Populares y populistas, ¿sois nacionales de verdad?
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Populares y populistas, ¿sois nacionales de verdad?

Cayetana Álvarez de Toledo. Agencia EFE

Un partido que no tiene representación en todas las autonomías no sé si está legitimado para poderse autodenominar nacional. Y con esta aseveración no quiero caer en el análisis simple de decir que el PP ha experimentado una de las caídas libres más fuertes de las que se recuerdan en la democracia. Si en el anterior post hacía referencia a la importancia de la planificación a la hora de generar una estrategia a través de la película El Caso Sloane, en este texto me gustaría acercarme a una reflexión más profunda sobre el qué, el cómo y el cuando de hacer lobby.

Cuando estudié narrativas y nuevos periodismos en la carrera, estructuradas en varias asignaturas, escuché en más de una ocasión cómo el profesor o la profesora de turno me recomendaban leer A Sangre Fría, de Truman Capote. Si bien es cierto que conocía la obra, no es menos cierto que, con el paso del tiempo, he entendido mejor al que consideran el padre del actual ejercicio de lo que denominó Márquez “el mejor oficio del mundo” y que quizá ejerzo desde que nací. En esta impresionante obra de la literatura universal, podemos observar cómo el periodista actúa como un actor del tiempo; observa, procesa, ejecuta y se inmiscuye en la acción de investigación de un suceso que tiene por objetivo estudiar no sólo al sistema judicial de Estados Unidos, sino evaluar el desarrollo emocional de quien se enfrenta a la dura pena de muerte.

El 28A la estructura del Parlamento se resquebrajó en el ala derecha y dividió sus escaños entre aquellos que ayer eran socialdemócratas y hoy son liberales, el antiguo centro derecha que hoy está descabezado y una ultraderecha que antes se encontraba escondida entre “los cortijos y las mamandurrias del PP”, como aseguraba Casado el pasado martes. Si bien el golpe de efecto ha sido un maravilloso choque de a ver quién era más franquista, lo que nos tiene que quedar claro es cómo se ha vertebrado durante años y sobres en B la que presumía de ser la mayor fuerza política de nuestro país. Un PP del que hasta Esperanza Aguirre se ríe cuando habla con Garrido diciéndole aquello del 2 de mayo de “no sabía que te habías vuelto liberal”.

Hoy la marquesa es diputada por una circunscripción en la que ni si quiera vive y en la que sólo puede aportar confrontación...

Con una caída monumental en todos los territorios y menos de la mitad de la representación en el Congreso y en el Senado, el PP del Diplocat en liquidació, como llegó a aseverar la ahora exvicepresidenta del Gobierno Sáenz de Santamaría, no ha convencido con ese mensaje en contra del CIS de Tezanos y a favor de la confrontación en Cataluña. Si bien es cierto que creían que así ganarían el voto de los ultras, ha quedado demostrado que durante los próximos 4 años la derecha, el centro derecha y la ultraderecha se han quedado sin capacidad de acción.

Para poder ser nacionales tenemos que estar presentes en todos los territorios. Una máxima que, en este momento, el PP tocado y con un ERE a la vuelta de la esquina, no cumple. El País Vasco se ha caído del goteo de escaños y en Cataluña sólo Cayetana Álvarez de Toledo, marquesa de Casa Fuerte (que lleva aparejada grandeza de España), esa mujer que es española por decisión propia, como así lo aseguró El Mundo hace unos cuantos meses, será la única representante de los populares en el Congreso, electa por Barcelona y Cataluña. Debe ser un orgullo ser único desde tu piso en Chamberí, pero desde luego no un dato para estar orgulloso.

Tezanos apuntó muy bien el tiro. Y la marquesa entrará a golpe de “¿hasta el final sí?” en un Congreso con el que la población española ha querido castigar a los extremismos. Hoy la marquesa es diputada por una circunscripción en la que ni si quiera vive y en la que sólo puede aportar confrontación. ¿Dimitirá para dejar pasar a algún popular que de verdad está peleando por sus ideas en el territorio? Solo el tiempo lo dirá.

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