Por esto las mujeres de Vox no irán a la manifestación del 8-M

Por esto las mujeres de Vox no irán a la manifestación del 8-M

“El feminismo no me representa, ataca a los hombres y crea la desigualdad”, coinciden.

Alrededores de Vistalegre, donde Vox ha celebrado un acto.JAVIER PORTILLO / EL HUFFPOST

Marta Fernández espera en una esquina próxima al palacio de Vistalegre, en Madrid, a que llegue un coche a recogerla. “Un Cabify”, aclara. Esta aragonesa de 55 años, licenciada en Derecho y diputada de Vox en las Cortes de Aragón, dice que no asistirá este domingo 8-M a la manifestación. “No nos representan, porque no son verdaderas feministas,”, razona. Quien la acompaña, otras dos mujeres, asienten. 

Las tres acaban de ver el mítin que ha rematado Santiago Abascal. El líder de la ultraderecha ha convocado a los y las simpatizantes de Vox el día de reivindicación por la igualdad entre hombres y mujeres. Pero las seguidoras de Vox no ven desigualdad en 2020. “La igualdad hace mucho que la tenemos, aunque falten algunos flecos”, defiende la diputada aragonesa.

A Olga Sanz, madrileña de 47 años, tampoco le representa el feminismo. “Quiere poner a los hombres contra las mujeres. Y nada de eso. Igualdad no es odio”, comenta. Ella tampoco irá a la marcha de este domingo en Madrid. Como a Marta Fernández, le hiere “la inquina con la que el feminismo se dirige al mundo”. Mientras lo dice, su pareja murmura: “Eso, eso. Nada de feminazis”. 

“No voy esta tarde a juntarme con gente que solo quiere que las tías nos emborrachemos y demos tumbos por la calle. Pero, ¿estamos locas?”

Ángeles Bravo, de 39 años, enciende un cigarrillo. Pero antes saca un gotero con alcohol de romero para desinfectarse. “Está la cosa chunga con el coronavirus”, dice riéndose. Ofrece un poco a su amiga y después se lanza: “No voy esta tarde a juntarme con gente que solo quiere que las tías nos emborrachemos y demos tumbos por la calle. Pero, ¿estamos locas?”, pregunta indignada. Su amiga interrumpe: “Ese es el mundo que se le está quedando a las niñas. Así van a salir con ese ejemplo”.

Un grito se escucha a la salida del aparcamiento subterráneo de Vistalegre. “¡Vamos, Ana!”. Un hombre espera en un coche azul a esa mujer, que se despide corriendo del corrillo ataviado de rojigualda en el que participaba animadamente para sentarse en el asiento de copiloto con rumbo lejos de la manifestación de este domingo.