, las autoridades técnicas de las empresas que operarán el gasoducto informaron de que éste funcionará a plena capacidad antes de los previsto y en noviembre será capaz de suministrar 10 millones de m3, en lugar de a finales de enero, como estaba programado.

Inicialmente, el conducto bombeará 3 millones de m3 de gas desde Noruega a Polonia a través de Dinamarca, en cumplimiento del contrato de 10 años firmado entre Varsovia y Oslo y que satisfará el 14 % del consumo anual de gas de Polonia.

La ministra polaca de Energía y Medio Ambiente, Anna Moskwa, afirmó durante la rueda de prensa posterior al acto que “Polonia se convertirá en el corazón de gas de Europa” gracias a que “no existe otro Estado con tantas vías de suministro” internacionales para importar gas.

El gasoducto báltico tiene un coste de unos 350 millones de euros y una longitud de unos 275 kilómetros en su tramo submarino y otros 340 en territorio polaco y el Gobierno polaco estima que gracias a él se podrán reemplazar las importaciones de gas ruso que hasta ahora llegaban a través del gasoducto Yamal.

Varsovia mantiene aún un contrato con la rusa Gazprom que expira al final de 2022, pero en 2016 anunció que no lo renovará.

Gazprom interrumpió su exportación de gas a Polonia en abril, tras la negativa de la empresa energética polaca PGNiG a pagar en rublos.